Renzi reclama ¡°sue?os y coraje¡± para acometer la reformas en Italia
El nuevo primer ministro obtiene el voto de confianza del Senado
Tal vez no lo consiga, pero si lo consigue ¡ªsacar a Italia con urgencia de un pozo de frustraci¨®n que no le corresponde¡ª, Matteo Renzi podr¨¢ contar que todo empez¨® a despegar una tarde de febrero. Aquella tarde que entr¨® en el Senado por primera vez en su vida para pedir a los senadores que dieran la confianza a un Gobierno, su Gobierno, entre cuyos planes m¨¢s inmediatos estaba cargarse el Senado.Y lo hicieron con 169 apoyos frente a 139 en contra. Podr¨¢ contar que, cuando se subi¨® al estrado, horas antes, sinti¨® ¨Cy se le not¨®¡ª el peso de la historia y del escepticismo general, pero que enseguida se sobrepuso, dej¨® a un lado el discurso de primer ministro que seguramente le habr¨ªan escrito otros y habl¨® a los ciudadanos durante m¨¢s de una hora, sin guion, de t¨² a t¨², como el alcalde de Italia que quiere ser. No fue un gran discurso, ni abord¨® todas las cuestiones pendientes, ni hizo propuestas demasiado concretas, ni siquiera la oratoria estuvo a la altura del lugar ni de la ocasi¨®n, pero envi¨® un mensaje que, si cala, puede convertirse en el combustible de su ¨¦xito: ¡°Necesitamos sue?os y coraje. Tenemos que volver a estar orgullosos, no podemos seguir quej¨¢ndonos, pensando que todo lo dem¨¢s es lo mejor. Ser italiano es un regalo¡±.
No fue un discurso para los senadores propios ni para los ajeno. El nuevo primer ministro ya lleg¨® sabiendo, e hizo alusi¨®n a ello, que las posturas ¡°son tan fijas desde hace 20 a?os que ya son inamovibles¡± y que, dijese lo que dijese, no iba a cambiar el sentido de los votos. De ah¨ª que descartara construir su discurso desde la ¨®ptica del primer ministro, y adoptara la mirada de quienes, desde la escuela, la f¨¢brica o la larga lista del desempleo, ven a los diputados y a los senadores siempre enredados en sus eternas diatribas in¨²tiles. ¡°Quien ha entrado en una f¨¢brica o se ha reunido con los trabajadores sabe bien que las cifras de desempleo no son solo numeritos, sino que supone un indicador de una situaci¨®n cruel y devastadora, que requiere de un cambio radical en pol¨ªtica econ¨®mica¡±. Dijo que ya est¨¢ trabajando con el nuevo ministro de Econom¨ªa, Pier Carlo Padoan, para presentar en los pr¨®ximos d¨ªas una hoja de ruta concreta, pero que, en cualquier caso, a nadie se le escapa que las reformas m¨¢s urgentes, adem¨¢s de las econ¨®micas, son las de la Administraci¨®n p¨²blica ¨Cun inmenso pozo burocr¨¢tico donde naufragan las mejores intenciones-- y la educaci¨®n.
Y desde ah¨ª, desde la necesidad de poner a la educaci¨®n y a los profesores en el centro de la recuperaci¨®n moral del pa¨ªs, empez¨® Renzi a venirse arriba. Dijo que ¡°Italia tiene la necesidad de recuperar la confianza para salir adelante¡±, confirm¨® a los senadores que ¨¦l ser¨ªa ¡°el ¨²ltimo primer ministro en pedir la confianza del Senado¡± ¨Cuna de las reformas previstas es superar el bicameralismo perfecto reduciendo las competencias de la c¨¢mara¡ªy justific¨® la decisi¨®n en una cuesti¨®n vital: ¡°O se tiene el coraje de tomar decisiones extremas o perderemos la relaci¨®n con los ciudadanos. Italia est¨¢ delante de nosotros, somos nosotros los que tenemos que acortar distancia con los ciudadanos, que van por delante pero que se est¨¢n cansando de esperar¡±. Una relaci¨®n con los ciudadanos, subray¨®, que hay que recuperar dignificando el nombre de la pol¨ªtica y llamando a las cosas por su nombre. Dijo que ¨Cen contra de la idea que han fomentado otras fuerzas pol¨ªticas¡ª¡°el d¨¦ficit p¨²blico no hay que reducirlo porque lo diga la se?ora Merkel, sino porque se lo debemos a nuestros hijos¡±.
En esa senda, el nuevo primer ministro hizo una encendida defensa de Europa, marc¨¢ndose el pr¨®ximo uno de julio ¨Cfecha de inicio del semestre italiano¡ªcomo la fecha para tener listas las reformas m¨¢s urgentes. ¡°Gobernar hasta 2018¡±, dijo, ¡°tiene sentido si se tiene en cuenta la necesidad urgente de las medidas a realizar para favorecer el cambio en Italia. El sentido de la urgencia es un elemento central. No estamos aqu¨ª para cumplir un r¨¦cord, ni para alargar el curr¨ªculo, estamos aqu¨ª para hablar un lenguaje de franqueza. Este es el tiempo de la valent¨ªa¡±.
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