Un mundo sin liderazgo
La crisis de Ucrania reafirma la din¨¢mica geopol¨ªtica dominante: vivimos en un mundo con una perceptible y peligrosa ausencia de liderazgo global coordinado
Con la intervenci¨®n militar directa de Rusia en Ucrania, la condena de la acci¨®n por parte de Estados Unidos y Europa, y el Ej¨¦rcito ucranio en m¨¢xima alerta, estamos asistiendo a los acontecimientos geopol¨ªticos m¨¢s desestabilizadores desde el 11 de septiembre. William Hague, ministro brit¨¢nico de Asuntos Exteriores, ha advertido de que la situaci¨®n en Ucrania es ¡°la mayor crisis¡± a la que se ha enfrentado Europa en el siglo XXI. Y, ciertamente, desde una perspectiva global m¨¢s amplia, su importancia es inmensa: se trata de un conflicto transfronterizo que afecta directamente a las esferas de la seguridad, la pol¨ªtica y la econom¨ªa, y que corre el riesgo de experimentar una escalada de grandes dimensiones en una zona del mundo delicada desde el punto de vista estrat¨¦gico. Supone un enfrentamiento directo entre grandes potencias. La credibilidad de los l¨ªderes europeos, estadounidenses y rusos est¨¢ en juego, y las apuestas son astron¨®micas.
Gran parte del problema reside en que Rusia es una potencia en declive, y que a Occidente le conviene dejar que las cosas sigan su curso sin prisa. Pero la reciente sublevaci¨®n en Ucrania ha introducido demasiada presi¨®n, lo cual ha motivado el decidido contraataque del presidente Putin. Decir que en este momento las relaciones entre EE UU y Rusia est¨¢n rotas es decir poco.
En lo que se refiere a la reacci¨®n de Occidente, no llegaremos a presenciar una gran involucraci¨®n directa. Desde luego, la intervenci¨®n militar no est¨¢ sobre el tapete. Pero lo que sin duda habr¨¢ ser¨¢ acusaciones muy significativas, y una ofensiva diplom¨¢tica y econ¨®mica. El presidente Obama va a cancelar su viaje a Sochi para la pr¨®xima cumbre del G-8, y es posible que se le una un n¨²mero suficiente de l¨ªderes como para que el encuentro se tenga que suspender. Incluso podr¨ªa ocurrir que los pa¨ªses del G-7 votasen la expulsi¨®n de Rusia del club (aunque Alemania ha expresado sus dudas respecto a llegar tan lejos). El Secretario de Estado de EE UU, John Kerry, ha advertido: ¡°Todos los ministros de Exteriores con los que convers¨¦ ayer comparten un mismo punto de vista ¡ªtodos los que forman parte del G-8, adem¨¢s de otros¡ª y es que se proponen aislar a Rusia; no van a seguir manteniendo relaciones con Rusia como si todo fuese normal¡±. Considerando los profundos lazos econ¨®micos, resulta muy dif¨ªcil imaginar a las m¨¢s importantes potencias europeas rompiendo efectivamente las relaciones con Rusia a estas alturas. De hecho, es dif¨ªcil concebir que se apliquen conjuntamente sanciones importantes, dada la coordinaci¨®n entre EE UU y las diferentes potencias europeas (otra vez Alemania en concreto) que eso exigir¨ªa.
?Se traducir¨¢n los acontecimientos en Ucrania en un vuelco geopol¨ªtico m¨¢s amplio? Para Rusia ser¨¢ su oportunidad decisiva de cerrar filas m¨¢s estrechamente con China. Si bien es posible que asistamos a una armon¨ªa simb¨®lica por parte de Pek¨ªn, sobre todo si hay una votaci¨®n en el Consejo de Seguridad (donde existe una probabilidad razonable de que los chinos voten con los rusos), China est¨¢ haciendo serios esfuerzos por mantener relaciones estables con EE UU... y en consecuencia, no respaldar¨¢ directamente acciones rusas que puedan socavar esas relaciones. Dejando a un lado a China, la capacidad de Rusia para lograr que otras terceras partes se pongan de su parte en su intervenci¨®n en Ucrania se limita en gran medida al ¡°exterior pr¨®ximo¡± ¡ªArmenia, Bielorrusia y Tayikist¨¢n¡ª, un grupo que no preocupa de forma especial a Occidente.
Pero, en un sentido m¨¢s amplio, es un golpe significativo a la credibilidad de la pol¨ªtica exterior estadounidense. Tan solo unos d¨ªas despu¨¦s de que Kerry discrepase en¨¦rgicamente de las posiciones ¡°necias, aislacionistas¡± en el Congreso, planteadas como si EE UU fuese un ¡°pobre pa¨ªs¡±, el presidente ruso ignor¨® de manera deliberada e inmediata una advertencia directa por parte de EE UU y sus principales aliados. El mensaje que transmite es de debilidad, y provoca inquietud respecto al compromiso de EE UU con sus aliados en todo el mundo. Todo esto reafirma la din¨¢mica geopol¨ªtica dominante: vivimos en un mundo con una perceptible y peligrosa ausencia de liderazgo global coordinado.
Traducci¨®n de News Clips.
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