Cristina Fern¨¢ndez planea poner l¨ªmites a las protestas en la calle
El Gobierno se plantea aprobar una norma de respeto a la convivencia ciudadana, pero la oposici¨®n se muestra esc¨¦ptica
En Argentina es f¨¢cil cortar la avenida principal de Buenos Aires o cualquier autopista. Basta con reunir a unas decenas de personas y plantarse en medio de la v¨ªa. La impunidad f¨ªsica y jur¨ªdica suele estar garantizada. En contadas ocasiones intervienen las fuerzas antidisturbios. Los automovilistas han terminado aceptando esos contratiempos como si los ocasionaran la lluvia. A veces, alg¨²n conductor o motorista intenta pasar entre la monta?a de manifestantes. Y entonces puede sobrevenir lo que le sucedi¨® el mi¨¦rcoles al motorista Ra¨²l Lezcano, de 27 a?os. Intent¨® atravesar con su esposa el puente de Avellaneda, en Buenos Aires, que se encontraba cortado por miembros del Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA). Los sindicalistas le pegaron, lo tiraron desde el puente y Lezcano fue a dar con sus huesos al hospital. Despu¨¦s se supo que intentaba pasar entre los manifestantes porque su esposa se encuentra embarazada de cuatro meses y sufr¨ªa p¨¦rdidas. Pero eso fue despu¨¦s.
En 2010 hubo 340 interrupciones de tr¨¢fico en la capital, pasaron a 356 en 2011, subieron hasta 923 en 2012 y el a?o pasado llegaron a 677, seg¨²n cifras facilitadas por el Ayuntamiento. En total, m¨¢s de dos cortes de tr¨¢fico por cada d¨ªa laborable. Desde que N¨¦stor Kirchner inici¨® su mandato en 2003 y cuando le sigui¨® Cristina Fern¨¢ndez en 2007, el Gobierno garantiz¨® que no iba a ¡°criminalizar la protesta social¡±. Que no iba a reprimir.
¡°Yo no voy a levantar la mano contra otro argentino, tengo que persuadir¡±, advirti¨® Kirchner en noviembre de 2006. ¡°Ya vimos lo que nos pas¨® [en la dictadura] por levantar la mano contra otros argentinos. Si esta gente que escribe cree que hay que reprimir, que no sean cobardes, que escriban: ¡®hay que reprimir¡¯. No lo voy a hacer¡±. Cristina Fern¨¢ndez tambi¨¦n se propuso ese objetivo. Pero el pasado 1 de febrero, en su discurso de apertura del a?o legislativo, la presidenta se?al¨®: ¡°Vamos a tener que sacar alguna normativa de respeto a la convivencia ciudadana, porque no puede ser¡ (fue interrumpida por aplausos). No puede ser que diez personas te corten una calle, por m¨¢s razones atendibles que tengan. No puede ser. Y que no pase nada¡±.
"Yo no voy a levantar la mano contra otro argentino, tengo que persuadir"
Las palabras causaron sorpresa Argentina. Pero la jefa del bloque oficialista en la C¨¢mara de Diputados, Juliana Di Tullio, ya aclar¨®, por si alguien interpret¨® mal a Cristina Fern¨¢ndez, que ninguna protesta va a ser reprimida. ¡°Mientras estemos nosotros no se reprimir¨¢n las protestas; no lo han visto ni lo van a ver¡±. No obstante, Di Tullio confirm¨® que Fern¨¢ndez le pidi¨® que preparen una norma para regular las manifestaciones.
Cualquier vecino de Buenos Aires podr¨ªa contar decenas de an¨¦cdotas sobre cortes. Fern¨¢ndez tambi¨¦n ten¨ªa una reciente: ¡°Hab¨ªa salido yo de la casa de Gobierno una tarde, cosa rara porque eran las ocho de la noche, y pude ver que hab¨ªa banderas rojas del PST (Partido Socialista de los Trabajadores, a la izquierda del oficialismo peronista). ¡®?Por qu¨¦ protestan?¡¯, les digo. ¡®No¡¯, me dicen, ¡®protestan por lo de Las Heras¡¯. ¡®?Lo de Las Heras?¡¯ Yo les voy a contar a los que no saben qu¨¦ es lo de Las Heras. En 2006, en un conflicto, un polic¨ªa que sali¨® a defender su comisar¨ªa en la localidad de Pico Truncado fue muerto a palazos en el piso (suelo). Fue muerto a palazos, pero a palazos; lo patearon y muri¨®. Le reventaron todos sus ¨®rganos. Era un chico muy joven. (..) Como un perro muri¨®. 2006. Bueno, transcurri¨® desde aquel 2006 a la fecha y ¨Cf¨ªjense, 2006 a la fecha¨C la Justicia finalmente lleg¨® y los condenaron a los responsables de ese homicidio terrible. Bueno, estaban protestando por la condena y cortaron la (autopista) Panamericana¡±.
La presidenta concluy¨®: ¡°Creo que adem¨¢s todo el mundo tiene el derecho a protestar, pero no cortando las calles e impidiendo que la gente vaya a trabajar; y no complic¨¢ndole la vida al otro. Creo que vamos a tener que legislar sobre una norma de respeto y convivencia urbana, donde todo el mundo proteste¡±.
La oposici¨®n, en su mayor parte, acogi¨® sus palabras con gran escepticismo. Guillermo Dietrich, secretario de Transporte de la ciudad de Buenos Aires, gobernado por el conservador PRO, cree que tanto Kirchner como Fern¨¢ndez toleraron esas protestas porque los movimientos sociales o piquetes que organizaba les eran de gran utilidad. ¡°Y la sociedad ha terminado entrando en este juego perverso donde se rompe el respeto a los dem¨¢s, est¨¢ anestesiada y se ha acostumbrado a los cortes. Pero muchas veces la madre no llega al colegio a la hora en que sale su hijo, se llega tarde a una reuni¨®n¡ Hubo un d¨ªa de este a?o que registramos 17 cortes en el d¨ªa. Hay cientos de miles de an¨¦cdotas que ilustran sobre el deterioro de la convivencia en los ¨²ltimos 12 a?os¡±.
Dietrich recuerda que cuando se produjeron los cortes de luz el pasado diciembre cientos de vecinos salieron a cortar las calles. ¡°El Gobierno nacional fue responsable por su falta de previsi¨®n. Pero hubo vecinos que cortaron las v¨ªas del tren. Su fastidio era leg¨ªtimo. Pero, ?justifica su enojo que perjudiquen a 200.000 personas que no ten¨ªan otra forma de volver a casa? Cuando vas a otros pa¨ªses de la regi¨®n como Chile o Uruguay ves que hemos perdido mucho en la convivencia¡±.
?Y no prosperan las denuncias contra quienes cortan las calles? ¡°Cuando algo lo hace tanta gente y la autoridad pol¨ªtica nacional no lo considera un hecho grave, la Justicia tampoco termina actuando. En la ciudad desde que hicimos el metrob¨²s de la Avenida 9 de julio (la principal arteria de Buenos Aires), cada vez que lo cortan hacemos una denuncia penal. Y entiendo que no termina en nada. Es muy positivo lo que dijo la presidenta el otro d¨ªa pero es opuesto a las pol¨ªticas que ha venido practicando hasta ahora¡±.
El premio Nobel de la Paz Adolfo P¨¦rez Esquivel asume que hay un abuso de cortes de tr¨¢fico, pero cree que no se debe penalizar las protestas sino ayudar a regularlas. ¡°Es cierto que puede haber abusos. Y al final el m¨¢s perjudicado, el que recibe los cachetazos es el pueblo. Se debe protestar pero dejando carriles libres para que la gente pueda circular. Pero no hay que olvidar que lo importante es solucionar los problemas que generan las protestas. Y es probable que aumenten. Porque la situaci¨®n del pa¨ªs es complicada en estos momentos. La econom¨ªa no se arregla con subsidios sino con pol¨ªticas sociales m¨¢s acordes con las necesidades de las personas¡±.
Las palabras de la presidenta sobre la convivencia pueden parecer nuevas pero no lo son. En noviembre de 2011 ya se lamentaba de que 50 personas pertenecientes a un sindicato cortaran una autopista de Buenos Aires y fuera necesario desplazar a cien polic¨ªas para que desplazaran ¡°sin violencia, ¡°como ha sido siempre¡±, a los manifestantes. ¡°Nunca vamos a criminalizar la protesta social¡±, advirti¨®, ¡°pero eso no es protesta social; eso es apenas un cocoliche o un mamarracho de gente que quiere incomodar al resto de los conciudadanos y, fundamentalmente, tal vez, afectar o pretender desgastar pol¨ªticamente a un Gobierno porque, obviamente, la gente se malhumora, se malquista¡±.
La novedad es que el Gobierno se plantea, finalmente, regular las manifestaciones. Aunque sea sin hacer uso de la ¡°violencia¡±.
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