El ¡®maracanazo¡¯ renace en los cines
Un documental relata la historia de la ¨¦pica victoria de Uruguay frente a Brasil en la final del mundial de 1950
Ocurri¨® en la final del Mundial de 1950. Un 16 de julio en el que Uruguay se impuso 2 a 1 contra Brasil ante 200.000 personas en el entonces mayor estadio del mundo, levantado en R¨ªo de Janeiro. Maracanazo define desde entonces cualquier victoria deportiva fuera de casa y con todo en contra.
La derrota, la enorme victoria; el documental de los uruguayos Sebasti¨¢n Bednarik y Andr¨¦s Varela muestra la seguridad con la cual los brasile?os enfrentaron una final que result¨® fat¨ªdica. Aparecen los peri¨®dicos de la ¨¦poca, con la foto del plantel local y el titular anunciando a los nuevos campeones del mundo¡ un d¨ªa antes del partido. Ya en la tribuna y ante las narices del once uruguayo, el gobernador de R¨ªo de Janeiro, M¨¦ndez de Morais, proclamaba la victoria brasile?a ante el mundo antes del inicio del encuentro. ¡°Que imb¨¦cil¡±, comenta el jugador brasile?o Zizinho.
Todo esto y mucho m¨¢s aparece en un filme que sabe mezclar la cr¨®nica de toda una ¨¦poca con el resumen de cada gol y de cada partido del Brasil 1950, demostrando que el f¨²tbol es emocionante a¨²n en blanco y negro. La producci¨®n saldr¨¢ a las salas de cine uruguayas el 27 de marzo y tambi¨¦n estar¨¢ disponible en DVD. Se trata de un enorme trabajo documental de varios a?os que no pierde lo esencial y sabe detenerse, diseccionar por ejemplo, el momento exacto en el que, tras un gol uruguayo que marca el 1-1, los brasile?os se plantean por primera vez que pueden perder.
Durante d¨¦cadas se ha analizado aquel partido y se ha descrito el silencio de 200.000 personas en el Maracan¨¢ cuando son¨® la derrota. Eran las ilusiones rotas de toda una naci¨®n que viv¨ªa el Mundial como la consagraci¨®n del Brasil como potencia mundial.
Los uruguayos quedaron abrumados por la tragedia que provocaron. Era la selecci¨®n del legendario ¡°Negro Jefe¡± Obdulio Varela, descrito como ¡°medio crudo, crudo bruto¡± y celebrado como el alma del equipo. Antes de convertirse en el capit¨¢n que dirigi¨® semejante haza?a, Varela hab¨ªa liderado una huelga de futbolistas contra los directivos de los clubes uruguayos, que se jactaban de no haberle dado nunca la mano a un futbolista y los trataban como esclavos.
De los 44 jugadores -entre titulares y suplentes- que fueron convocados en la final solo sobrevive uno, el ¡°puntero derecho¡± Alcides Edgardo Ghiggia, quien a sus 88 a?os acudi¨® al estreno de Maracan¨¢ en el Centenario y fue aplaudido como un h¨¦roe. El autor del gol de la victoria en la final del 50 ya casi no concede entrevistas, pero su testimonio resulta central en el documental.
Europa sal¨ªa de la Segunda Guerra Mundial, y las im¨¢genes muestran la llegada de la selecci¨®n de Inglaterra, que participa por primera vez en un mundial, o la ins¨®lita traves¨ªa de los italianos por barco, despu¨¦s de haber visto diezmado su equipo en un accidente de avi¨®n.
En ese mundial Espa?a sac¨® de la competici¨®n a Inglaterra y Suecia a Italia. Son impagables las im¨¢genes del entrenamiento del once espa?ol, con ejercicios r¨ªgidos, c¨®micos, salidos del manual de entrenamiento de la ¨¦poca, que por lo visto ha cambiado mucho desde entonces. Resulta tambi¨¦n espectacular la narraci¨®n del choque entre Espa?a y Uruguay, con los uruguayos desesperados ante la destreza del portero Antonio Ramallets, ¡°un acr¨®bata¡±.
Atilio Garrido, autor del libro Maracan¨¢, la historia secreta, sobre el cual se basa el documental, rechaza el mito que se?ala como inferior a la selecci¨®n uruguaya y muy al contrario, la describe como el mejor equipo posible, con atletas maduros y formados, producto del Uruguay pujante de mediados del siglo XX.
Es cierto que por aquel entonces Uruguay ya hab¨ªa ganado las finales de f¨²tbol en dos olimpiadas (1924 y 1928) y el primer Mundial de la historia celebrado en Montevideo en 1930. La Celeste fue sumando, adem¨¢s, 14 t¨ªtulos de Copa Am¨¦rica, el ¨²ltimo en el 2011.
Setenta a?os despu¨¦s del Maracanazo, Uruguay se ha convertido en un pa¨ªs exportador de f¨²tbol. Una poderosa estructura organizativa que arranca desde los tres a?os explica el poder¨ªo de esta peque?a naci¨®n. Forl¨¢n, Su¨¢rez, Cavani son algunas de las estrellas que han triunfado fuera del pa¨ªs; son tantos los jugadores de ¨¦lite en el extranjero que los domingos el resumen local de goles televisivos se declina en dos programas: los goles de la liga nacional y los goles de uruguayos afuera.
Y no se exportan solo jugadores, C¨¦sar Payovich, 55 a?os, acaba de terminar seis a?os como entrenador de juveniles de Indonesia. ¡°La Celeste est¨¢ a su m¨¢ximo nivel¡±, dice Payovich, ¡°su principal rasgo es la cohesi¨®n del grupo¡±. El entrenador considera que la refundaci¨®n de La Celeste empez¨® con la llegada del entrenador Oscar Tab¨¢rez, quien pudo crear un equipo con la limitaci¨®n de tener a muchos de sus jugadores clave permanentemente en el extranjero.
Por su parte, Atilio Garrido, autor de Maracan¨¢, historia secreta, ve poca continuidad entre los jugadores de 50 y los de ahora, un equipo que es ¡°una farmacia, todo prolijito (ordenado)¡±. El ¨²ltimo nexo ser¨ªa ese inmenso orgullo, ¡°ese no aceptar perder¡± de La Celeste. Y Su¨¢rez, ¡°es de los antes, de los de Obdulio¡±, dice Garrido.
Con poco m¨¢s de tres millones de habitantes y una enorme herencia, Uruguay se enfrenta a Brasil 2014 con una selecci¨®n que sin ser favorita, aparece como un serio obst¨¢culo. En la primera ronda tendr¨¢ que v¨¦rselas con Costa Rica, Inglaterra e Italia, el llamado ¡°grupo de la muerte¡±.¡°Somos el equipo con el que nadie se quiere cruzar¡±, afirmaba hace poco Diego Forl¨¢n, y el p¨²blico parece tenerlo presente: las entradas para el Uruguay-Inglaterra del 19 de junio en Sao Paulo est¨¢n todas vendidas, algo que solo sucede con el inaugural Brasil-Croacia, la semi final y la final.
Los jugadores uruguayos llegan con el prestigio del maracanazo a sus espaldas, un orgullo y una responsabilidad.
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