La UE y EE UU temen una escalada rusa tras la independencia de Crimea

Europa aguarda con inquietud el momento en que la llamada Rep¨²blica de Crimea se declare independiente de Ucrania. Nadie en Bruselas duda de que ese ser¨¢ el resultado del refer¨¦ndum de este domingo; la ¨²nica inc¨®gnita consiste en aventurar c¨®mo reaccionar¨¢ el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, tras esa consulta, que toda la comunidad internacional considera ilegal, ileg¨ªtima y amenazante para la estabilidad mundial. Los Veintiocho saben que el mandatario es imprevisible y temen que reaccione de manera m¨¢s agresiva para garantizar el nuevo estatus de Crimea.

La Uni¨®n Europea recela de los corrimientos de fronteras. En primer lugar, porque son pocos los que se producen sin derramamiento de sangre. Pero incluso si fuera as¨ª en este caso, la movilizaci¨®n de militares rusos como forma de propiciar una secesi¨®n resulta inaceptable para los socios comunitarios. La UE nunca podr¨ªa legitimar una invasi¨®n de Mosc¨² en un territorio enclavado en otro pa¨ªs europeo, por muy prorruso que pueda declararse. La Comisi¨®n, el Consejo y el Parlamento Europeo; la OTAN, la OSCE (organizaci¨®n que vela por la seguridad en el continente) y los pa¨ªses miembros han advertido de que no reconocer¨¢n el resultado de un refer¨¦ndum ajeno a la legalidad ucrania.

La semejanza de este caso con otros del espacio postsovi¨¦tico resulta inquietante y alimenta los temores de la UE. Varios expertos comunitarios recuerdan los precedentes de Abjazia del Sur y Osetia, dos regiones de Georgia que disfrutaban de un alto grado de autonom¨ªa desde los noventa y que acabaron declar¨¢ndose independientes en 2008. Para ello tuvo que producirse una breve guerra entre Georgia y Rusia, que acudi¨® a defender los intereses de dos territorios prorrusos y los reconoci¨® como independientes.

Curiosamente, las autoridades prorrusas de Crimea no aluden a estos casos para legitimar el suyo, sino a uno mucho m¨¢s sensible para Europa: la escisi¨®n de Kosovo, una provincia serbia hasta 2008 y reconocida como Estado independiente por casi toda la Uni¨®n Europea (aunque no por Rusia). La canciller alemana, Angela Merkel, ha negado categ¨®ricamente cualquier similitud, pues esa secesi¨®n se produjo ¡°despu¨¦s de que la comunidad internacional observara impotente operaciones de limpieza ¨¦tnica¡± en la regi¨®n, algo que no ha ocurrido en Crimea.

Muchos analistas en Washington consideran que no se puede hacer nada para librar a Crimea de la anexi¨®n

Entretanto, el derecho de veto de Rusia como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU frustr¨® este s¨¢bado un borrador de resoluci¨®n presentado por Estados Unidos para defender la integridad territorial de Ucrania y condenar por ileg¨ªtimo el refer¨¦ndum crimeo. Tras la votaci¨®n, en la que China se abstuvo, la embajadora estadounidense, Samantha Power, afirm¨® que la entrada rusa en el sur de Ucrania, de confirmarse, ser¨ªa ¡°una escalada escandalosa¡± de la crisis.

Washington libra con Mosc¨² una pelea con una mano atada a la espalda, si no las dos. No hay nada que se pueda hacer para salvar a Crimea de la anexi¨®n. Esa es la opini¨®n mayoritaria entre los expertos. ¡°No creo que Crimea pueda escaparse de las manos de Rusia¡±, declar¨® contundente el fin de semana pasado el exsecretario de Defensa Robert Gates. ¡°Crimea est¨¢ ya perdida¡±, puntualiz¨®.

Hasta la fecha, la Administraci¨®n de Barack Obama ha confiado en una soluci¨®n diplom¨¢tica a la crisis y lo m¨¢s lejos que ha ido es amenazar a Rusia con el aislamiento que sufrir¨¢ tanto pol¨ªtica como econ¨®micamente si persiste en sus intenciones.

Washington no reconocer¨¢ el resultado del refer¨¦ndum porque es ¡°contrario a la Constituci¨®n¡± de Crimea y a la ley internacional, como declar¨® el jefe de la diplomacia norteamericana, John Kerry. Este admiti¨® que Rusia tiene ¡°derecho a perseguir sus leg¨ªtimos intereses en Ucrania. Tiene intereses hist¨®ricos, culturales, geoestrat¨¦gicos y estamos dispuestos a respetarlos. Pero eso exige que Rusia respete la estructura multilateral que nos gobierna desde la II Guerra Mundial y tratar de resolver este problema a trav¨¦s de las normas legales multilaterales¡±, a?adi¨® el jefe de la diplomacia estadounidense. ¡°Todas las opciones de di¨¢logo est¨¢n abiertas¡±, recalc¨® Kerry, cuando el di¨¢logo parece pr¨¢cticamente agotado.