La inflaci¨®n argentina alcanza una de las cotas m¨¢s altas de la ¨¦poca kirchnerista
La devaluaci¨®n del peso de enero impact¨® tambi¨¦n en febrero, seg¨²n el nuevo ¨ªndice del Gobierno de Fern¨¢ndez y elev¨® la subida anual de precios al 30,1%
La devaluaci¨®n del peso argentino de enero pasado, por la que el d¨®lar salt¨® en solo dos d¨ªas un 17% frente a esa moneda sudamericana, tambi¨¦n impact¨® en la inflaci¨®n de febrero. El ministro de Econom¨ªa argentino, Axel Kicillof, inform¨® este lunes que el nuevo ¨ªndice de precios al consumidor (IPC), que reemplaz¨® al poco cre¨ªble que rigi¨® entre 2007 y 2013, subi¨® en febrero el 3,4%, con lo que acumula un alza del 7,2% en el primer bimestre. La inflaci¨®n ya era un problema en Argentina antes de la depreciaci¨®n del peso. En 2013, hab¨ªa llegado al 27,5%, seg¨²n la media de IPC elaborados por nueve provincias. Pero si se combinan esos indicadores con el nuevo IPC, se concluye que la inflaci¨®n alcanz¨® en febrero un 32,1% anual, uno de los niveles m¨¢s altos en los casi 11 a?os de gobiernos kirchneristas. En abril, en pleno conflicto agrario, hab¨ªa llegado al 32,9%.
El IPC de febrero fue el segundo que difundi¨® el Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner despu¨¦s de la devaluaci¨®n, que supuso un sinceramiento de los precios de la econom¨ªa, y de la difusi¨®n del nuevo IPC, que sustituy¨® al anterior, que siempre rondaba el 1% mensual, menos de la mitad que lo que med¨ªan las provincias. Pero as¨ª como el primer dato del nuevo indicador, el de enero, fue elogiado por casi todos los economistas cr¨ªticos y de la oposici¨®n, el de febrero despert¨® algunos reproches en esos c¨ªrculos, aunque tampoco consideran que haya vuelto la mentira de los siete a?os anteriores.
¡°El kirchnerismo no deja pasar ninguna oportunidad de decepcionar¡±, opin¨® este lunes el economista Eduardo Levy Yeyati, que hab¨ªa elogiado el n¨²mero de enero. Su consultora, Elypsis, hab¨ªa medido en febrero una inflaci¨®n bastante mayor a la oficial, una del 5,3%. ¡°En las mediciones hay siempre un sesgo, pero como mucho podr¨ªa haber una diferencia de un punto porcentual¡±, advierte Levy Yeyati. Sin embargo, otros economistas de consultoras privadas como Camilo Tiscornia, Fausto Spotorno, Marina Dal Poggetto y Jorge Todesca consideraron que el nuevo ¨ªndice sigue siendo cre¨ªble, seg¨²n cuenta el peri¨®dico La Naci¨®n. Kicillof, por el contrario, dedic¨® buena parte de su discurso de este lunes a criticar la metodolog¨ªa de medici¨®n de las consultoras, a las que acus¨® de elaborar encuestas muy escuetas y solo en Buenos Aires, a diferencia del alcance m¨¢s amplio y nacional del IPC oficial. De todos modos, Levy Yeyati aclar¨® que el ¨ªndice no ha vuelto a un nivel tan poco cre¨ªble como lo manipulaba el pol¨¦mico exsecretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, el hombre que control¨® la econom¨ªa argentina hasta noviembre pasado, cuando Kicillof asumi¨® como ministro: ¡°No es el ¨ªndice de Moreno. No creo que esto traiga un problema con el FMI (Fondo Monetario Internacional) porque la diferencia entre los ¨ªndices privados y el nuevo IPC es sutil, no est¨¢ tan abiertamente manipulado¡±.
El FMI hab¨ªa advertido en 2012 que sancionar¨ªa a Argentina si continuaba difundiendo ¨ªndices de inflaci¨®n y de PIB poco cre¨ªbles. Los castigos pod¨ªan ir desde el cierre del grifo para futuros pr¨¦stamos hasta la expulsi¨®n. En ese contexto, Fern¨¢ndez decidi¨® elaborar un nuevo IPC. A¨²n el Fondo no se ha manifestado sobre la calidad del indicador conocido este a?o. Los Kirchner nunca han mantenido una buena relaci¨®n con el FMI, pero el Gobierno argentino necesita ahora normalizar su situaci¨®n financiera internacional, en tiempos en que sufre una escasez de divisas que deriv¨® en la devaluaci¨®n de enero. Buenos Aires anunci¨® el pasado viernes que en mayo comenzar¨¢ la negociaci¨®n formal para que Argentina vuelva a pagar los 9.000 millones de d¨®lares que debe desde 2001 a los pa¨ªses desarrollados que integran el Club de Par¨ªs, entre ellos Alemania, Jap¨®n, Espa?a y Alemania. Algunos de los gobiernos acreedores quieren que el FMI tutele el acuerdo, una exigencia que el Gobierno de Fern¨¢ndez rechaza.
El ministro de Econom¨ªa argentino reconoci¨® este lunes que en febrero continu¨® el impacto de la devaluaci¨®n, que ha sido controlada por el Banco Central a lo largo de ese mes y hasta ahora despu¨¦s del salto inicial del d¨®lar frente al peso. ¡°Hubo algunos actores que pasaron el valor del d¨®lar a sus precios¡±, admiti¨® Kicillof. ¡°Es una acci¨®n que no tiene ning¨²n sentido econ¨®mico¡±, opin¨® el exprofesor de la Universidad de Buenos Aires, frente a la opini¨®n de industriales y comerciantes. Tambi¨¦n observ¨® que empresarios con capacidad de formar precios aprovecharon su poder de mercado para encarecer sus productos.
El ministro destac¨® que desde la segunda mitad de febrero y en la primera de marzo ha detectado una desaceleraci¨®n en la subida de precios. Algunos analistas cr¨ªticos del Gobierno coinciden con esa apreciaci¨®n, aunque la adjudican a la ca¨ªda del consumo que han provocado los aumentos de precios y el alza de tipos de inter¨¦s que adopt¨® el Banco Central para frenar la devaluaci¨®n. Kicillof atribuy¨® la ralentizaci¨®n de los precios a los acuerdos que ha buscado su equipo econ¨®mico con las empresas y a la decisi¨®n de los consumidores de no convalidar los aumentos, es decir, a que no consumieron productos encarecidos.
Los productos y servicios que m¨¢s se subieron de valor fueron los alimentos y bebidas (4%, un alza que afecta en particular a los m¨¢s pobres, que dedican buena parte de sus ingresos a gastarlos en estos bienes), equipamiento y mantenimiento del hogar (4,8%, que incluye art¨ªculos importados), atenci¨®n m¨¦dica y gastos para la salud (6%, sobre todo por el incremento de precios de los remedios; de ah¨ª que el Gobierno firm¨® un acuerdo con farmac¨¦uticas que entr¨® en vigor en marzo) y transporte y comunicaciones (3,9%, por la subida del valor del combustible), entre otros.
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