Europa ampl¨ªa su lista negra mientras prepara nuevas sanciones contra Rusia

La Uni¨®n Europea ha ampliado este jueves, en un golpe de efecto coordinado con Washington, sus listas negras de sancionados por la anexi¨®n de Crimea con personas cada vez m¨¢s cercanas al c¨ªrculo del mandatario ruso Vlad¨ªmir Putin. Por la tarde, el presidente estadounidense, Barack Obama, dedic¨® una corta y en¨¦rgica comparecencia a anunciar medidas destinadas a da?ar sectores claves de la econom¨ªa rusa y, en particular, a se?alar a colaboradores de Putin. La puesta en escena europea fue, l¨®gicamente, distinta, pero el resultado fue el mismo: la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de Bruselas se ha prolongado hasta la medianoche en busca de una respuesta convincente y finalmente ha aprobado ampliar en 12 nombres de alto nivel su lista de sancionados, y ha elevado el tono de las amenazas verbales. Los nombres no se conocer¨¢n hasta este viernes, pero entre ellos hay cargos muy elevados de la administraci¨®n de la Federaci¨®n Rusa, seg¨²n confirmaron el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, y el del Consejo, Herman van Rompuy, en rueda de prensa pasada la medianoche.

Los l¨ªderes dieron un mandato expl¨ªtico a los socios y a la Comisi¨®n para preparar de inmediato ¡°sanciones de largo alcance en los m¨¢s diversos ¨¢mbitos, incluido el embargo de armas¡± en el caso de que Rusia d¨¦ ¡°cualquier nuevo paso que refuerce su comportamiento inaceptable¡±, explic¨® pasada la medianoche el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. Tanto Van Rompuy como el presidente de la Comisi¨®n, Jos¨¦ Manuel Barroso, destacaron que Europa evaluar¨¢ ¡°cualquier incidente adicional¡± para activar la fase tres de sanciones, que incluye duras medidas econ¨®micas. Por ¨²ltimo, los l¨ªderes de la UE han decidido nombrar su propia misi¨®n de observadores en el caso de que la OSCE no pueda hacer su trabajo sobre el terreno.

Palabras, pero no solo palabras: la UE se juega su credibilidad en busca de un equilibrio complicado, que consiste en tratar de robustecer su tradicional poder blando para evitar que Putin flirtee con la idea de extender geogr¨¢ficamente el conflicto. Y, a la vez, sin causar una escalada de represalias econ¨®micas que complique las cosas a dos pasos de sus fronteras.

La UE est¨¢ en una situaci¨®n terriblemente dif¨ªcil. Berl¨ªn y Londres son firmes partidarios de elevar el list¨®n de las sanciones si Rusia ampl¨ªa su amenaza a ¨¢reas del Este de Ucrania ¡ª¡°habr¨¢ m¨¢s medidas si sigue la escalada¡±, dijo la canciller Angela Merkel¡ª, aunque eso tenga consecuencias negativas en Europa. E incluso los socios menos favorables a esa opci¨®n se van quedando sin argumentos ante el desaf¨ªo de Putin. La cumbre debat¨ªa este jueves la posibilidad de encargar a la Comisi¨®n Europea un informe sobre las secuelas de entrar en la fase tres de las sanciones econ¨®micas, como medida de presi¨®n. El dise?o de esas medidas es fundamental para el juego de equilibrios interno en Europa: para ver c¨®mo se distribuye la factura.

Europa ampl¨ªa su lista negra mientras prepara nuevas sanciones contra Rusia

Alemania e Italia son los principales importadores de gas ruso; Francia tiene los mayores contratos militares, y Reino Unido concentra buena parte de las relaciones financieras con Rusia. Putin teme por la fragilidad de su econom¨ªa, pero sabe bien c¨®mo explotar esas diferencias entre los socios. De ah¨ª que Europa haya optado, por ahora, por un enfoque muy gradual: junto con las listas de sancionados ¡ªque se ampliar¨¢n con 12 nombres m¨¢s, seg¨²n las fuentes consultadas; la gran mayor¨ªa est¨¢n tambi¨¦n en la lista norteamericana¡ª, la UE apuesta por cancelar una cumbre con Rusia prevista para junio y anuncia la firma solemne de un acuerdo comercial con Ucrania. Pero, a la vez, quiere seguir dialogando.

Ambas partes tienen mucho que perder: m¨¢s all¨¢ de esa caja de Pandora que supone poner en peligro la estabilidad de las fronteras en Europa, un choque de trenes har¨ªa descarrilar ambas econom¨ªas. El 45% de las exportaciones rusas van a la UE; a su vez, Europa concentra en Rusia un 7,3% de sus ventas al exterior, y es muy dependiente del gas.