El papa Francisco a los mafiosos: ¡°Os lo pido de rodillas, convert¨ªos¡±
Bergoglio agradeci¨® la valent¨ªa de todos aquellos que, pese al dolor de la p¨¦rdida y al miedo, han decidido romper la omert¨¤
Durante m¨¢s de media hora, con la cabeza baja, conmovido, el papa Francisco escuch¨® los nombres de m¨¢s de 700 v¨ªctimas inocentes que, en representaci¨®n de las 15.000 asesinadas por las distintas mafias que operan en Italia, fueron recordadas durante una vigilia celebrada en la iglesia romana de san Gregorio VII. El acto, organizado por la asociaci¨®n Libera, fundada en 1995 por el sacerdote Luigi Ciotti, termin¨® con unas palabras de Jorge Mario Bergoglio dirigidas a los hombres y mujeres de la mafia: ¡°Hab¨¦is tenido un pap¨¢ y una mam¨¢, pensad en ellos, llorad un poco y convert¨ªos. Os lo pido de rodillas, convert¨ªos¡±.
Al principio de la vigilia, Don Ciotti record¨® que ¡°no siempre la Iglesia prest¨® la suficiente atenci¨®n a las v¨ªctimas de la mafia y al fen¨®meno de la criminalidad organizada¡±. Record¨®, no obstante, que el punto de inflexi¨®n se produjo en 1993 con el discurso que Juan Pablo II pronunci¨® en el valle de los Templos de Agrigento (sur de Sicilia), donde ¡ªal igual que ahora Francisco¡ª pidi¨® a los mafiosos que se convirtieran y dejaran de matar. Tambi¨¦n Benedicto XVI, en octubre de 2010, conden¨® a la mafia durante una visita a Palermo. Don Ciotti record¨® ante el Papa que el 70% de los familiares de las v¨ªctimas inocentes de la mafia ¡°a¨²n no conoce la verdad¡± porque los cr¨ªmenes todav¨ªa no han sido resueltos judicialmente, y puso el ejemplo de la periodista Ilaria Alpi y del c¨¢mara Miran Hrovatin, asesinados en Mogadiscio (Somalia) en 1994 mientras investigaban tr¨¢fico de armas y de deshechos t¨®xicos en los que, adem¨¢s de la mafia, estaban presuntamente implicadas algunas autoridades italianas.
Despu¨¦s de la lectura de los nombres de las v¨ªctimas, una mujer se dirigi¨® al papa Francisco: ¡°M¨ªrenos a cada uno de nosotros, lea en nuestros ojos el dolor de la p¨¦rdida de un padre, de una madre, de un hijo, de una hermana, de un hermano, de una mujer, de un marido. Mire en nuestros rostros la se?al de su ausencia, pero tambi¨¦n de su valor, de su orgullo, de nuestras ganas de vivir¡±.
El Papa agradeci¨® la valent¨ªa de todos aquellos que, pese al dolor de la p¨¦rdida y al miedo, han decidido durante todos estos a?os, alentados por asociaciones como Libera, romper la omert¨¤ ¡ªla ley del silencio que tratan de imponer las redes criminales¡ª. Jorge Mario Bergoglio record¨® a Domenico Petruzzeli, el ni?o de tres a?os asesinado ¡°sin piedad¡± el pasado martes junto a su madre y a su compa?ero sentimental en una carretera de Taranto.
¡°No puedo terminar¡±, dijo el Papa, ¡°sin decir unas palabras a los grandes ausentes de hoy, pero protagonistas: hombres y mujeres de la mafia, por favor, cambiar de vida. Nosotros rezamos por vosotros, convert¨ªos. Os lo pido de rodillas, es por vuestro bien. Esta vida que viv¨ªs ahora no os dar¨¢ placer, no os dar¨¢ alegr¨ªa, no os dar¨¢ felicidad. El poder, el dinero que ten¨¦is ahora, de tantos necios sucios, de tantos cr¨ªmenes mafiosos, el dinero ensangrentado no podr¨¦is llevarlo a la otra vida. Convert¨ªos. Todav¨ªa ten¨¦is tiempo de no acabar en el infierno. Es lo que os espera si continu¨¢is por este camino¡±.
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