El principal puerto del Pac¨ªfico colombiano sitiado por la violencia

Resulta parad¨®jico que Buenaventura, el puerto por donde se mueve m¨¢s de la mitad del comercio exterior de Colombia, sea tambi¨¦n el municipio con m¨¢s desplazados del pa¨ªs debido a los cruentos enfrentamientos entre dos bandas criminales que tienen aterrorizada a la poblaci¨®n. As¨ª lo denunci¨® Human Rights Watch (HRW), que el jueves present¨® en Bogot¨¢ un informe que narra la crisis de violencia que all¨ª se vive, luego de entrevistar a m¨¢s de 70 personas.

Este puerto sobre el Pac¨ªfico colombiano en el que viven m¨¢s de 370.000 personas, en su mayor¨ªa afrodescendientes, hist¨®ricamente ha sido azotado por grupos armados, ya sea por las guerrillas, los paramilitares y en los ¨²ltimos a?os, por sus herederos, en este caso las bandas conocidas como Los Urabe?os y La Empresa, instaladas en los barrios de la ciudad, donde se disputan rutas de droga y el control del microtr¨¢fico cometiendo toda clase de abusos que llegan al punto de la aberraci¨®n.

Seg¨²n HRW, estas organizaciones criminales mantienen ¡°casas de pique¡± donde desmiembran a sus v¨ªctimas, en ocasiones cuando est¨¢n vivas. ¡°Por mucho grito que se escuche, el temor no lo deja a uno salir. La gente se da cuenta y sabe d¨®nde hay casas de pique, pero no se mete porque es un temor total¡±, dice un habitante de Buenaventura citado por la ONG. Estas bandas tambi¨¦n reclutan a menores de edad, extorsionan a los comerciantes y hasta restringen la libre circulaci¨®n de sus habitantes, imponiendo las llamadas fronteras invisibles.

¡°La situaci¨®n en Buenaventura es una de las m¨¢s alarmantes que hemos observado en muchos a?os de trabajo en Colombia y la regi¨®n¡±, se?al¨® Jos¨¦ Miguel Vivanco, director para las Am¨¦ricas de HRW en un comunicado. ¡°Tan solo caminar por una calle equivocada puede provocar que uno sea secuestrado y desmembrado; por ende, no deber¨ªa sorprendernos que los residentes huyan por miles¡±.

La existencia de las ¡°casas de pique¡± ha estado en los titulares de los medios colombianos en las ¨²ltimas semanas. Estas viviendas de madera estar¨ªan ubicadas en los barrios m¨¢s pobres sobre la playa. Incluso se han encontrado partes de cuerpos desmembrados a la orilla del mar. La Fiscal¨ªa investiga lo que pudo haber ocurrido en dos de estas casas donde encontraron rastros de sangre a comienzos de marzo.

El miedo caus¨® que en 2013 m¨¢s de 13.000 personas abandonaran Buenaventura, se?ala HRW y agrega que, seg¨²n las autoridades judiciales, en m¨¢s de 150 casos en los cuales se denunci¨® que una persona se hab¨ªa extraviado entre 2010 y 2013, habr¨ªan sido desaparecidas. Y pesar de que ha habido capturas, la impunidad est¨¢ a la orden del d¨ªa.

¡°La Fiscal¨ªa ha iniciado m¨¢s de 2.000 investigaciones de casos de desaparici¨®n y desplazamiento forzado perpetrados en Buenaventura por diversos actores en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, pero ninguna ha tenido como resultado una condena¡±, dice HRW. La tasa de homicidios tambi¨¦n es alarmante. En el pasado Buenaventura ten¨ªa tasas muy altas y hab¨ªan venido bajando, pero volvieron a subir un 50% en el 2013, pasando de 32,4 a 48,6 homicidios por cada cien mil habitantes, seg¨²n la Fundaci¨®n Ideas para la Paz.

Se suma que reina la ¡°ley del silencio¡± impuesta por Los Urabe?os y La Empresa, por lo que las cifras de los delitos podr¨ªan ser mucho mayores. ¡°Existe una sensaci¨®n de enorme indefensi¨®n entre los habitantes de Buenaventura, que por largo tiempo han estado totalmente desprotegidos¡±, se?al¨® Vivanco.

Estos hechos provocaron la reacci¨®n del presidente Juan Manuel Santos, que anunci¨® el refuerzo de las fuerzas del orden, que hasta finales de 2013 sumaban 900 polic¨ªas y 500 miembros de la Armada. Los primeros aumentaron en 650 efectivos.

Sin embargo, HRW recogi¨® testimonios de pobladores que aseguran que la presencia de la polic¨ªa se siente poco en los barrios y que a algunos los han visto reuni¨¦ndose con integrantes de las bandas criminales. Otros afirman que parte de su temor a denunciar se debe a la desconfianza en las autoridades y el temor de que vayan a filtrar la informaci¨®n a los delincuentes.

Para la ONG, el Estado colombiano ¡°no brinda seguridad a comunidades de Buenaventura donde prevalecen amenazas de violencia, asesinatos, desapariciones y desplazamientos¡±. Por eso recomienda que la polic¨ªa tenga una presencia ininterrumpida en los barrios, adem¨¢s que se designe una comisi¨®n independiente para evaluar las desapariciones y se dise?e un plan para sancionar a los responsables, entre otras. Buenaventura tambi¨¦n est¨¢ pendiente de tener un albergue donde puedan refugiarse los desplazados.