¡°Occidente deber¨ªa tratar la crisis ucrania en privado no con amenazas p¨²blicas¡±
El embajador de EE UU en Rusia durante el fin de la Guerra Fr¨ªa rechaza paralelismos
Cuenta Jack F. Matlock, embajador de Estados Unidos en Rusia entre 1987 y 1991, que, al poco de llegar al Kremlin, Mijail Gorbachov envi¨® un memorando a su hom¨®logo norteamericano, Ronald Reagan, en el que ped¨ªa que asuntos sensibles como los derechos humanos se abordaran de manera privada porque, de lo contrario, las denuncias p¨²blicas por parte de Washington, en lugar de ayudar a resolver la situaci¨®n en el seno de su pa¨ªs, contribuir¨ªan a exacerbarla. ¡°Reagan entendi¨® que si hac¨ªa p¨²blicas sus demandas, parecer¨ªa que Gorbachov estaba cumplendo sus ¨®rdenes y trat¨® de extender esa practica a otros ¨¢mbitos, impulsando una diplomacia privada que reforz¨® la cooperaci¨®n¡±, explica Matlock a EL PA?S. Esa reserva fue para el embajador una de las claves que favoreci¨® el fin a la Guerra Fr¨ªa y es la estrategia que defiende para lograr distender la tensi¨®n en Ucrania, frente al intercambio de amenazas y sanciones en p¨²blico que ¡°est¨¢n logrando el efecto contrario, volver m¨¢s intransigente al presidente [Vladimir] Putin¡±.
Durante la Guerra Fr¨ªa, aprendimos a resolver los asuntos m¨¢s delicados y sensibles de manera privada, evitando discutirlos en la esfera p¨²blica"
Frente a quienes atisban en la actitud desafiante de Rusia en Ucrania, con la intervenci¨®n militar, primero, y la incorporaci¨®n, despu¨¦s, de la regi¨®n ucrania de Crimea ¨Cprevio refer¨¦ndum-, ecos de la Guerra Fr¨ªa, el embajador estadounidense, autor del libro Reagan y Gorbachov: C¨®mo termin¨® la Guerra Fr¨ªa, opone razones de fondo y de forma. ¡°Los problemas ahora son bastante m¨¢s limitados en importancia que los que se abordaron entonces, cuando eran m¨¢s significativos a nivel mundial. En la crisis de Ucrania no existen choques ideol¨®gicos¡±, explica. ¡°Durante la Guerra Fr¨ªa, aprendimos a resolver los asuntos m¨¢s delicados y sensibles de manera privada, evitando discutirlos en la esfera p¨²blica. Hoy todas las controversias respecto de Ucrania se han abordado de manera mucho m¨¢s p¨²blica, lo que hace mucho m¨¢s complicado resolver la situaci¨®n¡±.
Matlock opina que la diplomacia, en el caso de Ucrania, ¡°deber¨ªa ser m¨¢s silenciosa¡±. Para el embajador, la estrategia de anunciar sanciones en ruedas de prensa y amenazar con nuevos castigos de manera notoria solo est¨¢ provocando que aumente la tensi¨®n ¡°Lo que se ha conseguido justamente es el efecto contrario, al desafiar en p¨²blico a Putin hemos provocado que acometa con mayor determinaci¨®n lo que ya estaba determinado a hacer¡±, sostiene el embajador que alerta sobre otra consecuencia negativa de esta estrategia adoptada por Occidente. ¡°Deber¨ªamos tener en cuenta que Putin ahora es mucho m¨¢s popular en su pa¨ªs que antes de que estallara la crisis. El presidente ha aparecido como el l¨ªder que se enfrenta al desaf¨ªo internacional¡±, advierte.
El veterano diplom¨¢tico no se opone a las sanciones, pero cree que, ahora mismo, lo que deber¨ªa preocupar a la comunidad internacional no es tanto Crimea como la situaci¨®n que se vive en la propia Ucrania. ¡°El pa¨ªs ha sido incapaz de promover una pol¨ªtica de unidad en estos a?os. Nuestra atenci¨®n deber¨ªa concentrarse en garantizar que Ucrania promueva una estrategia de integraci¨®n, en que desarrolle un sistema de Gobierno distinto del actual que impida, como ahora, que el partido que gane las elecciones controle todas las instituciones, un sistema federal con elecciones en las provincias, de modo que los gobernadores no sean designados por los presidentes y que, seamos realistas, reconstruya su relaci¨®n con Rusia, porque Ucrania nunca podr¨¢ tener ¨¦xito sin ella¡±, sostiene.
Al desafiar en p¨²blico a Putin hemos provocado que acometa con mayor determinaci¨®n lo que ya estaba determinado a hacer¡±
La falta de sinton¨ªa entre el presidente estadounidense, Barack Obama, y Putin es otro factor que diferencia la situaci¨®n actual de la de la Guerra Fr¨ªa y que tambi¨¦n dificulta la b¨²squeda de una soluci¨®n a la crisis internacional. ¡°Putin no es Gorbachov, pero nosotros no empezamos a tener una buena relaci¨®n con ¨¦l hasta haber tratado muchos otros asuntos en privado. Eso lleva tiempo¡±, explica el embajador.
Matlock reconoce que Obama hered¨® una relaci¨®n anclada en la suspicacias que provocaron las pol¨ªticas de sus predecesores ¨Cla expansi¨®n de la OTAN hacia los pa¨ªses de la Europa del Este, con Bill Clinton, el anuncio de planes para ampliar las bases estadounidenses en el B¨¢ltico y los Balcanes o la retirada de EE UU del Tratado Antimisiles, con George W. Bush- y que sus intentos por restablecer la confianza entre ambas potencias ¡°fueron correctos¡±. Sin embargo, la aprobaci¨®n en 2012 por el Congreso de la Ley Magnitsky, que establece sanciones econ¨®micas y la prohibici¨®n de visados a particulares rusos acusados de violaciones contra los derechos humanos en ese pa¨ªs, son medidas que han contribuido a acelerar la tensi¨®n entre ambos pa¨ªses. ¡°Han vuelto a Putin mucho m¨¢s intolerante y eso ha causado un da?o muy importante¡±, advierte.
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