Obama quiere poner fin a la recopilaci¨®n masiva de llamadas de la NSA

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tiene previsto terminar con el pol¨¦mico programa de recopilaci¨®n masiva de llamadas telef¨®nicas de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA). La Administraci¨®n norteamericana trabaja en una propuesta legislativa para reestructurar la forma de acceso, almacenamiento y consulta de esa informaci¨®n, garantizando un mayor control judicial de todo el proceso, muy similar a sendos proyectos de ley que se est¨¢n preparando en el Congreso, uno de los cuales se dar¨¢ a conocer este mismo martes. Ninguno de los tres contempla la reforma o reestructuraci¨®n del resto de los programas de espionaje de la agencia.

El presidente norteamericano ha defendido desde La Haya su iniciativa asegurando que la nueva forma de retenci¨®n de datos que propone "seguir¨¢ permitiendo a EE UU lidiar con las amenazas de ataques terroristas". Para el presidente, ¨¦sa es la mejor v¨ªa para abordar las "dos principales preocupaciones" que se han alzado a raiz de los esc¨¢ndalos de espionaje: garantizar la protecci¨®n de la intimidad de los ciudadanos sin descuidar la seguridad nacional.

La propuesta que prepara la Casa Blanca contempla que sean las compa?¨ªas telef¨®nicas y no la NSA, como ocurre ahora, las que almacenen las bases de datos de las llamadas telef¨®nicas y las que cedan la informaci¨®n de las telecomunicaciones de determinados n¨²meros, sospechosos de pertenecer o estar relacionados con supuestos terroristas, previa orden judicial individualizada del controvertido y secreto Tribunal de Supervisi¨®n de Inteligencia Extranjera, de acuerdo con The New York Times, el primer diario en informar de los planes del presidente. El proyecto de la Administraci¨®n no obligar¨¢ a las compa?¨ªas de telefon¨ªa a que conserven los n¨²meros m¨¢s all¨¢ de los 18 meses que requiere la legislaci¨®n federal ¨Cla NSA los mantiene durante cinco a?os-.

Con esta propuesta, la Administraci¨®n extirpa de las agencias de espionaje el control directo de los datos sin obstaculizar la capacidad del Gobierno de acceder a informaci¨®n relacionada con amenazas terroristas, de acuerdo con el presidente. El proyecto est¨¢ en la l¨ªnea del discurso que Obama pronunci¨® en enero del a?o pasado en el que ya avanz¨® varias reformas en el seno de la NSA con el fin de reducir los riesgos del uso inapropiado de su actividad, entre ellos la progresiva eliminaci¨®n del programa de recopilaci¨®n masiva de llamadas, el que mayor indignaci¨®n levant¨® de todos los revelados por el inform¨¢tico estadounidense, Edward Snowden.

Entonces, el presidente orden¨® al Fiscal General y a las agencias de inteligencia que le presentaran nuevas propuestas sobre la reestructuraci¨®n de ese programa antes del 28 de marzo, fecha en la que expira la orden judicial que autoriza esa pr¨¢ctica de recolecci¨®n masiva de llamadas, conocida cono Secci¨®n 215 ¨Cla disposici¨®n de la Ley Patri¨®tica bajo cuyo amparo se desarroll¨®-. Obama autorizar¨¢ la pr¨®rroga de la orden durante 90 d¨ªas mientras ultima su propuesta de reforma.

La del presidente es una de las varias alternativas legislativas en las que se est¨¢ trabajando en el Congreso. Esta misma ma?ana, los m¨¢ximos representantes del Comit¨¦ de Inteligencia de la C¨¢mara de Representantes, el republicano Mike Rogers y el dem¨®crata C. A. Dutch Ruppersberger, van a presentar su propio proyecto de ley, muy similar al de la Casa Blanca. El borrador que se ha dado a conocer prev¨¦, tambi¨¦n, que sean las compa?¨ªas telef¨®nicas las que gestionen las bases de datos y el rastreo de las llamadas e impide a la NSA recopilar de manera masiva e indiscriminada los datos. A diferencia de la propuesta legislativa de la Administraci¨®n que establece que sea el Tribunal de Supervisi¨®n de Inteligencia Extranjera quien autorice de manera previa e individualizada cada una de las solicitudes que realice la agencia de espionaje a las compa?¨ªas, la norma del Comit¨¦ de Inteligencia solo contempla que a las peticiones de la NSA las acompa?e una directriz del Gobierno.

La disposici¨®n de Rogers y Ruppersberger competir¨¢ en el Capitolio con otra, tambi¨¦n bipartita, en la que est¨¢ trabajando el Comit¨¦ de Asuntos Jur¨ªdicos de la C¨¢mara. ?sta, como las anteriores, tambi¨¦n proh¨ªbe a la NSA la recolecci¨®n masiva de llamadas y, como la de la Casa Blanca, exige una orden judicial previa para acceder a los datos. A diferencia de la del Comit¨¦ de Inteligencia, se determina que la petici¨®n se haga en el marco de una investigaci¨®n sobre terrorismo en curso. En la actualidad, la NSA obtiene informaci¨®n de miles de n¨²meros de tel¨¦fono de tres compa?¨ªas telef¨®nicas y realiza controles y cruces de datos bajo la ¡°presunci¨®n razonable¡± de que est¨¢n relacionados con grupos o actividades terroristas.

A las diferentes propuestas legislativas que se barajan en la c¨¢mara Baja hay que sumar las divergencias de opini¨®n que suscitan entre los senadores los programas de recopilaci¨®n masiva de la NSA. Frente a miembros como la presidenta del Comit¨¦ de Inteligencia del Senado, la dem¨®crata Dianne Feinstein, que defienden el mantenimiento de las pr¨¢cticas de vigilancia de las agencias de espionaje, por considerar que son esenciales para garantizar la seguridad nacional, pero que reconocen la conveniencia de incrementar los requisitos previos para su ejecuci¨®n, otros senadores, encabezados por el colega departido de Feinstein, el senador Patrick Leahy, se han mostrado favorable a la propuesta del Comit¨¦ de Asuntos Jur¨ªdicos de la C¨¢mara, en la que ¨¦l ha trabajado. ¡°El mensaje a la NSA que procede de cada una de las ramas del Gobierno y de cada uno de los rincones de la naci¨®n es de que ha ido demasiado lejos. La recopilaci¨®n indiscriminada de datos debe terminar¡±, ha se?alado Leahy en m¨¢s de una ocasi¨®n.

A falta de determinar qu¨¦ proyecto legislativo se imponga en el Congreso, es evidente que el programa de recopilaci¨®n indiscriminada y masiva de la NSA tal y como existe va a ser desmantelado. Falta por comprobar si la nueva regulaci¨®n ser¨¢ suficiente para eliminar los riesgos de abusos en la ejecuci¨®n de sus tareas de vigilancia.