Los crimeos ya cobran la pensi¨®n en rublos
La divisa ucrania convivir¨¢ con la rusa hasta el 1 de enero La circulaci¨®n de la nueva moneda es a¨²n muy escasa
Tras el control militar del territorio y la anexi¨®n pol¨ªtica, Rusia afianza su presencia en Crimea con la introducci¨®n del rublo como moneda oficial. A un cambio fijo de 3,8 rublos por grivna (una grivna equivale a 0,07 euros), la circulaci¨®n de la divisa rusa, que arranc¨® el lunes, es a¨²n muy escasa en el comercio por la inexistencia de cajas registradoras dobles y de programas de contabilidad capaces de leer la nueva moneda, que coexistir¨¢ con la anterior hasta el 1 de enero, durante el periodo de transici¨®n. La ¨²nica excepci¨®n la constituyen las pensiones, pagaderas desde este martes en rublos a trav¨¦s de las oficinas de correos, que sustituyen provisionalmente al Banco Nacional de Ucrania, encargado de esa funci¨®n hasta la fecha. Los mayores de Crimea, que ganaron su primer dinero en rublos, recuentan rublos al final de sus d¨ªas en una pirueta de la historia y el tiempo.
¡°Esperamos que los bancos est¨¦n operando con normalidad en rublos el 15 de abril, una vez actualizados sus programas inform¨¢ticos. Las tiendas y los servicios a proveedores podr¨¢n trabajar mientras tanto con doble contabilidad, en rublos y grivnas, hasta que el Parlamento adopte una nueva legislaci¨®n sobre divisas, algo previsto para las pr¨®ximas semanas¡±, explicaba el lunes el vice primer ministro del Gobierno de Crimea, Rustam Temirgaliyev. ¡°En el periodo de transici¨®n, las superficies comerciales y las grandes cadenas deber¨¢n etiquetar por partida doble los productos y garantizar el pago en grivnas, porque a¨²n hay pocos rublos en circulaci¨®n¡±, a?ad¨ªa el miembro del Ejecutivo, que eludi¨® concretar una cifra del volumen inyectado en esta primera fase.
Pero un paseo por las principales calles de Simfer¨®pol permite constatar que Crimea es de momento refractaria a esa moneda, y que no hay estantes con etiquetas dobles, tanto en puestos callejeros o peque?os comercios, sin problemas de registro porque solo aceptan efectivo, como en grandes cadenas de supermercados. Tampoco resulta posible pagar con rublos, como pretend¨ªa hacer ayer una ciudadana rusa en una de ellas. ¡°No aceptamos rublos porque la central de la cadena est¨¢ en Kiev y estamos esperando instrucciones¡±, explica el encargado. A los problemas inherentes a la repentina rusificaci¨®n de Crimea se a?ade, como una condena, la pertinaz presencia de Kiev, desde el dominio de Internet, que sigue siendo .ua, a la telefon¨ªa, a¨²n con prefijo ucranio.
¡°Hemos destinado al pago de las pensiones 300 millones de rublos. En abril todos los pagos sociales [seguros, sueldo de funcionarios, etc¨¦tera] se har¨¢n en rublos¡±, explica Temirgaliyev. Pero la primera decepci¨®n de los jubilados ¡ªalrededor de un tercio de los dos millones de habitantes, con pensiones medias de 100 euros¡ª es saber que no aumentar¨¢ su importe, como esperaban. ¡°De momento no equipararemos las pensiones con las rusas¡±, explica Temirgaliyev; ¡°la reestructuraci¨®n del sistema financiero est¨¢ haci¨¦ndose con gran dificultad y no podemos empeorarlo¡±.
De la oficina de correos de un distrito residencial salen pensionistas repasando rublos como si fueran cromos, a medias entre la incredulidad y el cotejo con recuerdos de ¨¦poca sovi¨¦tica. ¡°Son m¨¢s bonitos estos, por lo menos m¨¢s nuevos s¨ª parecen, pero no nos hace ninguna ilusi¨®n, es una cantidad de dinero que no llega para nada¡±, musita uno de ellos.
A falta de decidir cu¨¢l ser¨¢ la entidad que las tramite en el futuro, el pago de las pensiones parece ser el ¨²nico cap¨ªtulo cerrado de esta transici¨®n a trompicones, con el sistema bancario a medio gas por el cierre del principal banco ucranio, Privat Bank, y la reconversi¨®n del resto de entidades cuya matriz se halla en el continente, pues por ley no est¨¢n autorizadas a operar en el extranjero, sea lo que fuere hoy Crimea a ojos de Kiev y del mundo. Con la mayor parte del sistema bancario en manos for¨¢neas, de BNP Paribas a entidades turcas y, naturalmente, ucranias, la transformaci¨®n de la econom¨ªa pide tambi¨¦n a gritos un poco de b¨¢lsamo.
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