Una devaluaci¨®n del bol¨ªvar del 88% exacerba la crisis venezolana
El Gobierno busca rebajar la cotizaci¨®n del d¨®lar y del euro en el mercado negro
Una gigadevaluaci¨®n.El t¨¦rmino lo acu?¨® este martes el economista venezolano ?ngel Garc¨ªa Banchs para recoger el significado de una jornada en la que el valor del bol¨ªvar, la moneda nacional, se licu¨® casi en su totalidad. ?Cu¨¢l fue la escala de la devaluaci¨®n? Depende: si se compara con el precio del d¨®lar establecido en una de las tasas oficiales ¡ªla llamada Cadivi, preferencial, destinada a un rango cada vez menor de importaciones b¨¢sicas¡ª, el derrumbe fue de 88%. Si se mide con otra tasa, la Sicad I ¡ªfijada por los valores de una subasta controlada¡ª, la devaluaci¨®n fue de 77%.
Al incorporar tambi¨¦n una tercera tasa de referencia, la Sicad II, en el de por s¨ª enrevesado sistema de cambios venezolano, el Gobierno venezolano busca rebajar la cotizaci¨®n del d¨®lar estadounidense y de otras divisas fuertes como el euro en el mercado negro.
El acceso restringido a divisas afecta tambi¨¦n al papel para peri¨®dicos
Ese objetivo se cumpli¨®, aunque tan solo sea temporalmente. Seg¨²n los sitios de Internet que marcan las tendencias en ese mercado ilegal ¡ªdesde 2003 el Estado se reserv¨® todas las operaciones cambiarias, y una Ley Penal de Il¨ªcitos Cambiarios proscribe la simple menci¨®n del d¨®lar negro¡ª, el d¨®lar se vend¨ªa este martes en la calle a 58 bol¨ªvares, un precio algo superior a los 51,8 bol¨ªvares que se estableci¨® en el primer d¨ªa de subastas de Sicad II. Hace apenas tres semanas, el precio del d¨®lar paralelo rondaba los 90 bol¨ªvares por unidad.
La nueva tasa, la tercera del sistema oficial, se conoce como Sicad II, pues se trata de una segunda ronda regular de subastas que se celebra bajo el Sistema Alterno de Cambio de Divisas. Si en la primera ronda, Sicad I, se convoca a participar a determinados sectores industriales y de comercio con importantes restricciones prestablecidas en las reglas del juego, en Sicad II las limitaciones son pocas y se busca reproducir el comportamiento del mercado, con la participaci¨®n de bancos comerciales.
La relativa flexibilizaci¨®n que supone el nuevo mecanismo cambiario no implica necesariamente un abandono de la ortodoxia estatalista por parte del chavismo. Tan solo supone un paso t¨¢ctico para afrontar realidades que el Gobierno tilda de coyunturales. Por una parte, instala una v¨¢lvula de escape que modere la demanda de divisas y la alt¨ªsima tasa de inflaci¨®n, que en 2013 fue de casi el 57%. Adem¨¢s, intenta reponer la reserva en bol¨ªvares de la compa?¨ªa petrolera estatal Pdvsa, endeudada con sus proveedores locales y exprimida por las exigencias presupuestarias del Gobierno.
Podr¨ªa resultar un gesto de pragmatismo que apunta a la direcci¨®n correcta, pero llega tarde. ¡°La Tasa de Sicad II (¡) es la m¨¢s grande devaluaci¨®n del bol¨ªvar en la historia (¡) Sin orden fiscal y monetario, seguir¨¢ la ca¨ªda¡±, vaticin¨® el lunes otro destacado economista, Orlando Ochoa, en su cuenta de Twitter.
Durante el primer d¨ªa del Sicad II, se registr¨® escasa participaci¨®n. Prevalecieron las dudas sobre los requisitos acerca del mecanismo. El ¨²nico oferente fue el Estado y trascendi¨® que no fueron favorecidos en la subasta los pedidos por precios menores a los 50 bol¨ªvares por d¨®lar. Con una mayor demanda, su precio deber¨ªa volver a subir. Las divisas son vitales para una econom¨ªa netamente importadora, como la venezolana, y se han convertido en el refugio predilecto de los ahorradores frente a los embates de la inflaci¨®n. Adem¨¢s, el Gobierno ya ha anunciado que la oferta p¨²blica de d¨®lares tendr¨¢ un techo de apenas el 8% del presupuesto anual de divisas, que es, por su parte, menor a lo que el mercado demand¨® durante los dos ¨²ltimos a?os.
Los expertos calculan que el d¨¦ficit alcanz¨® el 18% del PIB en 2013
Aunque Sicad II, con sus debilidades, funcione, ser¨¢ un parche que apenas aliviar¨¢ el problema de fondo que aqueja a las cuentas del Estado venezolano, uno de los principales exportadores de petr¨®leo y due?o de una de las mayores reservas mundiales de crudo: est¨¢ escaso de divisas. La producci¨®n petrolera va en ca¨ªda y en parte est¨¢ comprometida para cumplir acuerdos con los aliados internacionales del chavismo. El gasto p¨²blico creci¨® monstruosamente hasta alcanzar un d¨¦ficit que los expertos calculan en un 18% del PIB en 2013.
Las dificultades que Venezuela ya no disimula para pagar los 3.700 millones de d¨®lares que adeuda a aerol¨ªneas internacionales son un s¨ªntoma de sus estrecheces. El acceso restringido a divisas para importaciones que el Gobierno caracteriza como no esenciales afecta tambi¨¦n al papel para peri¨®dicos. A la cr¨®nica escasez de productos de consumo b¨¢sico se suma un desabastecimiento todav¨ªa m¨¢s marcado. Caracas hace gestiones ante sus aliados ¡ªprincipalmente Argentina, Uruguay y Brasil¡ª para asegurarse env¨ªos de alimentos.
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