La incertidumbre provoca una huida en masa de capitales desde Rusia

La pieza que Rusia ha ganado en el tablero, Crimea, no saldr¨¢ gratis para la econom¨ªa del pa¨ªs, plagada de incertidumbres y atacada por la fuga de capitales, pero eso s¨ª, con una baza que acostumbra a tener a Europa en vilo: su poder energ¨¦tico. El pa¨ªs tendr¨¢ que reservar una parte de sus presupuestos p¨²blicos para ayudar a esta pen¨ªnsula que se ha embolsado, pero hay m¨¢s facturas inmediatas. El Banco Mundial advirti¨® este mi¨¦rcoles de que el pa¨ªs afronta una p¨¦rdida de alrededor de 150.000 millones de d¨®lares (alrededor de 108.700 millones de euros), una estimaci¨®n que supera ampliamente los 120.000 millones de d¨®lares (casi 87.000 millones de euros) que se esfumaron en plena crisis financiera global, en 2008.

De momento, el Gobierno ruso ha reconocido que solo en el primer trimestre del a?o ya se ha producido una erosi¨®n 70.000 millones de d¨®lares, m¨¢s que en todo el a?o pasado (63.000 millones). ¡°Los recientes acontecimientos en Crimea han convertido el prolongado problema de confianza en una crisis de confianza¡±, dijo este mi¨¦rcoles el economista jefe para Rusia del Banco Mundial, Birgit Hansl, en la presentaci¨®n del ¨²ltimo informe del pa¨ªs, seg¨²n recogi¨® Reuters.

Juan Ignacio Crespo, analista financiero, explica que ¡°muchos oligarcas rusos e inversores extranjeros llevar¨¢n a cabo desinversiones por el miedo a las represalias¡±. Y es que a la incertidumbre general por la marcha de la econom¨ªa se suman temores mucho m¨¢s tangibles, como los efectos que las sanciones econ¨®micas desde Estados Unidos pueden tener directamente sobre los fondos invertidos en el pa¨ªs.

El Banco Mundial alerta de que la econom¨ªa rusa puede caer un 1,8%

Los problemas en Rusia complican la marcha de unas econom¨ªas emergentes que han dejado de ser la locomotora de la recuperaci¨®n mundial. El Banco Mundial ha hecho unos n¨²meros del lastre para el crecimiento que puede suponer la crisis de Crimea y la volatilidad de los mercados de conlleva y, en un escenario optimista, con un impacto de corto recorrido, el avance de la econom¨ªa rusa se puede ralentizar al 1,1% en 2014 (frente al 1,3% de 2013, que ya qued¨® muy por debajo de las expectativas), pero si el escenario m¨¢s envenenado proyecta una ca¨ªda del producto interior bruto (PIB) del 1,8%.

Dentro de este contexto, la agencia de calificaci¨®n de riesgos Standard & Poor¡¯s rebaj¨® la semana pasada la nota de Rusia un a dos pasos del bono basura.

Para Juan Ignacio Crespo, ¡°la baza energ¨¦tica que juega Rusia es tambi¨¦n una debilidad porque significa que depende en un alto grado de las exportaciones¡±.

Sin embargo, los mercados se calmaron este mi¨¦rcoles y empezaron a acercarse a los niveles previos a cuando Vlad¨ªmir Putin anunci¨® su intenci¨®n de anexionar Crimea. Los inversores llevan d¨ªas percibiendo que la situaci¨®n se est¨¢ destensando y el rublo logr¨® as¨ª cerrar este mi¨¦rcoles su cuarta jornada al alza: avanz¨® un 0,3%, hasta alcanzar un cambio de 35,4 contra el d¨®lar contra el d¨®lar estadounidense.

Aun as¨ª, la incertidumbre y la fuga de capitales castigar¨¢ a la divisa. ¡°Esperamos que el rublo se deprecie tanto en 2014 como 2015 y vemos una volatilidad muy alta¡±, apunt¨® Hansl, del Banco Mundial. De hecho, la divisa acumula una ca¨ªda del 7% en lo que va de a?o.

Este mi¨¦rcoles tambi¨¦n Ucrania sirvi¨® para calmar las aguas. El Gobierno del pa¨ªs y el Fondo Monetario Internacional (FMI) estaban ultimando las negociaciones para firmar el rescate financiero por un montante de entre 15.000 y 20.000 millones de d¨®lares (de 10.800 a cerca de 15.000 millones de euros). Los flecos pendientes del proceso ten¨ªan que ver con los subsidios p¨²blicos al gas natural, informa Bloomberg, pero la firma del programa de auxilio podr¨ªa tener lugar hoy mismo a tenor de las declaraciones del ministro de Econom¨ªa, Oleksandr Shlapak, quien se?al¨® el martes: ¡°Espero que acabemos hoy las conversaciones con el FMI¡±, aunque a?adi¨®: ¡°si no acabamos hoy, tendremos tiempo hasta ma?ana¡±.