La marea separatista sube en Italia
Una veintena de grupos en 12 regiones propugna romper v¨ªnculos con Roma
Sentado en la puerta de su librer¨ªa veneciana ¡ªun laberinto organizado alrededor de una g¨®ndola llena de libros¡ª, el viejo Frizzo Luigi acaricia un gato negro y comenta, compar¨¢ndolas a su beneficio, las noticias del d¨ªa. Los peri¨®dicos italianos del mi¨¦rcoles traen la historia de un consejero calvo de Campania, la regi¨®n de N¨¢poles, que incluy¨® entre sus gastos pol¨ªticos una factura de tinte para el cabello.
La otra noticia, que acaba de dar la radio, es que la polic¨ªa ha detenido durante la madrugada a 24 separatistas por planear acciones violentas ¡ªentre ellas la irrupci¨®n en la plaza de San Marcos con un tanque de fabricaci¨®n casera¡ª para reclamar la independencia de la regi¨®n del V¨¦neto.
¡°Ah¨ª tiene la diferencia¡±, explica el veterano librero, que cuenta entre los detenidos a viejos compa?eros de lucha, ¡°a nosotros nos detienen por reivindicar lo que ya ¨¦ramos hace mil a?os, la Seren¨ªsima Rep¨²blica de Venecia, mientras que esa tribu del sur, esos ¨¢rabes, se ti?en por cuenta del Estado el pelo que no tienen. No, no busque parecidos. Italia no existe. Y, si existe, nosotros no somos italianos¡±.
¡°El pa¨ªs no existe. Y, si existe, nosotros no somos italianos¡±, dice un secesionista
Ese ¡°no somos italianos¡± del due?o de Acqua Alta ¨Cconsiderada una de las librer¨ªas m¨¢s originales del mundo¡ª cada vez se escucha m¨¢s a lo largo de la geograf¨ªa italiana. No solo en Lombard¨ªa o el V¨¦neto, donde desde hace a?os partidos de tinte xen¨®fobo como la Liga Norte o la Liga V¨¦neta rentabilizan electoralmente esa desafecci¨®n alimentada de estereotipos, sino tambi¨¦n en Cerde?a o incluso Sicilia.
Se trata en muchos casos de una infelicidad cr¨®nica y compartida por la marcha de un pa¨ªs que no funciona, adobada por un sentimiento de superioridad hist¨®rica y econ¨®mica. Aliarse con un pasado remoto ¡ªla Seren¨ªsima existi¨® desde el siglo IX hasta 1797¡ª se convierte en una estrategia para alcanzar un futuro de prosperidad que se les antoja imposible si contin¨²an juntos y revueltos. Un viejo sue?o de independencia, hasta ahora m¨¢s rom¨¢ntico que real, que el mi¨¦rcoles por la ma?ana fue presentado por la polic¨ªa italiana con un rostro m¨¢s feroz del imaginado.
Mientras centenares de japoneses estrenaban la primavera pase¨¢ndose en g¨®ndola por los canales de Venecia, una operaci¨®n policial puso bajo arresto a 24 personas ¡ªentre las que se encontraba el exparlamentario de la Liga V¨¦neta Franco Rocchetta¡ª por planear un asalto a la plaza de San Marcos en recuerdo al que ya protagonizaron la noche del 8 al 9 de mayo en 1997, cuando un grupo de independentistas subi¨® al campanario y coloc¨® una bandera de la vieja Rep¨²blica de Venecia.
De hecho, dos de los ahora detenidos, Luigi Facci y Flavio Contin, tambi¨¦n participaron en aquella acci¨®n y fueron condenados a tres a?os de servicios sociales. Pero en esta oportunidad, seg¨²n la polic¨ªa, el ataque ser¨ªa llevado a cabo por hombres armados que ya hab¨ªan fabricado una especie de tanque colocando un ca?¨®n de 12 mil¨ªmetros en una excavadora.
Aunque el grueso de la operaci¨®n policial afecta a medio centenar de personas y los cargos son de ¡°terrorismo, subversi¨®n del orden democr¨¢tico y fabricaci¨®n y posesi¨®n de armas de guerra¡±, algunos detalles del asunto ¡ªel tanque hecho en casa, los ancianos guerrilleros, las reuniones subversivas en los m¨¢s elegantes restaurantes de la regi¨®n, los solemnes y algo folcl¨®ricos juramentos de fidelidad eterna¡ª desprenden un aroma c¨®mico que muchos analistas italianos no se han resistido a subrayar. Como el hecho mismo de que los distintos movimientos separatistas ¡ªlombardos, v¨¦netos, sardos e incluso sicilianos¡ª se est¨¦n uniendo a trav¨¦s de una plataforma creada para poder separarse mejor¡
Un grupo prepar¨® en Venecia una votaci¨®n en Internet sobre la independencia
Sin embargo, basta echar un vistazo al n¨²mero y la localizaci¨®n de los movimientos secesionistas ¡ªuna veintena en 12 regiones¡ª como al contenido de las escuchas policiales ¡ª¡°esta vez las armas son m¨¢s grandes y disparan de verdad, es necesario instaurar un clima de terror¡±¡ª para entender que esa propensi¨®n, tan romana, a despachar con una broma problemas realmente serios pueda resultar en esta ocasi¨®n una temeridad. Sobre todo porque, como advierte Roberto Cesare, un peque?o industrial de Venecia, el hartazgo es ya muy grande. ¡°Esta es una de las regiones m¨¢s ricas y, sobre todo, m¨¢s trabajadoras¡±, explica mientras guarda cola en la delegaci¨®n de Hacienda, ¡°y s¨¦ que puede sonar poco solidario e incluso xen¨®fobo.
Pero mientras que el sur de Italia arrastra su atraso a trav¨¦s de subvenciones, de evasi¨®n de impuestos, de una econom¨ªa paralela ¡ªpor no decir mafiosa¡ª que consiste en vivir de espaldas al Estado, aqu¨ª los peque?os empresarios como yo¡ª ente que tiene a su cargo a 20 o 30 empleados desde hace a?os¡ª se est¨¢n suicidando porque son incapaces de hacer frente a las deudas y el cr¨¦dito ya no les llega. Muchos estamos tan desesperados que somos capaces de abrazar cualquier idea, por absurda que nos pareciera hace unos a?os¡±.
El golpe policial, que llega a acusar a los detenidos de contactos con la mafia albanesa para la compra armas, se produce adem¨¢s solo unos d¨ªas despu¨¦s de que, a trav¨¦s de una consulta planteada por un grupo secesionista a trav¨¦s de Internet, un 89% de los votantes (unos dos millones seg¨²n los organizadores) se mostrara a favor de la independencia. ¡°Aunque el refer¨¦ndum no ha sido legal¡±, admite tranquilamente Frizzo Luigi en la puerta de su librer¨ªa, ¡°nos ha dado la base para decir lo que pensamos. Nosotros somos v¨¦netos y los italianos son extranjeros. Como el Estado italiano no usa la democracia y ya nos han echado abajo dos posibilidades de refer¨¦ndum, el pr¨®ximo paso ser¨¢ una revuelta fiscal. Estamos dispuestos a no pagar los impuestos al Estado italiano. Y yo le aseguro que eso hace m¨¢s da?o que un ca?¨®n de 12 mil¨ªmetros¡±.
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