Batalla campal en R¨ªo de Janeiro por el desalojo de 5.000 ¡®okupas¡¯

Las movilizaciones de protesta y los zarpazos de un narcotr¨¢fico debilitado no dejan respirar a los gobernantes de R¨ªo de Janeiro a dos meses del arranque de la Copa del Mundo. Las ¨²ltimas im¨¢genes potentes provienen de un solar abandonado y ocupado a finales de marzo por un colectivo de 5.000 personas de baja renta que se dicen v¨ªctimas de una especulaci¨®n inmobiliaria voraz. 1.600 efectivos policiales penetraron en el lugar pasadas las cinco de la ma?ana del viernes con una orden judicial de desalojo. No hubo que esperar mucho para que un primer grupo de personas abandonaran el edificio sin oponer resistencia. Los disturbios comenzaron despu¨¦s de que uno de los l¨ªderes de la ocupaci¨®n del terreno, ya bautizado como ¡°favela da Telejr¡±, se enzarzara en una discusi¨®n con los agentes y se opusiera al desalojo. Poco despu¨¦s, grupos descontrolados incendiaban varias alas de los cuatro edificios que componen el antiguo complejo industrial, propiedad de la empresa de telefon¨ªa Oi.

Las im¨¢genes transmitidas en directo por los principales canales de televisi¨®n brasile?os mostraban a grupos violentos arremetiendo con herramientas de construcci¨®n contra un autob¨²s de la empresa municipal de basuras, que acab¨® hecho a?icos. Unas mil personas se enfrentaron a las unidades antidisturbios lanzando piedras y c¨®cteles molotov, e incendiando un veh¨ªculo de la polic¨ªa militar y varios autobuses. La polic¨ªa respondi¨® disparando pelotas de goma y lanzando bombas de gas lacrim¨®geno. M¨¢s de 25 personas fueron detenidas durante los enfrentamientos, la mayor¨ªa acusadas de aprovechar el caos para saquear supermercados. Las im¨¢genes fueron perfilando a lo largo de la ma?ana una aut¨¦ntica batalla campal. Una m¨¢s de una larga lista que no da tregua a las autoridades cariocas.

La violencia no tard¨® en extenderse a ¨¢reas aleda?as al foco del conflicto. Seg¨²n la polic¨ªa, narcotraficantes de la favela vecina de Rato Molhado dispararon con armas de fuego contra las fuerzas policiales. Poco despu¨¦s, el Batall¨®n de Operaciones Especiales (BOPE) penetr¨® en el suburbio para controlar la situaci¨®n.

La ocupaci¨®n de este terreno de 50.000 metros cuadrados ha sido objeto de pol¨¦mica durante los ¨²ltimos d¨ªas en R¨ªo de Janeiro. Los principales medios locales han documentado lo que a todas luces ha sido la g¨¦nesis de una nueva favela, con im¨¢genes a¨¦reas de calles reci¨¦n demarcadas y terrenos parcelados e identificados con los nombres de sus nuevos propietarios. La construcci¨®n de las chabolas se inici¨® r¨¢pidamente y en cuesti¨®n de d¨ªas se pod¨ªa apreciar c¨®mo algunas ya hab¨ªan sido techadas. Tras una decisi¨®n judicial de desalojo, el alcalde de R¨ªo, Eduardo Paes, tambi¨¦n se pronunci¨® a favor de la expulsi¨®n de los invasores.