El di¨¢logo con el Gobierno ensancha la brecha dentro de la oposici¨®n venezolana
Los moderados recobran el protagonismo que hab¨ªan perdido hace dos meses a manos del ala m¨¢s radical
La vuelta a la realidad tras el receso de Semana Santa trae una certeza: la brecha en la oposici¨®n venezolana se ha profundizado como consecuencia de las posturas irreductibles frente al di¨¢logo convocado por el Gobierno. Valga un hecho y su desarrollo para evidenciarlo. El Viernes Santo se cumplieron dos meses del arresto de Leopoldo L¨®pez, el l¨ªder pol¨ªtico venezolano que convoc¨® las protestas callejeras contra el Gobierno del presidente de Venezuela, Nicol¨¢s Maduro. El martes, el d¨ªa de la ¨²ltima reuni¨®n con el Gobierno, la Mesa de la Unidad, la coalici¨®n de partidos pol¨ªticos de la oposici¨®n que mantiene conversaciones con el Gobierno con el auspicio del embajador del Vaticano en Caracas y los cancilleres de Brasil, Colombia y Ecuador, trat¨® de plantear su liberaci¨®n en el marco de una Ley de Amnist¨ªa para todos los presos pol¨ªticos. La propuesta no fue aceptada por la contraparte.
Con L¨®pez preso crecen las dudas del sector m¨¢s radical de la oposici¨®n venezolana sobre los poderes paliativos del di¨¢logo para resolver la crisis. Era esa una de las condiciones planteadas por Voluntad Popular, la organizaci¨®n de L¨®pez, para sumarse a la delegaci¨®n que ya se ha reunido en dos ocasiones con el equipo designado por Maduro. Con su ausencia y la de los estudiantes universitarios opuestos al Gobierno los moderados han recobrado el protagonismo que hab¨ªan perdido desde hace dos meses con la emergencia de L¨®pez y de la defenestrada diputada Mar¨ªa Corina Machado como los l¨ªderes de la oposici¨®n.
El ala dura de la oposici¨®n no es tan optimista con la situaci¨®n tras el di¨¢logo
¡°La libertad de Leopoldo es un punto fundamental para nosotros, pero estamos buscando la manera de concretarla¡±, admite Ram¨®n Guillermo Aveledo, secretario de la MUD, en una entrevista con este diario. Que eso no se haya logrado incluso antes de sentarse a la mesa alienta las dudas del sector que considera que el di¨¢logo oxigena al chavismo. Hay otra raz¨®n quiz¨¢ m¨¢s poderosa. ¡°El Gobierno sigue muy aferrado a su modelo econ¨®mico y no admite que ese modelo es la causa de los problemas del pa¨ªs¡±, explica Aveledo. ¡°El pacto sobre un modelo econ¨®mico com¨²n a todos los venezolanos demandar¨¢ mucha creatividad pol¨ªtica para resolver problemas y avanzar sin que nadie sienta que sea derrotado¡±, agrega.
Este reconocimiento a las dificultades de pactar un proyecto de pa¨ªs es la base de las profundas desavenencias que mantienen dividida a esta sociedad desde hace tres lustros. Esa resistencia al cambio insufla adem¨¢s el esp¨ªritu insurreccional, de muy modestas proporciones, de la protesta callejera. Al caer la tarde del S¨¢bado Santo en Barquisimeto, en el centro occidente de Venezuela, los estudiantes salieron a protestar en el barrio Fundalara, un sector de clase media de casas de una planta rodeada por edificios m¨¢s lujosos. Cuando la Guardia Nacional pretend¨ªa dispersarlos con disparos de perdigones y bombas de humo los mismos vecinos del sector levantaban las tapas de las alcantarillas para impedir que los veh¨ªculos antimotines persiguieran a los j¨®venes. Otros, m¨¢s osados, los sub¨ªan a sus veh¨ªculos para ayudarlos a escapar y les prestaban apoyo log¨ªstico para que mantuvieran la protestas. Los manifestantes y sus mecenas son personas que no creen en los actos de constricci¨®n que est¨¢ haciendo el Gobierno y est¨¢n organizados para mantenerse en la calle por mucho tiempo.
En ese marco se desarrollan las citas entre Gobierno y la Mesa de la Unidad. Aunque Aveledo prefiere no reclamar logros, s¨ª reconoce como un avance el hecho de que el Gobierno, que se negaba a sacar el debate del plano et¨¦reo de la discusi¨®n ideol¨®gica, haya aceptado ampliar la comisi¨®n de la verdad y formarla con individuos confiables para las partes y revisar el caso del comisario Iv¨¢n Simonovis, el preso pol¨ªtico m¨¢s emblem¨¢tico de estos quince a?os de autodenominada revoluci¨®n bolivariana. Establecer una verdad aceptada por las partes de lo ocurrido en los ¨²ltimos dos meses es, en opini¨®n de Aveledo, la forma de establecer un relato independiente que haga salir al chavismo de la idea de que exigir la renuncia en la calle equivale a un golpe de Estado en c¨¢mara lenta. Con esa verdad, piensa Aveledo, la crisis puede empezar a amainar
El ala dura de la oposici¨®n no es tan optimista. Si bien es partidaria del di¨¢logo, considera que era necesario acumular mucha m¨¢s fuerza para, entonces s¨ª, hacer propuestas que permitieran cambios profundos en la estructura del Estado. La diputada defenestrada Mar¨ªa Corina Machado piensa que en Venezuela no hay una institucionalidad que soporte la profundidad de los compromisos adquiridos en la reuni¨®n del pasado martes: la urgencia legislativa en el nombramiento de los cargos vacantes del Tribunal Supremo de Justicia y el Consejo Nacional Electoral, la medida humanitaria por motivos de salud para el preso pol¨ªtico m¨¢s emblem¨¢tico del r¨¦gimen chavista, el comisario Iv¨¢n Simonovis, y la ampliaci¨®n de la Comisi¨®n de la Verdad. ¡°El di¨¢logo est¨¢ dirigido desde La Habana y todos los poderes est¨¢n sometidos al Ejecutivo¡±, afirma Machado en una entrevista telef¨®nica.
Para esta semana Maduro ha anunciado una nueva ofensiva econ¨®mica que lanzar¨¢ el martes ¡°para equilibrar toda la econom¨ªa¡±. No hay detalles precisos, pero el recuerdo m¨¢s reciente ¨Cla confiscaci¨®n y remate de electrodom¨¦sticos a precios establecidos por el Gobierno, tomada en v¨ªsperas de las elecciones municipales de diciembre pasado- es un precedente nada alentador en t¨¦rminos del clima de acuerdo que deber¨ªa rodear las conversaciones.
Aveledo es consciente de que la comisi¨®n debe producir resultados inmediatos. ¡°Los enemigos del di¨¢logo existen y est¨¢n apostando al fracaso de este esfuerzo para seguir con su agenda¡±, dice. Esa preocupaci¨®n se la han trasladado a los buenos oficiantes. La sombra de cumbres anteriores que se han disuelto en la nada, como el proceso conducido por la OEA en 2003, es el principal quebradero de cabeza de todos los venezolanos.
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