Kiev conf¨ªa en los oligarcas para salvar el este de Ucrania
La crisis consagra el protagonismo pol¨ªtico de los magnates locales
Frente a los 110 multimillonarios que atesoran un tercio de la riqueza rusa, la docena de oligarcas ucranios podr¨ªa parecer en desventaja, tanto en n¨²mero como en la cuant¨ªa, m¨¢s modesta, de sus fortunas. Pero el tradicional protagonismo de estos ¨²ltimos en la vida pol¨ªtica del pa¨ªs, entre bastidores o como puntales del nuevo Gobierno de Kiev, les da una considerable ventaja con respecto a los rusos, que controlan la econom¨ªa pero dependen de las decisiones del Kremlin y, sobre todo, del presidente Vlad¨ªmir Putin.
Por eso el Ejecutivo de Arseni Yatseniuk ha depositado en manos de algunos de ellos la tarea de sujetar las riendas del Este ante el desaf¨ªo prorruso, y delegado en Rinat Ajm¨¦tov, primus inter pares de todos ellos, una delicada mediaci¨®n con los rebeldes del Este. Ajm¨¦tov, aut¨¦ntico fact¨®tum en la regi¨®n de Donb¨¢s, respald¨® durante a?os al expresidente prorruso V¨ªctor Yanuk¨®vich para dejarle caer ante la protesta del Maid¨¢n y retirarse luego a un discreto segundo plano, aparentemente neutral y apenas roto hace diez d¨ªas por sus contactos a dos bandas con Kiev y los rebeldes prorrusos.
Dos de esos oligarcas, Igor Kolomoyski y Sergu¨¦i Taruta, fueron nombrados a primeros de marzo gobernadores de Dnepropetrovsk y Donetsk, sendas provincias del Este y, la ¨²ltima, epicentro de la revuelta. Kolomoyski, que posee la tercera fortuna del pa¨ªs y tiene doble nacionalidad ucrania e israel¨ª, es el fundador del PrivatBank, el m¨¢s importante de los que operaban en Crimea (1.300 empleados, 715.000 clientes, 600 cajeros), y cuyo cierre fulminante ha contribuido a colapsar el sistema bancario en la pen¨ªnsula; cr¨ªtico feroz de Yanuk¨®vich, coquete¨® en su d¨ªa con Yulia Timoshenko.
Taruta, por su parte, es blanco de la ira de los prorrusos de Donetsk. De hecho, ¡°la actual rebeli¨®n dio sus primeras se?ales hace semanas, con ataques de baja intensidad contra oficinas del imperio Taruta y comisar¨ªas de polic¨ªa¡±, recordaba recientemente en Donetsk Andrei Purgin, l¨ªder del grupo radical Rep¨²blica de Donetsk, responsable del asalto a la sede del Gobierno regional el 6 de abril. ¡°La gente est¨¢ harta del gobierno en la sombra de los oligarcas, pero que los nombren gobernadores es una afrenta que no vamos a permitir¡±.
¡°No es de extra?ar que Kiev recurra a oligarcas para apuntalar zonas sensibles en el este del pa¨ªs; adem¨¢s, ya no tienen nada que hacer en Crimea, de donde se baten en retirada ante la llegada de los rusos. Los oligarcas son los primeros interesados en una Ucrania estable y unida. Si el Este sigue los pasos de Crimea tendr¨ªan todas las de perder ante sus colegas rusos, mucho m¨¢s poderosos. Y para la mayor¨ªa de la poblaci¨®n son un poder incontestable¡±, explicaba el periodista Andrei Grimov en Donetsk. Ajm¨¦tov ha reiterado en sus escasas declaraciones tras el vuelco en el poder en Kiev ¡ªla mayor¨ªa mediante comunicados¡ª su apuesta por una Ucrania territorialmente ¨ªntegra y una salida negociada a la crisis.
Ajm¨¦tov no ha cumplido los 50, fue parlamentario en Kiev por el Partido de las Regiones de Yanuk¨®vich y atesora 12.000 millones de d¨®lares en bienes e inversiones, algunas de ellas en Crimea. ¡°Ajm¨¦tov patrocin¨® durante a?os el Partido de las Regiones, muy poderoso en Crimea y esencial a la hora de inclinar la balanza hacia Rusia. Pero ahora guarda una exquisita equidistancia ante la crisis¡±, contaba recientemente el periodista Sergu¨¦i Mokrushyn en Simfer¨®pol. ¡°Su ¨²ltima inversi¨®n aqu¨ª fue una gran cementera en Kerch [donde se construir¨¢ un puente sobre el mar de Azov]. Controla infraestructuras y tiene intereses en los puertos¡±.
Entre la pen¨ªnsula anexionada por Rusia el 21 de marzo y la patria chica de Ajm¨¦tov, Donetsk ¡ªconocida popularmente como la ¡°capital del crimen organizado¡±, y con un inquietante aspecto de c¨¢mara acorazada¡ª, hay, o hab¨ªa, muchos v¨ªnculos. ¡°En Crimea no hay oligarcas obvios, solo millonarios que no pueden ser calificados de tales. Los que operaban hasta ahora son oligarcas ucranios con muchos intereses locales¡±, explica Mokrushyn. La nomenklatura del poder ucranio se expresaba tambi¨¦n en las andanzas de Dmitro Firtash, el rey del gas detenido hace unas semanas en Viena y ¡°due?o de una industria petroqu¨ªmica en el norte de Crimea¡±, o Lev Mirimski, ¡°que es miembro del Parlamento de Kiev¡±, a?ade Mokrushyn. Solo la clientela pol¨ªtica de Ajm¨¦tov y Firtash reun¨ªa a 80 diputados del partido de las Regiones.
El poder financiero se declina con sangre desde que la descomposici¨®n de la URSS diera paso a una legi¨®n de oligarcas de origen no precisamente legal. Anna K. recuerda al inicio de los a?os noventa una guerra sin cuartel en Crimea. ¡°Simfer¨®pol parec¨ªa Chicago. Tiroteos, explosiones, coches de los que ca¨ªan cad¨¢veres como fardos. Nuestros padres no nos dejaban volver solos del instituto. Eran ajustes de cuentas por el reparto de los negocios¡±, explica esta abogada. De esa ¨¦poca datan los ostentosos mausoleos de g¨¢nsteres locales en el cementerio nuevo de la ciudad. De entonces data tambi¨¦n la fortuna de muchos de los oligarcas de la regi¨®n, de Ucrania a Crimea, y viceversa (o Rusia). Y aunque la corrupci¨®n ha ganado la partida a la actividad criminal ¡ªel mismo Sergu¨¦i Axi¨®nov, primer ministro de Crimea, es un superviviente de la lucha de clanes de los noventa¡ª, de la costumbre de resolverlo todo a tiros quedan resabios, recuerda Mokrushyn, como ¡°el asesinato de cinco alcaldes en los ¨²ltimos dos a?os por reparto de negocios¡±.
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