Ir¨¢n sube hasta un 75% el precio de la gasolina y gasoil
A pesar del riesgo inflacionario, no ha habido protestas La reducci¨®n de los subsidios busca liberar recursos estatales
Tras la inevitable jornada previa de largas colas en las gasolineras, los iran¨ªes han encajado con resignaci¨®n los nuevos precios de los carburantes que entraron en vigor la pasada medianoche. El aumento, de hasta el 75% para la gasolina y el 60% para el gasoil, hab¨ªa sido anunciado con anterioridad como parte del plan para reducir los subsidios de los productos energ¨¦ticos y acercar estos al valor de mercado. Aunque no hubo noticias de incidentes, esta nueva subida es otra prueba para los iran¨ªes, que empiezan a desesperar ante la lentitud de la recuperaci¨®n econ¨®mica prometida por Hasan Rohani.
El litro de gasolina subvencionada ha pasado de 4.000 a 7.000 riales (de 9 a 16 c¨¦ntimos de euro), un incremento del 75%. Cada automovilista tiene derecho a comprar 60 litros mensuales a ese precio. A partir de ah¨ª, la gasolina libre se fija a 10.000 riales, frente a los 7.000 que ven¨ªa costando hasta ahora. El gasoil sube de 1.500 a 2.500 riales (el 60%).
Aunque todav¨ªa los precios siguen entre los m¨¢s baratos del mundo, el aumento coincide con un momento delicado. Rohani fue elegido presidente el pasado junio con la promesa de reavivar la econom¨ªa, v¨ªctima de a?os de mala gesti¨®n y de las sanciones internacionales por el programa at¨®mico. Un a?o despu¨¦s, los iran¨ªes no est¨¢n sintiendo a¨²n el efecto de la reducci¨®n de la inflaci¨®n (del 44% al 32%) o de las negociaciones nucleares, y algunos empiezan a perder la esperanza.
¡°?Qu¨¦ vamos a hacer? Necesitamos ir al trabajo y desplazarnos¡±, comenta desde Teher¨¢n un profesional. La fuente asegura que la ciudad estaba tranquila y que no hab¨ªa visto una inusual presencia policial.
En 2007, cuando se anunciaron las primeras medidas de racionamiento de los combustibles, hubo protestas en todo el pa¨ªs y algunos conductores indignados prendieron fuego a dos gasolineras en la capital. Desde que Ir¨¢n nacionaliz¨® la industria del petr¨®leo en 1951, la pol¨ªtica de subvenciones ha hecho que los iran¨ªes vean la gasolina barata como un derecho. Eso ha llevado a un c¨ªrculo vicioso de consumo desmedido.
A pesar de ser el cuarto productor mundial de crudo, el pa¨ªs se ve obligado a importar una d¨¦cima parte de los 70 millones de litros diarios que utiliza, por falta de capacidad de refino. Seg¨²n datos oficiales, las subvenciones a los cereales, las medicinas y, sobre todo, a los productos energ¨¦ticos superan los 80.000 millones de d¨®lares, una sexta parte del PIB. Con la progresiva liberalizaci¨®n de los combustibles, el Gobierno espera que se reduzca su dispendio y tambi¨¦n reducir el contrabando hacia los pa¨ªses vecinos.
Desde que se iniciara el nuevo a?o iran¨ª, el pasado 21 de marzo, tambi¨¦n ha subido el precio de la electricidad, el agua y el gas (entre un 20% y un 25%). Algunos diputados han advertido de que el aumento del coste de la vida puede generar protestas. El propio presidente ha reconocido el riesgo inflacionario de las medidas, pero conf¨ªa en que liberar¨¢n 18.000 millones de d¨®lares para invertir en infraestructuras, producci¨®n industrial y transportes p¨²blicos.
El predecesor de Rohani, Mahmud Ahmadineyad, empez¨® a recortar los subsidios en 2010. Pero suspendi¨® la segunda fase, prevista para marzo de 2012, ante el temor a que desatara una inflaci¨®n incontrolada. Para compensar las subidas de los precios y evitar las protestas, tambi¨¦n puso en marcha un controvertido sistema de ayudas econ¨®micas directas. Esas subvenciones (en la actualidad de unos diez euros mensuales por persona) debieran haberse limitado a los m¨¢s pobres, pero se convirtieron en algo generalizado.
Ahora, ahora el nuevo presidente ha fracasado en su intento de que quienes no las necesitan renuncien a ellas. Despu¨¦s de una intensa campa?a publicitaria, solo 2,5 millones de iran¨ªes se han dado de baja; un 95% de sus 77 millones de habitantes insisten en recibir esa ayuda que cuesta mil millones de d¨®lares mensuales al Estado.
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