Un refer¨¦ndum sobre la gesti¨®n de Al Maliki al frente de Irak
Tras dos legislaturas al frente del Gobierno, el pol¨ªtico aspira a conseguir un tercer mandato


Las elecciones de hoy en Irak tienen mucho de refer¨¦ndum sobre la gesti¨®n del primer ministro, Nuri al Maliki. Tras dos legislaturas al frente del Gobierno, el veterano pol¨ªtico aspira a conseguir un tercer mandato. Pero ocho a?os en el cargo son tambi¨¦n ocho a?os de desgaste y su figura, que inicialmente concit¨® la unanimidad de EE UU e Ir¨¢n, resulta ahora mucho m¨¢s controvertida. Cuenta, eso s¨ª, con la ausencia de un rival con suficientes apoyos.
Para los iraqu¨ªes, como para Washington y Teher¨¢n, lo m¨¢s importante es la estabilidad. La campa?a de Al Maliki ha girado sobre ese objetivo (incluso con salidas a la calle, oportunamente difundidas por televisi¨®n). Sin embargo, la vuelta a unos niveles de violencia que el pa¨ªs no viv¨ªa desde 2008 ha minado su mensaje. Mientras, su Gobierno se ha desprestigiado ante el avance de los insurgentes sun¨ªes, cada vez m¨¢s cerca de Bagdad, y la venganza de las milicias chi¨ªes sobre la poblaci¨®n sun¨ª, a menudo en connivencia con las fuerzas de seguridad.
Al Maliki, de 63 a?os, lleg¨® a primer ministro en 2006, en parte porque tanto Ir¨¢n como EEUU (con quien colabor¨® tras el derribo de Saddam) creyeron que iba a ser maleable. Pero el discreto l¨ªder de Dawa, conocido como Jawad durante sus a?os de exilio en Siria e Ir¨¢n, se iba a revelar como un pol¨ªtico ambicioso y con ideas propias.
Durante su primer mandato cumpli¨® el compromiso de frenar a los ¡°grupos armados organizados que operan fuera de la ley¡±. Para su cr¨¦dito, no solo hizo frente a los insurgentes sun¨ªes, sino que adem¨¢s puso coto a las milicias chi¨ªes que empezaban a tomarse la justicia por su mano. En 2010, tambi¨¦n abord¨® la campa?a electoral con un discurso no sectario.
Ahora, sin embargo, no ha tenido empacho en presentarse como defensor de los chi¨ªes frente a los extremistas sun¨ªes que se han hecho fuertes en la provincia de Al Anbar. Sus promesas de unidad nacional han desaparecido, a la vez que su concentraci¨®n de poder (acumula las carteras de Defensa, Interior y Seguridad Nacional) le granjeaba enemigos no solo entre los l¨ªderes ¨¢rabes sun¨ªes y kurdos, sino entre los de su propia comunidad, ¨¢rabe chi¨ª.
Incluso en el sur del pa¨ªs, donde se concentra la mayor¨ªa de la poblaci¨®n chi¨ª, ha habido recientemente signos de que su popularidad empieza a decrecer. Incluso ha recibido las cr¨ªticas de alg¨²n ayatol¨¢ por su falta de progreso en Al Anbar y la corrupci¨®n. Grupos como Al Mutawin o Al Ahrar, que agrupan a sus rivales pol¨ªticos, podr¨ªan buscar un candidato alternativo, ya que no se espera que ning¨²n partido obtenga una mayor¨ªa suficiente. Sin embargo, sus diferencias dificultan el consenso. En 2012, ya intentaron un voto de confianza y fallaron. Para muchos iraqu¨ªes, Al Maliki sigue siendo la opci¨®n ¡°menos mala¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
