¡°?Con qui¨¦n vamos a dialogar?¡±
L¨ªderes de las protestas del este justifican su ruptura con Ucrania Creen que solo un refer¨¦ndum garantizar¨¢ los derechos de los rus¨®fonos
Los l¨ªderes de las protestas del este de Ucrania, que desaf¨ªan a Kiev con la convocatoria de un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n para el pr¨®ximo d¨ªa 11, son personajes variopintos. Entre aquellos a quienes obedecen los milicianos armados y los defensores enmascarados de la llamada Rep¨²blica Popular de Donetsk (RPD) est¨¢n el historiador Miroslav Rudenko, comandante de las Milicias Populares (Narodnoe Opolchenie Donbassa) y el minero Alexandr Zaj¨¢rchenko, l¨ªder del grupo Oplot.
El PAIS convers¨® con estos dos revolucionarios en Donetsk. Rudenko se ha instalado en la ocupada y paralizada Administraci¨®n provincial, mientras Zaj¨¢rchenko act¨²a desde la alcald¨ªa, edificio que sus hombres controlan sin interferir en las tareas administrativas. Ambos se someten a otros jefes exiliados en Rusia, como Yevgueni Zhilin, el fundador de Oplot, originario de J¨¢rkov; y Yekaterina G¨²bareva, la esposa de P¨¢vel G¨²barev, el jefe de las Milicias Populares, encarcelado en Kiev y acusado de intento de golpe de Estado, tras proclamarse ¡°gobernador popular¡± de Donetsk a principios de marzo.
Rudenko y Zaj¨¢rchenko rechazan a las autoridades provisionales encumbradas por el Maid¨¢n (las protestas que derrocaron al presidente V¨ªctor Yanuk¨®vich) de Kiev. Ambos consideran el ref¨¦r¨¦ndum como el ¨²nico camino para asegurar los derechos de los rusoparlantes en el este de Ucrania. Rudenko subraya la pertenencia al Imperio Ruso de esos territorios y se?ala que, tras su independencia, Ucrania ¡°se afirm¨® primero como una entidad diferente de Rusia y despu¨¦s como una entidad antirrusa¡±.
¡°En 2012, durante la Eurocopa de f¨²tbol [celebrada en Polonia y Ucrania], me pas¨¦ una semana agitando la bandera ucraniana y gritando ¡®Viva Ucrania¡¯ en el estadio¡±, afirma Zaj¨¢rchenko, ¡°Hasta noviembre del a?o pasado, me sent¨ªa orgulloso de mi pa¨ªs y de mi gente. Pero he descubierto que Ucrania no me necesita, ni como habitante, ni como ciudadano y estoy ofendido porque estas autoridades surgidas del Maid¨¢n me tratan como un paria¡±.
Oplot ataj¨® ¡°varios intentos de contrarrevoluci¨®n desde dentro¡± en la Administraci¨®n provincial, edificio que decidi¨® abandonar porque el clima en ¨¦l ¡°no era muy sano¡±, dice Zaj¨¢rchenko refiri¨¦ndose a la disciplina ¡°Ahora solo tenemos un grupo en el segundo piso y, si hay una urgencia, nos llaman y en 10 minutos estamos all¨ª¡±, agrega.
Tanto Zaj¨¢rchenko como Rudenko quisieran m¨¢s apoyo de Rusia, pero no le hacen reproches. ¡°No hay ayuda militar de Rusia, pero hay declaraciones diplom¨¢ticas¡±, dice Zaj¨¢rchenko, cuya esperanza de poder resolver el conflicto sin violencia disminuye a medida que aumentan los muertos. ¡°Quisieramos m¨¢s ayuda, pero entendemos las leyes de las relaciones internacionales y, si bien no nos puede ayudar abiertamente, tampoco nos puede abandonar¡±, dice Rudenko.
Zaj¨¢rchenko reconoce que no sabe ¡°c¨®mo parar este proceso que ha ido tan lejos¡±.¡±En Slaviansk muere gente y en otras localidades de Donetsk cada d¨ªa env¨ªan a personas a luchar all¨ª¡±, dice, poniendo el ejemplo de una calle de Donetsk, cuyos vecinos ¡°se reunieron, juntaron las cinco carabinas y la remesa de balas que hab¨ªa en el barrio y mandaron a ocho chicos a Slaviansk en un coche con el dep¨®sito de combustible lleno y provisiones¡±. ¡°En lugar de escucharnos, Kiev nos mand¨® carros blindados y aviones. Si est¨¢n dispuestos a mandarnos el Ej¨¦rcito, ?con qui¨¦n debemos dialogar?¡±, dice el l¨ªder de Oplot, y a?ade: ¡°La situaci¨®n se nos escapa a todos. Hace una semana hubiera intentado que la voz de mi coraz¨®n y mi raz¨®n llegara hasta Kiev, pero ahora el coraz¨®n me dice que defienda lo m¨ªo y ya no tengo deseo de ponerme de acuerdo con nadie. Mi raz¨®n a¨²n es sobria y entiende que habr¨¢ mucha sangre, pero en mi interior hay un fuego que me consume lentamente. Yo puedo controlar mis emociones, pero otros creen que les traicionamos porque no disparamos ni quemamos los tanques¡±. Zaj¨¢rchenko opina que la Rep¨²blica Popular de Donetsk a¨²n tiene potencial de movilizaci¨®n y que los mineros no se han involucrado plenamente.
Rudenko acusa de doble moral a Kiev, EE?UU y la UE por apoyar al Maid¨¢n y verlos a ellos ¡°como unos salvajes a los que se puede obligar a renunciar a sus convicciones¡±.
Zaj¨¢rchenko se uni¨® a Oplot durante las protestas contra Yanuk¨®vich en Kiev. ¡°Oplot¡±, dice, ¡°era la ¨²nica organizaci¨®n que ped¨ªa armas para poner orden en el pais¡±. Desmantelada en J¨¢rkov, la ciudad donde fue fundada, Oplot ha arraigado en Donetsk, donde es ¡°una de las organizaciones con m¨¢s capacidad de combate¡±.
Por su parte, las Milicias Populares se consideran la ¡°organizaci¨®n m¨¢s fuerte¡± de cuantas est¨¢n en la Administraci¨®n povincial y tiene ¡°un brazo armado¡± que decide sobre el terreno en Slaviansk.
Rudenko prepara activamente el refer¨¦ndum. ¡°No hay otro camino¡±, porque para las autoridades "todos nosotros somos delincuentes, terroristas y extremistas a los que hay que encerrar por largo tiempo¡±. Dos o tres semanas despu¨¦s del plebiscito, habr¨¢ elecciones para los consejos a todos los niveles¡±, asegura.
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