Italia: unas elecciones cruciales

La noche del 25 de mayo, las elecciones al Parlamento Europeo pueden cambiar de manera incluso radical el destino de la pol¨ªtica italiana. Por primera vez en los ¨²ltimos 20 a?os, un jefe de Gobierno, Matteo Renzi, pide el voto de los italianos con un mensaje positivo, en apoyo de un gigantesco programa de reformas, de las que una m¨ªnima parte son realidad y la mayor¨ªa solo promesas, pero en un intento de invertir la tendencia a que los gobernantes en activo caigan siempre derrotados en cualquier elecci¨®n nacional posterior a las legislativas.

La noche del 25 de mayo, por primera vez en los ¨²ltimos 20 a?os, el principal protagonista de la Segunda Rep¨²blica, Silvio Berlusconi, corre peligro de descender por debajo del umbral psicol¨®gico del 20%, un acontecimiento que har¨ªa casi imposible una nueva resurrecci¨®n. Y por primera vez en la historia de la Rep¨²blica, un dirigente antisistema, Beppe Grillo, trata de conducir el Movimiento de las Cinco Estrellas al primer puesto, un objetivo dif¨ªcil pero no imposible. Y, si un populista como Grillo resultase victorioso, la pol¨ªtica italiana volver¨ªa a transformarse, con consecuencias que nadie, ni pol¨ªticos ni observadores, ha analizado hasta ahora desde el punto de vista te¨®rico.

En las elecciones generales de febrero de 2013, la no victoria del vencedor previsto, el Partido Democr¨¢tico de Pier Luigi Bersani, fue acompa?ada de una inmensa redistribuci¨®n de los votantes, un vuelco trascendental, el tercero en las 279 elecciones legislativas que se han celebrado en 16 pa¨ªses europeos desde 1945. Las elecciones europeas van a servir para verificar la pregunta de fondo: ?el sistema se consolidar¨¢ o va a continuar el tsunami?

En los 15 meses posteriores a las elecciones se han acumulado heridas desgarradoras que permiten pensar en temblores de adaptaci¨®n. Por primera vez en la historia de la Rep¨²blica, el jefe de Estado fue reelegido; el gobierno se confi¨® a un personaje, Enrico Letta, que no hab¨ªa participado en la contienda electoral; el monol¨ªtico partido de Berlusconi se escindi¨® en dos; el ambicioso ex primer ministro Mario Monti despilfarr¨® su discreto "premio" electoral; el nuevo, Matteo Renzi, con un liderazgo audaz y decisivo, ha apartado a los comunistas, que encabezaban la izquierda desde hac¨ªa 20 a?os. Permanecen en el campo de batalla Renzi, Berlusconi y Grillo, adem¨¢s de dos partidos secundarios (el Nuevo centro derecha y la Liga), y todos ellos han desarrollado una campa?a llena de referencias a Europa, pero centrada en los temores y los asuntos internos. Con una paradoja: en el nuevo sistema tripolar a la italiana, los destinos de los principales protagonistas est¨¢n estrechamente ligados. El hombre nuevo, Renzi, debe confiar en que el m¨¢s antiguo, Berlusconi, no sufra una ca¨ªda irreversible, que pondr¨ªa en peligro el Gobierno. Y el c¨®mico Grillo solo podr¨¢ sonre¨ªr si roba votos a los otros dos. Ahora bien, si el 25 de mayo se descubre que el tripolarismo a la italiana es paralizador, se ver¨ªa amenazado el en¨¦simo renacimiento de un pa¨ªs que se detuvo hace 20 a?os y a¨²n no se ha recuperado.

Traducci¨®n: Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.