Doce muertos por un derrumbe en una mina ilegal en Colombia

Sin descanso contin¨²an los trabajos de rescate en una mina ilegal de oro en la vereda San Antonio, del municipio caucano de Santander de Quilichao (oeste de Colombia), en donde el mi¨¦rcoles pasado toneladas de tierra y barro sepultaron a por lo menos 16 mineros artesanales de los cuales, cuatro siguen sin aparecer, por lo que la tragedia deja hasta ahora un saldo de 12 muertos que ya fueron rescatados, tres de ellos el mismo d¨ªa del derrumbe, ocho m¨¢s el s¨¢bado y uno este domingo.

Ha sido tal la desesperaci¨®n de los familiares, que algunos de ellos han pedido participar en la remoci¨®n de escombros que realizan m¨¢s de 70 bomberos de dos departamentos, unidades de rescatistas del ej¨¦rcito, la polic¨ªa, Defensa Civil y Cruz Roja, que suman un total de 400 socorristas. Estos se han valido de las retroexcavadoras que se usan para la explotaci¨®n del oro en la zona aleda?a a la ribera del r¨ªo Quinamay¨®, que atraviesa toda esta regi¨®n al suroccidente de Colombia.

En la larga espera, cientos de personas se agolpan en el filo de la monta?a que da acceso a la mina ilegal de unos 100 metros de largo, con la esperanza de que los que contin¨²an sepultados puedan estar con vida, algo que parece remoto, ya que los cuerpos hallados hasta ahora estaban a una profundidad de 20 metros.

Una familia ha perdido dos hijos: quedan nueve ni?os hu¨¦rfanos

Familiares de los desaparecidos han reconocido que muchas personas de la regi¨®n que se dedicaban al campo, se aventuraron a trabajar por pura necesidad en este tipo de minas en las que sin ninguna medida de seguridad se construyen socavones en las riberas del r¨ªo. Las retroexcavadoras abren los socavones formando a lado y lado monta?as de tierra y es ah¨ª cuando los improvisados mineros, llamados barequeros, entran a buscar el oro. Hasta ahora, nadie da raz¨®n de qui¨¦nes son los due?os de estas m¨¢quinas, que pueden costar unos 150.000 d¨®lares cada una.

Esto fue lo que le ocurri¨® a la familia Carabal¨ª, que ha denunciado que tiene cinco desaparecidos, tres hombres y dos mujeres. ¡°Les rogu¨¦ hasta el cansancio que no fueran a la mina de noche, que era peligroso, pero de necios se fueron y ahora no los voy a poder tener m¨¢s en la casa¡±, relat¨® a medios locales la madre de los hermanos Joiner y Meller de 36 y 39 a?os. En total, en esta familia quedan nueve ni?os hu¨¦rfanos.

El derrumbe en San Antonio ha reactivado el debate en torno a la falta de control por parte del Estado a la miner¨ªa ilegal en el pa¨ªs que en su gran mayor¨ªa es controlada por grupos armados ilegales. Seg¨²n los reportes de los medios locales, solo en la regi¨®n del r¨ªo Quinamay¨®, puede haber cerca de 50 minas a cielo abierto sin ning¨²n permiso de funcionamiento. ¡°No podemos seguir llorando sobre tragedias anunciadas¡±, dijo este domingo el vicepresidente Angelino Garz¨®n haciendo un llamado a que se coordine la erradicaci¨®n de este tipo de minas entre el gobierno, la polic¨ªa y los territorios.

Precisamente, el alcalde de Santander de Quilichao ha explicado que en el pasado intentaron cerrar la mina de San Antonio decomisando la maquinaria, pero los mineros artesanales no lo permitieron, ya que el rebusque del oro representa su ¨²nico ingreso. Esto, a pesar de que se han registrado m¨¢s muertes en otras ocasiones ¨Cse habla de cerca de 40¨C, cuyos cuerpos siguen enterrados. El ministro de Minas, Amylkar Acosta, no niega la responsabilidad del gobierno y ha dicho hay ¡°mafias que usan a la gente humilde como escudos humanos para impedir los operativos policiales¡±.

Se estima que solo en esta regi¨®n de Colombia, unas dos mil personas extraen oro de manera ilegal. Y seg¨²n un reportaje del diario El Pa¨ªs, de Cali, a diferencia de lo que afirman algunas autoridades locales, en el sentido de que la guerrilla est¨¢ detr¨¢s de este negocio, ¡°lo que dicen los lugare?os es que hay una mafia organizada a la que muchos miran con benepl¨¢cito y agradecen la generaci¨®n de empleo en la zona¡±. Esto a pesar de que el da?o ambiental es evidente y poco queda de aquellas tierras donde hasta hace poco se viv¨ªa de la agricultura.

Seg¨²n cifras oficiales, en lo corrido del a?o se han registrado 43 muertes de mineros, de los cuales, 30 trabajaban en minas ilegales.