Un nuevo ataque aumenta el temor al terrorismo islamista en China

El conflicto ¨¦tnico y nacionalista que sufre la regi¨®n aut¨®noma china de Xinjiang, hogar de la minor¨ªa ¨¦tnica musulmana uigur, ha entrado en una nueva fase en los ¨²ltimos meses. Los ataques armados que regularmente castigan a esta zona del oeste del China est¨¢n cada vez mejor organizados, se producen tambi¨¦n fuera de Xinjiang y buscan causar v¨ªctimas entre la poblaci¨®n civil, cuando hasta hace poco iban principalmente dirigidos contra miembros de las fuerzas de seguridad y comisar¨ªas de polic¨ªa en la regi¨®n aut¨®noma.

Seis personas han resultado heridas este martes en un ataque a cuchilladas llevado a cabo por un solo asaltante en una estaci¨®n de tren de Guangzhou (capital de la provincia sure?a de Guangdong), seg¨²n ha informado la polic¨ªa. El autor, que no ha sido identificado, ha sido detenido tras haber resultado herido por disparos de los agentes. Informaciones iniciales hab¨ªan hablado de cuatro asaltantes, y de que uno de ellos hab¨ªa muerto por disparos de las fuerzas de seguridad.

Las autoridades no han explicado el motivo del atentado, y podr¨ªa ser de uno de los ataques indiscriminados con cuchillo que se producen ocasionalmente en China por parte de ciudadanos con resentimiento contra la sociedad, por venganza o con enfermedades mentales. Pero, en los ¨²ltimos meses, ha crecido el nerviosismo en China sobre la propagaci¨®n de la violencia islamista fuera de Xinjiang, y se trata del tercer asalto a cuchilladas contra civiles en una estaci¨®n ferroviaria desde principios de marzo. Los dos anteriores fueron ejecutados, seg¨²n las autoridades, por "extremistas religiosos" de Xinjiang con conexiones con grupos en el extranjero.

El rosario de violencia ha provocado un incremento de las medidas de seguridad no solo en esta regi¨®n aut¨®noma, donde desde hace a?os son muy estrictas, sino tambi¨¦n en estaciones de tren y otros n¨²cleos de transporte en el resto del pa¨ªs.

Muchos chinos ven con incertidumbre y miedo la propagaci¨®n de la violencia fuera de Xinjiang, a miles de kil¨®metros, que les ha hecho enfrentarse con una realidad a la cual se sent¨ªan ajenos. "Tenemos cada d¨ªa controles de seguridad, y el resultado es que este tipo de incidentes no deja de producirse", afirma en relaci¨®n al ataque en Guangzhou un usuario del servicio de mensajes cortos en Internet Weibo, similar a Twitter, donde han circulado con rapidez algunas im¨¢genes e informaciones sin contrastar sobre lo ocurrido.

La agencia oficial china Xinhua ha dicho que el atacante ha sido hospitalizado pero no ha podido ser identificado porque no llevaba ning¨²n documento. El incidente se produjo alrededor de las 11.30 de la ma?ana (seis horas menos en la Espa?a peninsular). Los agentes llegaron a la estaci¨®n en pleno estallido de violencia, y dispararon contra el autor, que llevaba un cuchillo, despu¨¦s de que no respondiera a los avisos, seg¨²n ha asegurado la polic¨ªa.

"El Gobierno chino emprender¨¢ duras acciones para salvaguardar la vida y la propiedad del pueblo chino", ha afirmado la portavoz de Exteriores Hua Chunying, que ha declinado especular sobra la autor¨ªa del ataque y ha dicho que quienquiera que sea el culpable "ser¨¢ llevado ante la justicia", informa France Presse.

El mi¨¦rcoles pasado, tres personas murieron y 79 resultaron heridas en un asalto a cuchilladas y con bombas en una estaci¨®n de tren en Urumqi (capital de Xinjiang). Los fallecidos fueron un transe¨²nte y los dos autores. El 1 de marzo, 29 personas que se encontraban en la estaci¨®n de Kunming (capital de la provincia sure?a de Yunnan) fallecieron y 143 resultaron heridas a causa de las cuchilladas asestadas durante un ataque llevado a cabo por "un grupo de separatistas de Xinjiang", seg¨²n los denomin¨® el Gobierno. Cuatro de los asaltantes ¡ªentre ellos, una mujer¡ª murieron por disparos de la polic¨ªa.

La informaci¨®n de lo sucedido este martes en Guangzhou ha sido contradictoria a lo largo del d¨ªa

La informaci¨®n de lo sucedido este martes en Guangzhou ha sido contradictoria a lo largo del d¨ªa. Seg¨²n el diario Metr¨®polis del Sur de Guangzhou, que cita a testigos, varios j¨®venes sacaron machetes de "alrededor de medio metro de largo" tras llegar un tren y la emprendieron a cuchilladas con los pasajeros. Seg¨²n dice, llevaban gorros y vestimenta blanca, lo que parec¨ªa identificarles como musulmanes. Una versi¨®n que difiere con la de la polic¨ªa.

La televisi¨®n estatal ha afirmado que las informaciones que se?alaban que la polic¨ªa hab¨ªa localizado a otro sospechoso cerca de la estaci¨®n no son correctas, y que una persona que hab¨ªa sido detenida no tiene nada que ver con el caso.

El atentado en la estaci¨®n de Urumqi, la semana pasada, se produjo cuando el presidente chino, Xi Jinping, estaba finalizando una visita a Xinjiang en la que orden¨® seguir la estrategia de "golpear primero" para luchar contra el terrorismo. "La batalla para combatir la violencia y el terrorismo no permitir¨¢ ni un momento de descuido, y hay que emprender acciones tajantes para suprimir con firmeza el ¨ªmpetu desenfrenado de los terroristas", dijo Xi.

Pek¨ªn culpa de la violencia a islamistas separatistas de Xinjiang, una regi¨®n rica en recursos naturales, situada en la frontera con Asia central, donde est¨¢ arraigado un movimiento a favor de la creaci¨®n de un estado independiente denominado Turquest¨¢n Oriental. Uigures en el exilio y grupos de defensa de derechos aseguran que la causa real de los enfrentamientos es la represi¨®n por parte del Gobierno de la pr¨¢ctica del islamismo y la cultura y la lengua uigures.

La extensi¨®n de la violencia a otras zonas de China supone un desaf¨ªo para las autoridades. Seg¨²n los expertos, la consecuencia ser¨¢ un incremento de los controles y las medidas de seguridad. Pero, seg¨²n dicen, el Gobierno deber¨ªa reflexionar tambi¨¦n sobre sus pol¨ªticas ¨¦tnicas.

En octubre pasado, tres miembros de una familia de Xinjiang murieron cuando lanzaron el coche en el que iban contra una multitud de turistas en la plaza Tiananmen, en Pek¨ªn, e incendiaron el veh¨ªculo. Mataron a una turista filipina y un ciudadano chino. Un golpe con una gran carga simb¨®lica, ya que se produjo cerca del Gran Palacio del Pueblo, coraz¨®n del poder de China.