El poscastrismo

Las grandes maniobras ante la aparente inevitabilidad del poscastrismo se aceleran. A China, cuyo canciller Wang Yi hizo recientemente de La Habana etapa crucial de su descubierta por Am¨¦rica Latina, y la normalizaci¨®n de relaciones del mundo latinoamericano con la isla, se suma la UE, que los d¨ªas 29 y 30 de abril celebr¨® conversaciones con Cuba para acordar una Hoja de Ruta que pusiera fin a la ¡°posici¨®n com¨²n¡± de 1996, impulsada por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar fijando condiciones pol¨ªticas para el di¨¢logo. Solo parece ausente EE UU, a remolque de la cuasi guerra civil en Ucrania.

El r¨¦gimen cubano, que dirige Ra¨²l, ya no tanto Castro el menor, ha hecho todo lo que estaba en su mano para merecer semejante atenci¨®n. Desde 2008 ha entregado en usufructo agr¨ªcola 1,5 millones de hect¨¢reas a 172.000 beneficiarios, y queda otro mill¨®n por repartir; a partir de enero de 2013 los cubanos pueden salir del pa¨ªs y permanecer hasta 24 meses en el exterior, en lugar de los 11 entonces vigentes; y el 29 de marzo pasado se aprob¨® la ¡°ley estrella¡± del cambio para la inversi¨®n extranjera, que con el eufemismo de ¡°actualizar el socialismo¡± ¡ªanalog¨ªa china¡ª abrir¨¢ las puertas econ¨®micas de Cuba salvo en salud, educaci¨®n y Fuerzas Armadas. El objetivo declarado es obtener de 2.000 a 2.500 millones de d¨®lares anuales para garantizar el crecimiento; y, finalmente, la instauraci¨®n del Viernes Santo como fiesta laboral, lo que es m¨¢s que anecd¨®tico por el relevante papel de la Iglesia en todo el proceso negociador, as¨ª como partidaria de una salida pol¨ªtica en douceur de la Gran Antilla.

La UE prefiere un suave aterrizaje sin que el exilio cubano ni los neocon jueguen un papel decisivo

Como dice el polit¨®logo cubano residente en EE UU Arturo L¨®pez Levy: ¡°Europa tiene un tiempo limitado para aprovechar la ausencia empresarial norteamericana¡±. Y todo ello con una fecha parteaguas, 2018, en la que expirar¨ªa el mandato de Ra¨²l Castro, tras la limitaci¨®n de permanencia en el poder aprobada por La Habana.

?C¨®mo ser¨¢ el poscastrismo? El presidente Castro se arriesga a repetir la operaci¨®n Gorbachov que, tratando de hacer de la URSS una semidemocracia capaz de competir con Occidente, arroj¨® el ni?o con el agua de la ba?era. Cuba no cay¨® con la defunci¨®n sovi¨¦tica en los 90 porque, a diferencia de la Europa del Este, contaba con dos potentes ejes de estabilizaci¨®n: el nacionalismo latinoamericano cultivado en el ¨²ltimo medio siglo por el poder, y su negativo que es el embargo de EE UU. Contra Washington viv¨ªamos mejor.

Europa tiene un tiempo limitado para aprovechar la ausencia empresarial norteamericana Arturo L¨®pez Levy, polit¨®logo cubano residente en EE UU?

La UE prefiere devotamente un aterrizaje suave y democratizador, sin que el exilio cubano de Miami, ni los neocon norteamericanos jueguen un papel decisivo. Y los pactos de La Moncloa de 1977 para salir planeando del franquismo, ser¨ªan para Europa un excelente cuadro-marco. ?Cree Ra¨²l Castro que el r¨¦gimen tiene vida despu¨¦s de la muerte? La suya. La UE apuesta a que no, y otro tanto piensa gran parte de Am¨¦rica Latina. A China le da lo mismo.