El asesinato del profesor Chao reaviva la movilizaci¨®n contra la violencia en M¨¦xico
Una manifestaci¨®n multitudinaria en Cuernavaca, a una hora y media de la capital, exige seguridad y justicia tras la muerte a golpes del luchador social Alejandro Chao y de su esposa
¡°Tres a?os despu¨¦s y seguimos con la misma chingadera¡±, dec¨ªa este mediod¨ªa durante la marcha el poeta Javier Sicilia, icono del movimiento civil contra la violencia en M¨¦xico. Su hijo muri¨® asesinado en 2011 y ¨¦l activ¨® una ola de protesta fulgurante que se mantuvo fuerte dos a?os y que llevaba un a?o perdiendo fuelle. El asesinato del viejo luchador social y acad¨¦mico Alejandro Chao y de su esposa Sara Rebolledo en el Estado de Morelos, donde muri¨® tambi¨¦n el hijo de Sicilia, donde tambi¨¦n naci¨® entonces el fen¨®meno civil contra el crimen y la impunidad, parece haber reavivado la indignaci¨®n ciudadana.
Este ma?ana en la capital de Morelos, Cuernavaca, miles de personas, sobre todo estudiantes, han marchado exigiendo seguridad y justicia convocados por la Universidad Aut¨®noma del Estado, donde el catedr¨¢tico Chao fue profesor durante tres d¨¦cadas y cuya Escuela de Trabajo Social dirig¨ªa en la actualidad a sus 77 a?os de edad, despu¨¦s de una larga y reconocida carrera de ense?anza y compromiso comunitario que le llev¨®, entre otras cosas, a representar a M¨¦xico en la UNESCO.
Chao y su esposa fueron asesinados durante la madrugada del lunes en su domicilio de Cuernavaca, a dos cuadras de la fiscal¨ªa de Morelos. El motivo del crimen a¨²n no se conoce. El Gobierno estatal ha anunciado esta ma?ana que hay tres detenidos y ha indicado que podr¨ªan ser exempleados del matrimonio. La hip¨®tesis de las autoridades es que Chao y su esposa llegaron a casa cuando los delincuentes estaban dentro y que estos reaccionaron con violencia al encontr¨¢rselos. Murieron a golpes de piedra en la cabeza. Seg¨²n la informaci¨®n oficial no se trat¨® de un asalto (dado que los asesinos solo se llevaron dos tel¨¦fonos) sino probablemente de un asunto ¡°dom¨¦stico¡±, pero no existe de momento una explicaci¨®n de qu¨¦ ocurri¨® si no fue un intento de robo frustrado ni de qu¨¦ clase de problema dom¨¦stico pudo acabar en un crimen de tal crueldad.
La marcha, desde la universidad al z¨®calo de Cuernavaca, la ha encabezado el rector de la instituci¨®n (32.000 alumnos), Alejandro Vera, psic¨®logo, como el fallecido Chao. El dirigente acad¨¦mico ha exigido de manera terminante la resoluci¨®n clara del caso y la acci¨®n gubernamental necesaria para corregir las ¡°condiciones estructurales¡± que ocasionan la ola de criminalidad de bandas menores que sufre Morelos, un estado afectado por las extorsiones y los secuestros ¡ªtanto que fue el que tuvo m¨¢s raptos por habitante en 2013 en todo M¨¦xico¡ª. ¡°Queremos saber qui¨¦nes los mandaron [a los asesinos] y por qu¨¦ los mandaron. Alguien que mata con esa sangre fr¨ªa no es alguien que va a robar, se asusta, mata y se va sin robar¡±, afirm¨® Vera con contundencia al inicio de la marcha.
Sicilia, que desde hace dos meses es el encargado de la universidad de conectar el mundo acad¨¦mico con el resto de la sociedad, ha dicho a este diario que han pedido una reuni¨®n inmediata con el gobernador de Morelos, Graco Ram¨ªrez, de izquierda, y que a partir de ah¨ª pretenden escalar el nivel de di¨¢logos hasta el gobierno federal, pues consideran que el caso Chao es parte de una crisis nacional de inseguridad y de incapacidad institucional para resolverla. El gobernador Ram¨ªrez ha dicho que el crimen del matrimonio es una ¡°acci¨®n at¨ªpica¡±, lo que le ha tra¨ªdo cr¨ªticas por considerarlo un hecho aislado dentro de la extendida problem¨¢tica de criminalidad en Morelos. Esta ma?ana Sicilia y el rector Vera se reunieron en un restaurante, antes de la marcha, con el secretario de Gobernaci¨®n de Morelos, Jorge Messeguer. El funcionario mantuvo la misma teor¨ªa que el gobernador, que se trata de un crimen infrecuente. Sicilia le respondi¨®: ¡°Si esto fuese B¨¦lgica, te lo compraba. Pero esto no es B¨¦lgica, es Morelos, y no te lo compro¡±.
Sobre la una de la tarde, la marcha lleg¨® al Z¨®calo de Cuernavaca. Unas 20.000 personas llenaban la plaza. En el estrado, junt¨® a Sicilia y el rector, hablaron estudiantes de la universidad. Uno de ellos record¨® que el profesor Chao siempre les dec¨ªa: ¡°Siempre hay que tener un huarache [una sandalia] bien plantado sobre el suelo¡±. Otro tom¨® la palabra a continuaci¨®n y, en medio de un ambiente emotivo, anudando un discurso de cr¨ªtica a la falta de respuesta de las instituciones al crimen, dijo: ¡°El profesor siempre nos dejaba un cuestionario al final de cada clase. Este es el ¨²ltimo cuestionario que nos dej¨®¡±.
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