Las ambiciones territoriales de China elevan la tensi¨®n en la regi¨®n
La disputa por las islas Paracelso causa protestas violentas en Vietnam Jap¨®n y Filipinas tambi¨¦n recelan de Pek¨ªn
El Gobierno chino sabe que cada paso que da para respaldar con hechos sus reivindicaciones territoriales provoca una cascada de cr¨ªticas y protestas de los pa¨ªses afectados y sus socios. Pero las cr¨ªticas acaban diluy¨¦ndose con el tiempo, y los movimientos de Pek¨ªn no suelen tener marcha atr¨¢s. Esta pol¨ªtica de hechos consumados est¨¢ pasando factura a las relaciones de China con sus vecinos ¡ªen particular, Jap¨®n, Filipinas y Vietnam¡ª, que atraviesan una de sus peores etapas en un momento delicado; cuando Estados Unidos ha incrementado los esfuerzos para cortejar a los Gobiernos asi¨¢ticos, dentro de su giro de pol¨ªtica exterior hacia esta zona del mundo.
La tensi¨®n ha alcanzado un punto ¨¢lgido en los ¨²ltimos d¨ªas. Turbas de alborotadores prendieron fuego el martes a ¨²ltima hora a 15 f¨¢bricas y asaltaron y saquearon muchas otras en zonas industriales cerca de Ciudad Ho Chi Minh, en el sur de Vietnam, seg¨²n el Gobierno. Los incidentes se produjeron despu¨¦s de que unas 20.000 personas se manifestaran para protestar contra el traslado de una plataforma petrol¨ªfera china a aguas del mar del Sur de China que se disputan Pek¨ªn y Hanoi, seg¨²n ha trascendido este mi¨¦rcoles. Los v¨¢ndalos atacaron factor¨ªas que pensaban que eran de propiedad o dirigidas por chinos, pero muchas resultaron ser taiwanesas o surcoreanas. No ha habido informaciones sobre la existencia de v¨ªctimas mortales.
Los disturbios se han producido despu¨¦s de que la semana pasada Vietnam acusara a barcos chinos de embestir y disparar con ca?ones de agua contra sus barcos, da?ar algunos de ellos y herir a varios de sus tripulantes. Pek¨ªn coloc¨® a principios de mayo, de forma unilateral, una plataforma petrol¨ªfera en aguas cercanas a las islas Paracelso. El archipi¨¦lago est¨¢ bajo administraci¨®n china, pero Hanoi dice que le pertenece y envi¨® r¨¢pidamente barcos a la zona. Taiw¨¢n tambi¨¦n reclama las Paracelso, que albergan importantes recursos pesqueros y potenciales reservas de gas y petr¨®leo. Seg¨²n los expertos, Pek¨ªn dio este paso para reafirmar sus reclamaciones de soberan¨ªa.
El sentimiento antichino tambi¨¦n ha crecido en Filipinas. Manila ha asegurado este mi¨¦rcoles que cree que China ha preparado el terreno para construir una pista de aterrizaje o una instalaci¨®n militar en suelo ganado al mar en el arrecife Johnson South ¡ªque es reclamado por Manila¡ª, a unos 300 kil¨®metros al oeste de la isla filipina de Palawan. Si se confirma, se tratar¨ªa de la primera pista que construye Pek¨ªn en los ocho arrecifes e islas que controla en el archipi¨¦lago Spratly, que est¨¢ situado en el mar del Sur de China y es objeto de reivindicaciones tambi¨¦n por parte de Malasia, Brunei, Taiw¨¢n y Vietnam. Estos dos ¨²ltimos tienen pistas de aterrizaje en la zona.
Las muestras de confianza de China en s¨ª misma van al alza a medida que aumenta su poder¨ªo econ¨®mico y militar. El incidente en las Paracelso se suma al establecimiento por parte de Pek¨ªn, en noviembre pasado, de una ¡°zona de identificaci¨®n de defensa a¨¦rea (ADIZ, en sus siglas en ingl¨¦s)¡± sobre las islas llamadas Diaoyu por Pek¨ªn y Senkaku por Tokio, en el mar de China Oriental, con la exigencia de que todo avi¨®n que pase por el ¨¢rea comunique sus planes de vuelo a las autoridades chinas. Estados Unidos y Jap¨®n se negaron a reconocer la zona y cumplir las demandas, y enviaron aviones militares en varias ocasiones sobre el archipi¨¦lago, que est¨¢ controlado por Tokio, pero es reclamado por Pek¨ªn y es fuente de roces continuos entre los dos pa¨ªses.
Washington asegur¨® que la imposici¨®n de la ADIZ china romp¨ªa el status quo en el Mar de China Oriental, mientras que Filipinas temi¨® que Pek¨ªn intentara establecer una zona de identificaci¨®n a¨¦rea tambi¨¦n en el mar del Sur de China. De momento, no lo ha hecho, pero ha dado un paso significativo con el traslado de la plataforma junto a las Paracelso y las obras en el arrecife Johnson South.
La complejidad de la situaci¨®n en los mares de Asia se puso claramente de manifiesto en la cumbre de Asean (siglas en ingl¨¦s de Asociaci¨®n de Naciones del Sureste Asi¨¢tico) celebrada el fin de semana pasado en Naypyidaw (capital de Myamnar). Las diferentes opiniones sobre c¨®mo abordar las disputas territoriales con China pusieron a prueba la unidad de los 10 pa¨ªses que forman el grupo (Brunei, Camboya, Filiipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Singapur, Tailandia y Vietnam). Mientras Filipinas y Vietnam han decidido enfrentarse abiertamente a Pek¨ªn y pidieron una declaraci¨®n dura contra China, otros Gobiernos tienen miedo a poner en peligro sus relaciones econ¨®micas y pol¨ªticas con la potencia regional. Al final, la cumbre se cerr¨® con un comunicado en el que los ministros de Exteriores mostraron su ¡°seria preocupaci¨®n¡± por la ¡°creciente tensi¨®n en el ¨¢rea¡± y pidieron contenci¨®n a todos los implicados, pero no mencionaron de forma directa a China.
El secretario general de Asean, el vietnamita Le Luong Mihn, record¨® la necesidad de acordar un c¨®digo de conducta sobre los conflictos mar¨ªtimos en la regi¨®n, y dijo que, a pesar de tres a?os de rondas de conversaciones, estas no hab¨ªan logrado centrarse a¨²n en temas de peso. Pek¨ªn insiste que sus diferencias con otros pa¨ªses son asuntos bilaterales, no de Asean.
China argumenta que no ha hecho nada malo con el traslado de la plataforma petrol¨ªfera y que actu¨® con ¡°gran moderaci¨®n¡± frente a las ¡°intensas provocaciones¡± de Vietnam, que, seg¨²n dijo, pusieron en peligro a su personal y sus propiedades. Insisti¨® en que continuar¨¢ los trabajos de perforaci¨®n mientras el ¨¢rea est¨¦ libre de tifones en mayo, junio y julio.
Yi Xianliang, subdirector general del departamento de Fronteras y Asuntos Oce¨¢nicos del Ministerio de Exteriores chino, ha asegurado que las operaciones en la zona son ¡°totalmente legales, leg¨ªtimas y justificadas¡± porque las aguas son ¡°parte inherente del territorio chino¡±. Seg¨²n Yi, Vietnam envi¨® 35 barcos en cinco d¨ªas, que embistieron a los chinos 171 veces. Tambi¨¦n dijo que algunos de los barcos vietnamitas estaban armados, mientras que los chinos eran civiles y estaban desarmados.
Esta versi¨®n difiere de la facilitada por el primer ministro vietnamita, Nguyen Tan Dzung, en la reuni¨®n de Asean. Seg¨²n afirm¨®, China traslad¨® ¡°de forma descarada la plataforma petrol¨ªfera a aguas vietnamitas, con una escolta de 80 barcos armados y militares y muchos aviones¡±. Hanoi ha asegurado que el movimiento chino es ilegal, que la seguridad y la libre navegaci¨®n en esta zona estrat¨¦gica para el tr¨¢fico mar¨ªtimo est¨¢n bajo seria amenaza, y ha pedido a Pek¨ªn que retire la plataforma.
Los dos pa¨ªses comunistas han intentado dejar atr¨¢s los recuerdos de la breve guerra fronteriza que lucharon en 1979. Hanoi suele cuidar sus comentarios sobre Pek¨ªn. Es su mayor socio comercial, con un intercambio bilateral de m¨¢s de 50.000 millones de d¨®lares (36.300 millones de euros) en 2013. A¨²n as¨ª, y, a pesar de que el Gobierno vietnamita es poco dado a permitir movilizaciones ciudadanas, el domingo pasado autoriz¨® varias protestas. Alrededor de un millar de personas se manifestaron en Hanoi, al calor de canciones patri¨®ticas y gritos de ¡°China, no robes nuestro petr¨®leo¡±. Tambi¨¦n hubo manifestaciones en Ho Chi Minh y Danang.
El movimiento de Pek¨ªn en las Paracelso se ha producido poco despu¨¦s de la gira asi¨¢tica del presidente estadounidense, Barack Obama, el mes pasado, en la que reafirm¨® los compromisos de defensa de Washington con Jap¨®n, Corea del Sur y Filipinas, y estrech¨® las relaciones con Malasia para contrarrestar el ascendente poder¨ªo chino en la zona.
Estados Unidos, que no toma partido sobre la soberan¨ªa de los territorios en liza, ha criticado el traslado de la plataforma petrol¨ªfera. El secretario de Estado, John Kerry, asegur¨® el martes en una conversaci¨®n telef¨®nica con el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, que el env¨ªo de la plataforma y numerosos barcos chinos a las Paracelso era ¡°provocador¡±, seg¨²n dijo el Departamento de Defensa estadounidense. Washington est¨¢ intentando atraer a Vietnam como nuevo aliado en la regi¨®n mediante comercio e incentivos militares para disminuir su dependencia de China.
Pek¨ªn, que reclama la mayor parte del mar del Sur de China -una importante zona de transporte mar¨ªtimo- ha acusado al Gobierno de Obama de fomentar las provocaciones de sus rivales en el ¨¢rea. El conflicto es especialmente intenso con Filipinas, que ha saludado la reciente decisi¨®n de Tokio de reforzar el papel del Ej¨¦rcito, en buena medida para responder al ascenso chino.
La semana pasada, Filipinas intercept¨® a un pesquero chino y detuvo a sus 11 tripulantes cerca del banco de arena Half Moon (Media Luna), situado en las Spratly a unos 110 kil¨®metros al oeste de Palawan, por pescar m¨¢s de 500 tortugas de mar, una especie protegida. Nueve de los marineros ¡ªlos otros dos son menores¡ª han sido acusados de delito medioambiental a pesar de las advertencias de Pek¨ªn sobre consecuencias en las relaciones mutuas. China ha pedido que libere a la tripulaci¨®n porque, seg¨²n dice, el barco faenaba en aguas chinas. Los pescadores se enfrentan a una pena que puede llegar a 20 a?os de c¨¢rcel.
El presidente filipino, Benigno Aquino, ha solicitado una soluci¨®n internacional al conflicto territorial, y en marzo pasado pidi¨® a un tribunal de la ONU que declare ilegal la reclamaci¨®n china de soberan¨ªa sobre la mayor parte del mar del Sur de China. Pek¨ªn ha rechazado un arbitraje internacional, e insiste en negociar de forma bilateral. Uno a uno, contra todos.
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