Ucrania:?Qui¨¦n tiene el pegamento?
¡°El Sendero Luminoso¡± es un colmado ubicado en uno de esos barrios de Donetsk que surgieron en torno a minas o plantas industriales. El barrio, en el sudeste de la ciudad, se llama Budionovski y el colmado fue en el pasado la cantina de los directivos de una nociva f¨¢brica de materiales aislantes, cerrada por obsoleta. Alex¨¦i es el due?o de ¡°Sendero Luminoso¡± y para ilustrar qu¨¦ entiende por tal, en la fachada del colmado, cuelga un cartel donde Vlad¨ªmir Lenin, el fundador de la URSS, vestido de Superm¨¢n con la hoz y el martillo en la capa, se dirige hacia una cesta llena de comestibles. Bajo el cartel, dos hombres beben cerveza y picotean unos arenques. En el interior de la tienda, se mantienen los mosaicos que decoraban la antigua cantina y un Yuri Gagarin en escafandra, en tonos grises, blancos y negros, asoma detr¨¢s de las tabletas de chocolate producidas por Piotr Poroshenko, el candidato favorito de las elecciones presidenciales ucranianas que se celebran el 25 de mayo. La naturaleza exuberante disfraza y dulcifica la decadencia industrial, las naves abandonadas, los hierros oxidados, los residuos del carb¨®n, que se vende aqu¨ª mismo en la calle, en cubos, al por menor. Alex¨¦i est¨¢ dispuesto a hacer frente a la crisis desde esta tierra de gentes curtidas y duras que soportan y callan durante a?os cual siervos y, de repente, se expresan de forma contundente y hasta brutal. ¡°Los precios suben y la capacidad adquisitiva disminuye. Compran menos, pero seguir¨¢n comprando eso, aunque se priven de esto otro¡±, dice Alex¨¦i se?alando primero hacia la estanter¨ªa del vodka y despu¨¦s, hacia los comestibles. ¡°Es dif¨ªcil que las cosas puedan ir bien en Ucrania¡±, reflexiona. Hace una pausa y pregunta: ¡°?Qui¨¦n tiene el pegamento para pegar este pa¨ªs hecho de retales?¡±. ¡°Cortar es m¨¢s f¨¢cil que pegar¡±, asegura rotundo.
Alex¨¦i deja a su pulcra dependienta colocando la mercanc¨ªa y sale a la calle. Abre su coche, un modesto utilitario sovi¨¦tico que le sirve desde hace veinticinco a?os, seg¨²n dice, y saca con cuidado un libro de su infancia al que tiene en gran aprecio. Se titula algo as¨ª como ¡°Relato sobre el impresor Iv¨¢n y sus libros¡± y fue publicado en1983 en la editorial ¡°Malish¡±. En las guardas est¨¢ dibujado un ¡°mapa del Estado Ruso a mitad del siglo XVI¡± en el que adem¨¢s de esta entidad se identifican los vecinos tales como el Kanato de Crimea, el Gran Ducado de Lituania. Dentro del ¡°Estado ruso¡± est¨¢ el r¨ªo el r¨ªo Severnii Donetsk. ¡°Ve, aqu¨ª no est¨¢ Ucrania y esta obra no tiene nada que ver con la pol¨ªtica actual¡±, afirma, hojeando el libro, que se edit¨® por primera vez en 1979 y cuyo responsable era un tal A.A.S¨ªdorov, de la Academia de Ciencias de la URSS, a juzgar por los datos tipogr¨¢ficos. ¡°?C¨®mo interpretar esto?¡±. ¡°En Rusia no regalan caramelos, pero sin Rusia no somos nada. ?Qu¨¦ tenemos nosotros para ir a Europa? Mi padre sirvi¨® en el Ej¨¦rcito Sovi¨¦tico en Alemania y yo viv¨ª tres a?os all¨ª. Vi la cultura local, vi como cuidan las cosas¡±, dice Alex¨¦i, recogiendo una colilla que alguien ha echado sobre la arena del parque infantil que ha improvisado junto al colmado. ¡°La destrucci¨®n, la ruina no est¨¢ en el entorno, sino en la cabeza. Si ordeno mi cabeza, dejar¨¦ de tener una ruina en el entorno¡±, dice Alex¨¦i filos¨®ficamente, en una cita que atribuye a un cl¨¢sico de la literatura rusa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.