Francisco viaja a Jerusal¨¦n en plena disputa por el cen¨¢culo de Jesucristo
El Papa visitar¨¢ Jordania, los territorios palestinos e Israel a partir del s¨¢bado
El pr¨®ximo s¨¢bado, medio siglo despu¨¦s de la primera visita de un papa a Tierra Santa, Francisco partir¨¢ con el mismo esp¨ªritu de ¡°di¨¢logo interreligioso¡± que marc¨® aquel viaje y todo el pontificado del papa Montini, Pablo VI, pero tambi¨¦n bajo las habituales tensiones religiosas.
Pese a su marcado car¨¢cter ecum¨¦nico, la visita papal est¨¢ provocando en Israel una aversi¨®n notable entre la parte m¨¢s radical de la comunidad jud¨ªa ultraortodoxa. El motivo es la misa final con la que se cerrar¨¢ el viaje, en el cen¨¢culo de Jerusal¨¦n, el lugar donde la tradici¨®n indica que tuvo lugar la ¨²ltima cena de Jes¨²s con los ap¨®stoles. Este espacio est¨¢ erigido, en su base, sobre la supuesta tumba del Rey David y la sinagoga que la guarda, todo en un espacio que durante cuatro siglos, hasta la creaci¨®n del Estado de Israel, fue una mezquita en uso. En su terraza superior rezaban los jud¨ªos ultraortodoxos de Israel cuando la Ciudad Vieja y el Muro de las Lamentaciones estaban bajo control de Jordania, hasta la guerra de 1967.
Otros predecesores de Francisco ya dijeron misa en este lugar, pero la nueva celebraci¨®n se producir¨¢ en un contexto nuevo: seg¨²n las comunidades ultraortodoxas, Israel estar¨ªa negociando con el Vaticano la cesi¨®n de parte del uso del espacio, algo que las autoridades israel¨ªes niegan.
Del complejo equilibrio de la visita da cuenta el propio programa: tres d¨ªas (24, 25 y 26 de mayo), tres? destinos (Jordania, territorios palestinos e Israel). Un calendario ajustado hasta el mil¨ªmetro por la diplomacia vaticana para que no se repitan errores como los que ensombrecieron la visita, en mayo de 2009, de Benedicto XVI, quien tuvo la rara habilidad de molestar a israel¨ªes y tambi¨¦n, aunque en menor medida, a palestinos. A los primeros, porque su discurso sobre el Holocausto fue demasiado tibio ¡ªni record¨® la responsabilidad de los nazis ni pidi¨® perd¨®n al pueblo jud¨ªo¡ª y porque adem¨¢s el Vaticano se equivoc¨® al desmentir que Joseph Ratzinger hab¨ªa militado a la fuerza en las juventudes hitlerianas, a pesar de que el propio Papa lo hab¨ªa reconocido en el libro La sal de la tierra (1997), del periodista alem¨¢n Peter Seewald.
Los palestinos quedaron satisfechos por sus cr¨ªticas al muro ¡ª¡°una de las visiones m¨¢s tristes de mi visita ha sido el muro¡±, dijo¡ª pero lo cuestionaron por no visitar Gaza y por exigir medidas de protecci¨®n que no reclam¨® en Israel. Las secuelas de aquel viaje fallido a¨²n se hacen sentir.
El martes pasado, el embajador de Israel ante la Santa Sede, Zion Evrony, se reuni¨® con un grupo de diplom¨¢ticos y corresponsales en Roma. En el minucioso repaso de las relaciones bilaterales y las visitas de los papas a Tierra Santa, el embajador Evrony solo dedic¨® una fr¨ªa frase al viaje de Benedicto XVI. Por el contrario, quiso dejar muy claro que para todos los israel¨ªes, Bergoglio es ¡°un verdadero amigo del pueblo jud¨ªo¡±. No obstante, el representante de Israel ante el Vaticano admiti¨® que a¨²n son muchos los desencuentros y las suspicacias hacia la Santa Sede. ¡°Me gustar¨ªa aclarar¡±, dijo, ¡°que, contrariamente a los rumores que se est¨¢n difundiendo en Israel, no hay ninguna intenci¨®n de transferir al Vaticano la soberan¨ªa de la tumba de David o del cen¨¢culo¡±.
El embajador tambi¨¦n asegur¨® que los actos de vandalismo contra lugares cristianos se deben a ¡°unos pocos extremistas y no representan la pol¨ªtica del Gobierno ni los sentimientos de la mayor¨ªa de los israel¨ªes¡±. En los ¨²ltimos dos a?os se han producido ataques en el marco de una corriente vand¨¢lica de j¨®venes colonos contra intereses cristianos y musulmanes. Junto al cen¨¢culo, en el monasterio de San Francisco, hace a?o y medio aparecieron pintadas llamando ¡°bastardo¡± a Cristo.
Estos ataques se duplicaron en 2013, con 22 casos, indica Michael Sabbah, patriarca latino em¨¦rito de Jerusal¨¦n. Se?ala como culpables a grupos localizados de ¡°fan¨¢ticos¡± y denuncia que hay sectores del Gobierno que los ¡°alientan¡± y dejan ¡°sin castigo¡± sus actos. Estas pintadas, ruedas de coches pichadas, cristales rotos y hasta el incendio de puertas han afectado a cat¨®licos, baptistas y greco-ortodoxos.
Bergoglio tambi¨¦n deber¨¢ enfrentarse a dos delicadas peticiones, muy pol¨ªticas, de los cristianos ¨¢rabes, que le pedir¨¢n que interceda ante Israel en el contencioso de las tierras del monasterio de Cremis¨¢n, junto a Bel¨¦n y las de Iqrit, una villa ¨¢rabe del norte de Israel.
Desde el Vaticano se conf¨ªa en que las suspicacias puedan ser vencidas por el carisma de Bergoglio, quien ha incluido en su s¨¦quito al rabino de Buenos Aires, Abraham Skorka, y al profesor musulm¨¢n Omar Abboud, presidente del Instituto del Di¨¢logo Interreligioso de la capital argentina. Seg¨²n el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, el di¨¢logo entre religiones alcanzar¨¢ su momento cumbre al atardecer del pr¨®ximo domingo, cuando el papa Francisco y el patriarca ecum¨¦nico Bartolomeo I se re¨²nan en el Santo Sepulcro de Jerusal¨¦n con representantes de todas las comunidades cristianas que custodian el lugar, los greco-ortodoxos, los armenios y los franciscanos.
El viaje de Francisco seguir¨¢ los pasos del de Pablo VI, y de ah¨ª que visite Amm¨¢n, Bel¨¦n y Jerusal¨¦n, pero no Galilea, como s¨ª hicieron Juan Pablo II y Benedicto XVI. Bergoglio alternar¨¢ momentos de simbolismo ¡ªvisitar¨¢ el r¨ªo Jord¨¢n, la explanada de las Mezquitas o el Muro de las Lamentaciones¡ª con otros de marcado car¨¢cter pastoral, como la misa en el estadio de Amm¨¢n durante la que recibir¨¢n la primera comuni¨®n 1.400 ni?os, la mayor¨ªa refugiados. El portavoz Lombardi dej¨® claro que Francisco se mover¨¢ por Tierra Santa como ya lo hizo por Lampedusa o por R¨ªo de Janeiro o lo hace cada mi¨¦rcoles por la plaza de San Pedro. En un coche descubierto, sin m¨¢s protecci¨®n que su propia cercan¨ªa.
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