Peque?as protestas contra la intervenci¨®n militar en Bangkok
Calma en Tailandia pese a las restricciones impuestas por la junta militar que ha tomado el poder
A diferencia de lo que ocurrir¨ªa en casi cualquier otro pa¨ªs, en Tailandia la vida en las calles contin¨²a con total normalidad despu¨¦s de que el jefe del Ej¨¦rcito, el general Prayuth Chan-ocha, y sus hombres dieran este jueves un golpe de Estado.
Cualquiera que diera un paseo a lo largo de la tarde del viernes por el centro de Bangkok dir¨ªa que los tailandeses desconocen la noticia de que los golpistas han tomado el poder. No era dif¨ªcil encontrarse con alg¨²n tailand¨¦s echando la siesta sobre un tuk-tuk o cocinando en sus carritos de comida, mientras que los turistas entraban y sal¨ªan de las salas de masaje. Los bares continuaron abiertos y la cerveza no dej¨® de correr en las terrazas de las zonas m¨¢s tur¨ªsticas. Los militares tailandeses han perpetrado 19 golpes de Estado desde 1932, una docena de ellos (incluido este) con ¨¦xito, y a la ciudadan¨ªa no le ha cogido desprevenida: los tailandeses tem¨ªan que fuera ocurrir tras la reciente destituci¨®n de la primera ministra, Yingluck Shinawatra, que ahora permanece retenida por los uniformados.
Grupos muy reducidos de manifestantes han salido a calles del centro de Bangkok a protestar pac¨ªficamente contra los golpistas pese a la prohibici¨®n impuesta por la junta militar de celebrar reuniones pol¨ªticas de cinco o m¨¢s personas. ¡°Quiero que los militares se vayan a casa. Si tienen que hacer algo que vayan al sur a pelear, que hay un conflicto [contra separatistas musulmanes]. Apoyar¨¦ al Gobierno [depuesto] si hay elecciones, pero no podemos creer en los militares¡±, asegura Somchai, un empresario de Bangkok que ha salido a manifestarse este viernes. Cinco personas han sido detenidas por desafiar el veto. En Tailandia en estos momentos no hay Constituci¨®n ni Estado de Derecho, por lo que no hay leyes ni consecuencias legales para los militares, que no han dudado en otras ocasiones en sacar las armas.
El jefe del Ej¨¦rcito impuso el toque de queda de diez de la noche a cinco de la ma?ana. A partir de las nueve se cort¨® el BTS, la l¨ªnea de tren elevado que atraviesa una parte importante de la capital en forma de c¨ªrculo de este a oeste. El centro qued¨® colapsado, como sucede en horas puntas, y los tailandeses regresaron a casa en taxi, autob¨²s o mototaxi, muy utilizado para sortear los descomunales atascos. Sin embargo, los militares no tomaron ninguna represalia contra los que no consiguieron llegar a casa antes de la entrada en vigor del toque de queda.
Pasadas las diez de la noche y con el toque de queda ya en vigor, algunos carritos de comida permanecieron abiertos en las bocacalles y los taxis continuaron circulando en algunas zonas como si nada, aunque el tr¨¢fico de coches se redujo considerablemente. Muchos extranjeros y algunos tailandeses, aparentemente ajenos a la situaci¨®n que atraviesa el pa¨ªs, permanecieron sentados en las terrazas de m¨¢s alto standing, mientras que los bares aprovechaban la falta de competencia para poner una buena comisi¨®n sobre el precio. Durante la noche se pod¨ªa comer, beber y jugar al futbol¨ªn, y no se produjo ninguna intervenci¨®n por parte de los militares. ¡°Llegu¨¦ hace unos d¨ªas y no ha cambiado nada, de pronto estaba mirando la televisi¨®n y sali¨® alguien hablando en tailand¨¦s, nos dijeron que los bares estar¨ªan cerrados pero aqu¨ª estamos bebiendo, todo sigue bien¡±, dice Scott, carpintero procedente de Nueva Zelanda.
?A las cinco de la ma?ana del viernes se ha levantado el toque de queda. No obstante, los canales de televisi¨®n contin¨²an intervenidos desde que se anunci¨® el golpe de Estado, y lo ¨²nico que emiten es propaganda del Ej¨¦rcito, series de televisi¨®n donde aparecen polic¨ªas, noticias relacionadas con la monarqu¨ªa o escuchar canciones patri¨®ticas. El viceportavoz del Gobierno militar emite comunicados cada tanto a trav¨¦s de la televisi¨®n para pedir a los tailandeses calma, anunciar el pr¨®ximo toque de queda, o dar cualquier otro tipo de instrucciones.
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