Aprenda a combatir en cinco d¨ªas
Cientos de ucranios asisten a cursillos acelerados para enfrentarse a las fuerzas prorrusas
Una decena de hombres de diferentes edades en ropa de camuflaje se deslizan con sigilo por el patio de un antiguo campamento de verano infantil con intenci¨®n de asaltar las instalaciones abandonadas de los pioneros, la organizaci¨®n que agrupaba y educaba a los ni?os de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Estamos en un bosque, junto al aeropuerto ucranio de Borispol, cerca de Kiev, en un ¡°centro de entrenamiento¡± donde se imparten ¡°cursos acelerados¡± de cinco d¨ªas a quienes desean formarse en t¨¦cnicas de combate. El jefe del campamento, que se presenta como Viacheslav, ha accedido a hablar, gracias a un veterano de Afganist¨¢n, al que conocemos por su participaci¨®n en el Maid¨¢n (la revoluci¨®n contra el r¨¦gimen ucranio de V¨ªctor Yanuk¨®vich). El veterano responde ahora de la intendencia en estas instalaciones.
Como condici¨®n para conversar Viacheslav pide que no haya ni fotos ni nombres. El jefe del campamento dice tener 41 a?os, proceder de Nikol¨¢yev, al sur del pa¨ªs, trabajar como ingeniero y haber vivido en Kiev durante 13 a?os. Es rusoparlante de origen y llev¨® el rostro enmascarado en el Maid¨¢n. ¡°Dos tercios de nuestros cadetes proceden del Este, del Centro y del sur de Ucrania y solo un tercio, del occidente del pa¨ªs. El mito m¨¢s extendido es que los protagonistas del Maid¨¢n son zapadentsi (gente del oeste). La mitad del Maid¨¢n hablaba en ruso. ¡°La l¨ªnea de escisi¨®n en Ucrania, no es la lengua, sino el patriotismo, la actitud hacia el pa¨ªs¡±, afirma.
Aunque los cadetes disparan con balines de pl¨¢stico, esto no es un juego. De los 50 participantes en este curso de artes b¨¦licas, diez se marchan hoy (el jueves por la tarde) a Lugansk sin concluir la formaci¨®n, en vista de que la tensi¨®n que reina en aquella regi¨®n oriental. ¡°Si sobreviven dos, ya ser¨¢ mucho¡±, dice el veterano de Afganist¨¢n, sembrando escepticismo sobre lo adecuado del sistema de preparaci¨®n.
¡°El programa es muy corto, porque la gente tiene familia y empleos que quiere conservar, pero est¨¢ motivada dispuesta a tomar las armas para defender el pa¨ªs de una ocupaci¨®n extranjera y a enfrentarse con bandidos armados en el Este¡±, dice Viacheslav. El centro de entrenamiento es un proyecto conjunto de varias entidades, entre ellas la heredera del antiguo DOSAF (organizaci¨®n sovi¨¦tica de preparaci¨®n b¨¦lica juvenil), ¡°organizaciones patri¨®ticas¡± y ¡°donaciones particulares¡±. ¡°El Estado no nos financia, pero no nos moleta. Los responsables de las estructuras militares y de seguridad saben a qu¨¦ nos dedicamos y acuden a nosotros para que les ayudemos a preparar a su gente¡±.
¡°El viceministro de Defensa nos ha ordenado preparar a reservistas para el Ej¨¦rcito¡±, afirma y a?ade: ¡°Esta ma?ana vinieron los tutores del Servicio de Seguridad de Ucrania a ver c¨®mo trabajamos¡±. ¡°En el antiguo DOSAF hemos cambiado a los viejos directivos por otros nuevos y ¨¦stos fueron a las rep¨²blicas del B¨¢ltico a estudiar su experiencia. En nuestro sistema de preparaci¨®n no hay una vertical de poder r¨ªgida. Si la gente dice que quiere ir a Slaviansk (el centro de las protestas separatistas en Donetsk), no podemos prohib¨ªrselo¡±, afirma.
Por persona, el coste del curso de cinco d¨ªas es de 800 grivnias (unos sesenta euros), incluidas tres comidas y municiones. La ayuda de los patrocinadores permite cubrir la mitad de esos costes. El resto lo pagan de su bolsillo los cadetes¡±. ¡°Los instructores tienen experiencia de combate y algunos, experiencia fresca en Slaviansk, al m¨¢s alto nivel. Aqu¨ª hay un coronel y un teniente coronel que trabajan por muy poco, lo suficiente para que sus esposas no est¨¦n irritadas. Este no es un proyecto comercial¡±, dice, y afirma que por el campamento han pasado centenares de personas.
Viacheslav dice conocer los temas militares de ¡°forma pr¨¢ctica¡±. ¡°En 1995 estuve en el C¨¢ucaso y viaje un poco por ah¨ª. Estuve en Chechenia y s¨¦ lo que nos espera si viene el Ej¨¦rcito ruso. ¡°Aplico aqu¨ª la informaci¨®n que recog¨ª en el C¨¢ucaso¡±, dice, y aclara: ¡°En Chechenia el Ej¨¦rcito ruso se comport¨® como un ocupante en su propio territorio, as¨ª que, si actuaban as¨ª en su propio pa¨ªs, ?qu¨¦ podemos esperar nosotros en Ucrania?¡±. El jefe del campamento declina contestar si ¨¦l personalmente luch¨® contra Rusia en la rep¨²blica cauc¨¢sica separatista. ¡°No quiero debatir ese tema pero estuve all¨ª y conozco muchas cosas por m¨ª mismo¡±, dice. En los m¨¦todos de lucha partisana que se ense?an en el campamento se ha tenido en cuenta la experiencia de Chechenia y de Yugoslavia, precisa.
La ¨²nica manera de parar a Rusia es producir convoyes de ata¨²des y esa es la tarea de estos chicos¡± Viacheslav,? jefe del campamento
Viacheslav espera que el modelo de este campamento pionero se difunda en otros lugares, algo as¨ª como una franquicia de formaci¨®n b¨¦lica. ¡°Fundamos este campamento porque hay una determinada cantidad de gente motivada dispuesta a tomar las armas y resistir y hay que ense?arle a pensar. No basta con correr y disparar. Aqu¨ª deben aprender a sobrevivir. Lo importante es que no les alcancen y que puedan causar da?o. La ¨²nica manera de parar a Rusia es producir convoyes de ata¨²des y esa es la tarea de estos chicos, convertir cada pueblo, cada ciudad en un Grozni (la capital de la rep¨²blica de Chechenia, destruida durante la guerra) y funcionar como una m¨¢quina que fabrica cad¨¢veres de soldados rusos¡±. ¡°Lo m¨¢s importante es que nuestra gente debe ponerse a salvo tras su operaci¨®n para volver a atacar. Si toman la iniciativa y act¨²an de forma correcta, pueden vencer a las unidades de intervenci¨®n especial preparada durante a?os. Nuestra misi¨®n es aguijonear y marcharnos, para volver a aguijonear. Fabricamos una tela de ara?a que debe envolver al enemigo¡±. Sus palabras tienen resonancias jactanciosas, teniendo en cuenta c¨®mo se inhibi¨® el Ej¨¦rcito ucraniano en Crimea. ¡°Ahora se forja un nuevo ej¨¦rcito¡±, se?ala.
Viacheslav se queja de que las municiones han duplicado su precio. ¡°La f¨¢brica de Lugansk donde se produc¨ªan balas ha sido ocupada y no funciona. Si antes pag¨¢bamos 5 grivnias (cerca de 33 c¨¦ntimos de euro) por unidad, ahora pagamos 10 y son dif¨ªciles de conseguir¡±, afirma. Tambi¨¦n se queja de la falta de cascos, chalecos, visores para fusiles, y sistemas de comunicaciones. ¡°Lo barato no sirve. Un chaleco antibalas de 1.000 grivnias se agujerea cuando le disparan. Para asegurarse de que no se agujerea hay que pagar 4.000, porque lo bueno es caro¡±.
Las elecciones presidenciales dar¨¢n mayor legitimidad a las autoridades en Kiev frente a las ¡°bandas armadas¡±, piensa. ¡°Despu¨¦s de las elecciones cualquier persona que vaya por ah¨ª con las armas en la mano debe ser exterminada y la primera obligaci¨®n del Gobierno es poner orden¡±. ¡°Una cosa son las bandas armadas, que est¨¢n seguras de su impunidad y saben que las autoridades son d¨¦biles y que Rusia les ayudar¨¢ y otra cosa distinta ser¨¢ cuando sepan que las autoridades son leg¨ªtimas, que Rusia no vendr¨¢ y que el Estado tiene la intenci¨®n de ir hasta el final¡±.
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