La junta militar de Tailandia asegura que tiene el respaldo del rey
El nuevo orden, que ha anunciado una amplia gama de reformas sociales y econ¨®micas
![Macarena Vidal Liy](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F78dec7b0-05a3-45b7-a676-f3c20c4a7238.png?auth=72bf8135d95e17025d4952d62e81c5ce119901a33d604bc79472e237cd268dbe&width=100&height=100&smart=true)
La junta militar que domina Tailandia desde el jueves ha recibido este lunes el reconocimiento formal del soberano tailand¨¦s, Bhumibol Adulyadej, de 86 a?os. Es un paso simb¨®lico pero imprescindible para el asentamiento en el poder del gobierno militar, que ya ha dado diversos pasos para cimentar su control pero que afronta protestas pese a sus advertencias de una dura respuesta contra quienes intenten alterar el orden.
El autoproclamado primer ministro y presidente de la Comisi¨®n Nacional para la Paz y el Orden ¡ªnombre oficial de la junta¡ª, el general Prayuth Chan-Ocha, ha comparecido este lunes ante los medios para explicar cu¨¢les ser¨¢n los pr¨®ximos pasos a dar, y ha asegurado que aunque la intenci¨®n final es celebrar elecciones ¡°lo antes posible¡±, matiz¨® tambi¨¦n que antes ser¨¢ necesario poner en marcha una amplia gama de reformas sociales y econ¨®micas. Como en ocasiones anteriores, no quiso fijarse ning¨²n plazo.
Prayuth, cuya junta ha proclamado un toque de queda entre las diez de la noche y las cinco de la ma?ana (hora local), ha prohibido las congregaciones por motivos pol¨ªticos de m¨¢s de cinco personas y ha tomado medidas para restringir la libertad de expresi¨®n en los medios de comunicaci¨®n, indic¨® asimismo que establecer¨¢ un Consejo de Asesores, aunque no dio detalles sobre su composici¨®n o sus competencias precisas.
El mando militar s¨ª fue mucho m¨¢s expl¨ªcito a la hora de advertir contra nuevas manifestaciones que puedan continuar a las espor¨¢dicas, pero cada vez m¨¢s nutridas, concentraciones que han tenido lugar en Bangkok y otros puntos del pa¨ªs a lo largo del fin de semana contra el golpe.
¡°?Vamos a volver a donde est¨¢bamos antes del golpe? Si quieren hacerlo, tendr¨¦ que usar la fuerza e imponer la ley estrictamente¡±, advirti¨® Prayuth, vestido con el uniforme blanco de gala. El militar hac¨ªa alusi¨®n a las manifestaciones antigubernamentales que en los ¨²ltimos seis meses han paralizado el pa¨ªs para demandar la marcha del gobierno encabezado hasta principios de este mes por la primera ministra Yingluck Shinawatra, y a las concentraciones de ¡°camisas rojas¡±, simpatizantes de Yingluck y de su hermano Thaksin, un magnate de las telecomunicaciones que vive en el exilio para evitar la c¨¢rcel por corrupci¨®n desde 2008 y que ha dominado directa o indirectamente la pol¨ªtica de su pa¨ªs desde 2001.
Quienes violen los nuevos reglamentos podr¨¢n ser juzgados en tribunales militares, seg¨²n las ordenanzas que ha impuesto la junta. A quienes han participado en las concentraciones, indic¨® el nuevo mandatario tailand¨¦s, inst¨® a ¡°detener sus acciones, pues les perjudicar¨¢n a ellos y a sus familias, ya que las leyes son ahora estrictas¡±, agreg¨®.
Prayuth compareci¨® ante los medios para leer una proclamaci¨®n de la Casa Real tailandesa que apoya el establecimiento de la Junta. El respaldo del rey Bhumibol es esencial para que los militares consoliden su r¨¦gimen. Aunque el soberano, de 86 a?os, padece una fr¨¢gil salud y apenas se le ha visto en p¨²blico en los ¨²ltimos a?os, es a¨²n enormemente respetado en su pa¨ªs.
De hecho, la crisis pol¨ªtica que vive Tailandia ¡ªy que se remonta al golpe militar de 2006 que depuso al gobierno de Thaksin Shinawatra¡ª tiene como tel¨®n de fondo la sucesi¨®n de Bhumibol. Su hijo, el pr¨ªncipe heredero Vajiralongkorn, que arrastra diversos esc¨¢ndalos en su vida personal, no alcanza los niveles de popularidad de su padre. Thaksin ha dado en el pasado pasos para aproximarse a ¨¦l, algo que ha suscitado el recelo de la oposici¨®n, temerosa de un futuro gobernado por un rey d¨¦bil y cercano al magnate.
La pol¨ªtica tailandesa se encuentra profundamente dividida entre los partidarios de Thaksin ¡ªprocedentes en su mayor¨ªa de las clases m¨¢s desfavorecidas y que veneran al magnate despu¨¦s de que ¨¦ste introdujera medidas como la asistencia m¨¦dica gratuita o importantes subsidios al arroz¡ª y las fuerzas m¨¢s conservadoras, que reciben sus apoyos del sur del pa¨ªs, de la clase media y alta y del ¡°establishment¡± cercano a la corte pero que con todo han perdido cada elecci¨®n desde 2001.
Dada la popularidad de Thaksin y el historial del Ej¨¦rcito en su ca¨ªda y posterior represi¨®n de las manifestaciones del movimiento de los ¡°camisas rojas¡± en apoyo del magnate, la Junta intenta andar con pies de plomo y mostrarse exquisitamente neutral. Y anunciar medidas que puedan ganarse a los partidarios del Gobierno depuesto, convencidos de que el golpe tiene como objetivo subyacente poner fin de una vez por todas al dominio de Thaksin y de su clan.
As¨ª, el fin de semana anunci¨® que pagar¨ªa las deudas, superiores a los 1.800 millones de euros, dejadas por un programa fracasado de subsidios al arroz que hab¨ªa sido uno de los proyectos estrella del Gobierno de Yingluck. Hoy apunt¨® que prorrogar¨¢ recortes de impuestos que expiraban este a?o.
El domingo anunci¨® que Yingluck, a la que hab¨ªa retenido desde el viernes, quedaba en libertad si bien tendr¨ªa que dar explicaciones cada vez que quisiera desplazarse y su domicilio estar¨ªa vigilado por las fuerzas de seguridad. Hoy dio a conocer que tambi¨¦n ha quedado en libertad bajo fianza el l¨ªder de las manifestaciones antigubernamentales, Suthep Thangsuban, acusado de homicidio e intento de homicidio por la violencia contra las manifestaciones de ¡°camisas rojas¡± en 2010. Hasta ahora, el r¨¦gimen militar ha convocado a m¨¢s de 200 personalidades, que tras comparecer al llamamiento quedaron detenidos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
![Macarena Vidal Liy](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F78dec7b0-05a3-45b7-a676-f3c20c4a7238.png?auth=72bf8135d95e17025d4952d62e81c5ce119901a33d604bc79472e237cd268dbe&width=100&height=100&smart=true)