Acuerdo para desvelar solo parte de las cartas entre Blair y Bush sobre Irak

El Gobierno brit¨¢nico y la comisi¨®n que investiga los proleg¨®menos de la participaci¨®n de Reino Unido en la invasi¨®n de Irak en 2003 han llegado a un acuerdo para publicar parte de la correspondencia que mantuvieron entonces el primer ministro brit¨¢nico Tony Blair y el entonces presidente estadounidense George W. Bush. La llamada comisi¨®n Chilcot a cargo de las investigaciones ha llegado a un acuerdo sobre ¡°los principios en los que se ha de apoyar la divulgaci¨®n¡±, seg¨²n una carta del presidente de la comisi¨®n investigadora, John Chilcot, un antiguo alto funcionario.

Aunque Chilcot considera que ese material es suficiente para hacerse una idea de las razones que llevaron a Blair a apoyar una guerra a la que se opon¨ªa una abrumadora y ruidosa mayor¨ªa de la poblaci¨®n brit¨¢nica, la decisi¨®n de publicar solo una parte de esos documentos no va a satisfacer a los partidarios de que se publiquen en su integridad para tener la seguridad de que no se ocultan aspectos fundamentales de aquellas conversaciones y, quiz¨¢s a¨²n m¨¢s importante, el tono, el detalle, el trasfondo de las razones que llevaron a Blair a apoyar a Bush.

En una carta enviada por John Chilcot a Jeremy Heywood, secretario del Gabinete, ¡°para dejar constancia con gusto del acuerdo alcanzado¡±, el presidente del comit¨¦ investigador se felicita por que el Gobierno haya dado permiso a la comisi¨®n para ¡°desvelar citas textuales y puntos esenciales del contenido¡± de esos documentos.

Ese contenido se desvelar¨¢ ¡°teniendo en cuenta el principio de que nuestro uso del material no refleje los puntos de vista del presidente Bush¡±, escribe Chilcot en la carta. ¡°Tambi¨¦n hemos acordado que el uso de citas directas de los documentos deber¨ªa ser el m¨ªnimo necesario para permitir a la investigaci¨®n articular sus conclusiones¡±, a?ade. Y explica que ¡°no est¨¢ claro cu¨¢nto tiempo tomar¨¢ decidir las citas y puntos esenciales que se van a utilizar, pero la investigaci¨®n y el Gobierno deber¨ªan trabajar para completar esa tarea lo antes posible¡±.

Adem¨¢s, la comisi¨®n enviar¨¢ sus conclusiones a las personas directamente afectadas por estas para que tengan oportunidad de hacer comentarios antes de su publicaci¨®n, en lo que Chilcot describe como ¡°proceso de Maxwellizaci¨®n¡±. Eso significa que a¨²n pasar¨¢n muchos meses antes de que se hagan p¨²blicas las concusiones y probablemente no se conocer¨¢n hasta pasadas las elecciones generales brit¨¢nicas de 2015.

La comisi¨®n Chilcot lleva a?os investigando las razones de la participaci¨®n brit¨¢nica y desde hace meses la publicaci¨®n de esos documentos, que incluyen 25 notas de Blair a Bush y 130 registros de conversaciones entre el presidente y el primer ministro.

Bush y Blair, grandes instigadores de la guerra con el visible apoyo pol¨ªtico del entonces jefe del Gobierno espa?ol, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, justificaron la invasi¨®n con el argumento de que el dictador Sadam Husein era un peligro para Occidente debido a sus arsenales de armas de destrucci¨®n masiva.

La invasi¨®n acab¨® llev¨¢ndose a cabo sin la autorizaci¨®n de Naciones Unidas y llev¨® a Europa a una profunda divisi¨®n pol¨ªtica, pero las armas de destrucci¨®n masiva nunca fueron encontradas. Los cr¨ªticos de la invasi¨®n sostienen, adem¨¢s, que el caos que se gener¨® en Irak acab¨® abriendo las puertas del pa¨ªs al terrorismo islamista.