La presi¨®n empuja a Merkel a dar un giro y apoyar a Juncker

La historia de amor y desamor entre la canciller Angela Merkel y el candidato conservador a la presidencia de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, dio este viernes un nuevo e inesperado giro. Merkel apoy¨® a Juncker durante la campa?a a las europeas ¡ªlos populares revalidaron el domingo su victoria en la Euroc¨¢mara¡ª, pero con la boca peque?a y sin esconder sus diferencias con el ex primer ministro luxemburgu¨¦s. El martes, en la cumbre de Bruselas, ech¨® un jarro de agua fr¨ªa a esa posibilidad al afirmar que Juncker era tan solo ¡°una de las personas¡± id¨®neas para el puesto. Criticada en su pa¨ªs por expresar abiertamente esas dudas, la canciller da ahora un nuevo volantazo con un apoyo inequ¨ªvoco: ¡°En todas las conversaciones que estoy manteniendo predomina el esp¨ªritu de que Juncker sea el pr¨®ximo presidente de la Comisi¨®n¡±.

La presi¨®n que hay tras el inesperado entusiasmo actual de Merkel procede de varios frentes. Desde sus aliados del socialdem¨®crata SPD ¡ªque la acusan de cometer ¡°un fraude a los electores¡±¡ª hasta los intelectuales, pasando por la prensa, la radio y la televisi¨®n. El fil¨®sofo J¨¹rgen Habermas dec¨ªa este viernes a toda p¨¢gina en el Frankfurter Allgemeine Zeitung ¡ªperi¨®dico cuyo lector simpatiza con el partido democristiano de la canciller¡ª que si finalmente no presiden la Comisi¨®n ni Jean-Claude Juncker ni el socialdem¨®crata Martin Schulz nadie podr¨¢ exigir a los ciudadanos que participen en futuras elecciones europeas. Habermas fue a¨²n m¨¢s rotundo en Budapest: calific¨® de ¡°escandaloso¡± que los dirigentes conservadores continentales, y Merkel en particular, no hayan respaldado sin ambages al l¨ªder de los populares europeos. El canal p¨²blico ADR la acus¨® tambi¨¦n, en horario de m¨¢xima audiencia, de enga?ar a los votantes.

¡°Lean con cuidado¡±, recomend¨® Merkel a sus colegas europeos en referencia al Tratado de Lisboa, que dispone que el Consejo (los Gobiernos) propongan por mayor¨ªa cualificada el nombre del presidente de la Comisi¨®n para que el Parlamento lo apruebe posteriormente. ¡°El incumplimiento de los tratados en el pasado nos llev¨® al borde de la cat¨¢strofe¡±, avis¨® a quienes apuntan que hay un automatismo entre el candidato m¨¢s votado y la presidencia de la Comisi¨®n. Merkel se escudaba en la oposici¨®n frontal hacia Juncker de l¨ªderes como el brit¨¢nico David Cameron. Hasta este viernes. Aunque nada puede darse por seguro: el ¨²ltimo cap¨ªtulo de ese sainete est¨¢ por escribir.