Un vicepresidente, un problema
Los segundos del Gobierno de Argentina han resultado un dolor de cabeza para sus superiores
En las elecciones presidenciales, los argentinos votan en una misma papeleta una pareja formada por un candidato a jefe de Estado y otro a vicepresidente, aunque no suelen reparar en demas¨ªa en qui¨¦n se presenta para este ¨²ltimo cargo. El vice se limita a presidir el Senado y a suplantar a su superior en caso de viaje, enfermedad, renuncia o muerte, pero no tiene ning¨²n papel preponderante en el Ejecutivo. Pese a esa aparente irrelevancia, los vicepresidentes argentinos han resultado un dolor de cabeza para varios de sus superiores. El ¨²ltimo caso es el de Amado Boudou, que el lunes tuvo que comparecer ante la justicia por un presunto tr¨¢fico de influencias.
A diferencia de otros vicepresidentes, Boudou no le ha tra¨ªdo problemas a su jefa, en este caso Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, por diferencias pol¨ªticas, sino por su supuesta corrupci¨®n. Hasta ahora, Fern¨¢ndez sigue sosteniendo a su n¨²mero dos, que a su vez se ha mantenido fiel a la mandataria. La jefa de Estado lo hab¨ªa designado como candidato a la vicepresidencia en 2011 precisamente porque ve¨ªa en su entonces ministro de Econom¨ªa a una persona que no la iba a traicionar como s¨ª lo hab¨ªa hecho Julio Cobos en su primer Gobierno (2007-2011).
Cristina Fern¨¢ndez sigue sosteniendo a su ¡®n¨²mero dos¡¯, que se ha mantenido fiel a ella
Si Boudou, de 51 a?os, hab¨ªa sido un joven militante de derecha que abraz¨® el peronismo kirchnerista con fervor en la d¨¦cada pasada, Cobos era un radical (centrista) que, al igual que otros de su partido, se aliaron con el Gobierno de N¨¦stor Kirchner (2003-2007) con el argumento de que hab¨ªa recuperado a Argentina de su debacle pol¨ªtica y socioecon¨®mica. Se supon¨ªa que el d¨²o Fern¨¢ndez-Cobos har¨ªa una s¨ªntesis de los dos partidos tradicionales de Argentina, el peronista y el radical, pero a los siete meses de Gobierno, en 2008, Cobos vot¨® en contra del aumento impositivo a la agricultura, impulsado por Fern¨¢ndez y que provoc¨® meses de conflicto, manifestaciones, bloqueos de carreteras y desabastecimiento. Desde entonces, el kirchnerismo lo defenestr¨®. Cobos no renunci¨®, sino que se mantuvo en el acotado papel de vicepresidente. La Uni¨®n C¨ªvica Radical (UCR) lo reincorpor¨® como afiliado, pero no confi¨® en ¨¦l como candidato presidencial en 2011. Cobos debi¨® reprimir sus ambiciones de dirigir Argentina, pero ahora las ha reflotado. Es uno de los cinco precandidatos para las primarias que en 2015 celebrar¨¢ el centroizquierdista Frente Amplio Unen.
La ca¨ªda en desgracia de un vicepresidente no es nueva en Argentina. Ya en 1958, Alejandro G¨®mez, que era radical como su entonces jefe, Arturo Frondizi, dur¨® seis meses en el cargo. Dimiti¨® por diferencias con su superior por la apertura de la educaci¨®n y el petr¨®leo al sector privado. En 1989, gan¨® las elecciones la f¨®rmula peronista Carlos Menem-Eduardo Duhalde, pero el primero rompi¨® con la tradici¨®n de su partido y opt¨® por una receta econ¨®mica liberal. Duhalde acab¨® postul¨¢ndose a gobernador de la provincia de Buenos Aires en 1991, gan¨® esos comicios, renunci¨® al cargo de vicepresidente y poco a poco fue criticando m¨¢s y m¨¢s a Menem. En 1999, el radical Fernando de la R¨²a fue candidato a presidente y el socialdem¨®crata Carlos ?lvarez lo secund¨®. A los ochos meses, ?lvarez renunci¨® por la inacci¨®n de De la R¨²a ante un caso de presunta corrupci¨®n en el que estaban implicados altos funcionarios.
En 2003, Kirchner lleg¨® al poder acompa?ado de un peronista, Daniel Scioli, un corredor n¨¢utico metido en pol¨ªtica por invitaci¨®n de Menem. A poco de asumir el Gobierno, Scioli dijo que hab¨ªa que subir las tarifas de los servicios p¨²blicos, asunto de inter¨¦s para Telef¨®nica y Endesa, pero Kirchner aclar¨® que no lo har¨ªa ni aunque se lo pidiese el rey de Espa?a. Desde entonces Scioli pas¨® los cuatro a?os de Gobierno en el ostracismo, pero ¨¦l acept¨® ese papel y fue premiado en 2007 con la candidatura a gobernador bonaerense. Ahora Scioli es otro de los que aspiran a jefe de Estado en 2015.
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