?Son estas tecnolog¨ªas diferentes para las escuelas?

Hace d¨¦cadas que existen tecnolog¨ªas en los sistemas educativas, todas con promesas que transformar¨ªan la educaci¨®n, como la radio en su momento, la televisi¨®n luego y ahora internet. ?Ser¨¢ esta vez diferente? ?Generar¨¢n las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y la comunicaci¨®n un impacto real en la forma de ense?ar y aprender? ?Generan m¨¢s calidad?

Hace m¨¢s de dos d¨¦cadas que la calidad educativa en Am¨¦rica Latina parece estancada, siempre en las m¨¢s bajas posiciones de los indicadores internacionales como PISA. Pero por otro lado, las econom¨ªas latinoamericanas crecen, la competencia con el resto del mundo tambi¨¦n. Los j¨®venes de la regi¨®n quedan cada vez m¨¢s rezagados, principalmente los que provienen de familias de menores ingresos. Las nuevas tecnolog¨ªas podr¨ªan contribuir a saltear varias etapas en la mejora educativa

Por un lado, las nuevas tecnolog¨ªas han cambiado profundamente el mundo del trabajo, realidad que ni la radio, la televisi¨®n u otros instrumentos hab¨ªan provocado. Actualmente la mayor¨ªa de posiciones laborales requieren alguna interacci¨®n con computadoras, con acceso a informaci¨®n, desde el control de seguridad en una f¨¢brica, hasta el dise?o o impresi¨®n de un producto. Pero no solo en el mundo empresarial, sino tambi¨¦n en los gobiernos, en la acad¨¦mica, en las organizaci¨®n de la sociedad civil, las tecnolog¨ªas est¨¢n omnipresentes.

Esta es la realidad que se encontraran los j¨®venes cuando salgan a buscar trabajo, en cualquier sector o industria. La escuela entonces no puede dejar de ense?ar el acceso a las maquinas, el uso de data, pero m¨¢s a¨²n, no puede dejar de ense?ar el pensamiento cr¨ªtico para interactuar con estas miles de gigabytes de datas a las que cualquiera tiene acceso en estos d¨ªas, la capacidad de conectar temas, y realidades diferentes, las habilidades de abstracci¨®n y de entendimiento de problemas complejos. Estamos viviendo en la sociedad del conocimiento, las escuelas tienen que dotar a los j¨®venes de las herramientas para poder trabajar y moverse ah¨ª.

Como dice el soci¨®logo Manuel Castells ¡°el factor decisivo del fracaso y abandono escolar es el desfase cultural y tecnol¨®gico entre los j¨®venes de hoy, as¨ª como un sistema escolar que no hay evolucionado con la sociedad y con el entorno digital¡±.

Pero no solo las capacidades y habilidad demandas por el mundo del trabajo parecen imponer las tecnolog¨ªas en las escuelas, sino que tambi¨¦n las nuevas aplicaciones presenta herramientas muy poderosas, que est¨¢n cambiando la forma de ense?ar y aprender. Las nuevas tecnolog¨ªas, como nunca antes, permiten personalizar la ense?anza, adapt¨¢ndola a la capacidad de los estudiantes, y a sus intereses. En efecto, la expansi¨®n de la ense?anza online puede ayudar a miles de escuelas de la regi¨®n en las que los ni?os de distintas edades aprenden juntos debido a la falta de maestros y otros recursos. La personalizaci¨®n del contenido contribuye a que cada alumno pueda progresar en su propio nivel y ser distribuido a un costo bajo. Se puede beneficiar a los estudiantes que abandonan la escuela, al atleta que no puede cumplir con horarios tradicionales, al estudiante talentoso pero que se aburre, y a los ni?os con necesidades especiales de todo tipo. Todos ellos pueden estudiar ¨Cy progresar- a su propio ritmo.

A su vez, la tecnolog¨ªa permite generar m¨¢s informaci¨®n sobre la ense?anza, e indicadores que pueden contribuir a una mejor administraci¨®n de los sistemas educativos. Si bien la educaci¨®n es una prioridad, aceptada por cualquier dirigente pol¨ªtico y empresarial, y los pa¨ªses de la regi¨®n destinan gran parte de sus productos brutos y presupuestos gubernamentales al sistema escolar, se tiene poca informaci¨®n actualizada sobre c¨®mo se ejecutan esos presupuestos, y en particular su impacto en la ense?anza de los estudiantes. La tecnolog¨ªa puede generar un enorme valor en proveer informaci¨®n a los padres y alumnos, y los gobiernos nacionales y locales responsables del sector educativo.

Pero introducir equipamiento tecnol¨®gico no cambiara la educaci¨®n. Dotar a las escuelas de herramientas tecnol¨®gicas del siglo 21 para usarla con metodolog¨ªas de ense?anza del siglo XIX y XX no har¨¢ mucha diferencia. Cambiar el pizarr¨®n por la pantalla no revolucionara la educaci¨®n. Como dice Ken Robinson, autor de The Element ¡°el futuro de la educaci¨®n no es una r¨¦plica digital de un aula¡±. La tecnolog¨ªa esta impactado todos los aspectos de nuestra vida profesional y personal, no dejara de hacerlo en los sistemas educativos.

*?Gabriel S¨¢nchez Zinny es presidente de Kuepa, iniciativa para introducir nuevas tecnolog¨ªas en la educaci¨®n latinoamericana. Twitter @gzinny