La jerarqu¨ªa cat¨®lica ataca el proceso de reformas en M¨¦xico
El Papa ha prometido una visita tras recibir al presidente Pe?a Nieto en el Vaticano el pasado siete de junio
La Iglesia cat¨®lica en M¨¦xico ha iniciado las hostilidades contra el Gobierno de Enrique Pe?a Nieto. En el punto de mira figura el buque insignia de su mandato: las reformas emprendidas con apoyo de los dos principales partidos de oposici¨®n. La cr¨ªtica eclesial no ha dejado de sorprender en una instituci¨®n cuya m¨¢s alta jerarqu¨ªa, pese a su turbulenta historia en M¨¦xico, ha vivido d¨ªas de miel y silencio con los ¨²ltimos gobiernos. La primera se?al lleg¨® a finales de abril, cuando la conferencia episcopal emiti¨® por sorpresa un mensaje oficial en el que, con lenguaje ¨¢spero, echaba por tierra cualquier idealizaci¨®n de la vida mexicana y cuestionaba una por una las principales reformas. Las iniciativas en educaci¨®n, fiscalidad, pol¨ªtica, energ¨ªa y hasta telecomunicaciones fueron puestas bajo interrogantes: ¡°Nos preguntamos de qu¨¦ manera ser¨¢n ben¨¦ficas, sobre todo para los que han estado permanentemente desfavorecidos, o si ser¨¢n una nueva oportunidad para aquellos acostumbrados a depredar los bienes del pa¨ªs¡±.
Tras este golpe se han sucedido un pu?ado de declaraciones, bien escogidas y desde p¨²lpitos de resonancia. El m¨¢s reciente dardo parti¨® esta misma semana del semanario oficial de la Archidi¨®cesis de M¨¦xico. En un vitri¨®lico editorial, acusa a la ¡°partidocracia¡± de encubrir a una ¡°clase hambrienta de poder¡± y de haber corrompido la reforma electoral impidiendo la transparencia y la participaci¨®n ciudadana.
El vapuleo contra las reformas, como es habitual en los gestos hostiles de la Iglesia, se ha hecho p¨²blico en un momento especialmente delicado. Poco despu¨¦s del mensaje de la Conferencia Episcopal, los obispos emprendieron sus visitas ad limina a Roma, donde presentaron los informes de situaci¨®n, en los que alertaban del narcoterror que sufren amplias zonas de M¨¦xico. Todo ello como antesala de la visita oficial al Vaticano de Pe?a Nieto. El encuentro con Francisco, la primera semana de junio y cargado de buenas palabras, culmin¨® con la promesa papal de pisar tierras mexicanas. Aunque no se han concretado fechas, ha trascendido el inter¨¦s del pont¨ªfice por visitar, no un pac¨ªfico santuario, sino el punto m¨¢s caliente de M¨¦xico: la frontera con Estados Unidos.
Pe?a Nieto ha evitado en todo momento la confrontaci¨®n. Tras las primeras cr¨ªticas, se reuni¨® con los obispos para defender la bondad del proceso reformista, el mayor vivido en d¨¦cadas. Ah¨ª marc¨® la l¨ªnea oficial de respuesta: ¡°La pobreza se contiene cuando hay desarrollo que permite incorporar a la gente a la actividad econ¨®mica¡±. Tampoco el Partido de Acci¨®n Nacional (PAN), de fuerte base cat¨®lica, ha respaldado las cr¨ªticas de los prelados.
Un aspecto clave para entender el cambio de la jerarqu¨ªa es el terror desatado por el narcotr¨¢fico y que la ha costado la vida en los ¨²ltimos a?os a una quincena de religiosos. El malestar generado por este acoso, pese a que los ¨ªndices de criminalidad van mejorando, es cada d¨ªa m¨¢s palpable y ha llevado a los prelados a pedir un cambio radical de mentalidad. ¡°No habr¨¢ reforma que nos ayude a superar las intolerables desigualdades e injusticias sociales que nos llevan a estar m¨¢s atentos a la vida privada de los artistas que al sufrimiento de los migrantes arrojados de un tren por no tener para pagar a los extorsionadores, o ver c¨®mo simple estad¨ªstica o nota period¨ªstica los secuestros, la trata de personas, la impune actividad del crimen organizado, las cuotas forzadas, la violencia y los cad¨¢veres decapitados en fosas clandestinas¡±, denuncian los obispos.
La toma de postura de la c¨²pula eclesial marca una nueva relaci¨®n con el Gobierno, pero tambi¨¦n, en el orden interno, el alineamiento de la Iglesia mexicana con las tesis del Papa y sus sonoras apelaciones a la lucha contra la pobreza y la injusticia. ¡°La jerarqu¨ªa mexicana estaba hecha al estilo imperial de las cortes papales de Juan Pablo II y Benedicto XVI. Eran distantes, poco populares. La irrupci¨®n del papa Francisco y su apertura a la normalidad les desconcert¨®. Durante meses han estado en par¨¢lisis frente a la nueva narrativa, hasta que con el documento emitido por la Conferencia Episcopal dejaron clara su postura. No ser¨¢n revolucionarios pero recelan de la bondad de las reformas¡±, se?ala el especialista eclesi¨¢stico Bernardo Barranco.
La adopci¨®n de las nuevas tesis papales marca el inicio del fin de una relaci¨®n de proximidad que inaugur¨® el presidente Carlos Salinas de Gortari. En 1991, dio luz verde a una reforma de la Constituci¨®n de 1917 que abri¨® el camino a un reconocimiento vetado hasta entonces a la Iglesia cat¨®lica. Al a?o siguiente, se reanud¨® la relaci¨®n diplom¨¢tica con la Santa Sede. Hoy, pese a que la Iglesia ha perdido fuerza (el 83% de la poblaci¨®n se declara cat¨®lica, frente al 95% de 1970), sigue siendo una instituci¨®n influyente. Y su discurso de denuncia no vaticina complacencia alguna en un pa¨ªs que se esfuerza m¨¢s que nunca por mejorar su imagen exterior. O como han dejado escrito los obispos: "No podemos acostumbrarnos a tener en la pobreza a m¨¢s de 50 millones de mexicanos, muchos de ellos en una miseria que les condena a morir sin atenci¨®n m¨¦dica".
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