China combina represi¨®n y ayudas para frenar el separatismo uigur
Pek¨ªn aumenta las ejecuciones y juicios masivos en Xinjiang tras una ola de atentados
La Ruta de la Seda. Una tierra de oportunidades. Un territorio rico en recursos naturales. A estos estereotipos de los ciudadanos chinos sobre la provincia fronteriza china de Xinjiang, habitada mayoritariamente por la etnia uigur, vino a sumarse otra imagen muy diferente el 5 de julio de 2009: la de la violencia. Hoy, Xinjiang cumple el quinto aniversario de los disturbios m¨¢s graves de su historia reciente en una situaci¨®n m¨¢s tensa que nunca.
Cinco a?os m¨¢s tarde, la situaci¨®n ha empeorado. En los ¨²ltimos meses la violencia se ha extendido fuera de la provincia. Si en octubre mor¨ªan tres personas en el incendio de un veh¨ªculo frente al retrato de Mao Zedong en la emblem¨¢tica plaza pequinesa de Tiananmen en lo que las autoridades calificaron de "ataque terrorista", en marzo 29 personas mor¨ªan acuchilladas en una estaci¨®n de tren en la ciudad de Kunming, en el suroeste de China. El Gobierno chino ha atribuido estos incidentes a grupos extremistas procedentes de Xinjiang.
En la propia provincia tambi¨¦n han aumentado la violencia. En mayo una explosi¨®n en un mercado de Urumqi dej¨® 39 muertos y m¨¢s de 90 heridos. Cerca de 200 personas han fallecido en incidentes violentos en el ¨²ltimo a?o, seg¨²n las cifras oficiales.
El 5 de julio de 2009 un grupo de uigures se lanz¨® a la calle en Urumqi, la capital de Xinjiang, para protestar por la muerte en una f¨¢brica del sur chino de dos trabajadores de esta etnia, de religi¨®n musulmana y emparentada con los pueblos turcomanos de Asia Central. La manifestaci¨®n degener¨® en enfrentamientos entre uigures, miembros de la etnia han -mayoritaria en China, y que se ha implantado r¨¢pidamente en Xinjiang en los ¨²ltimos veinte a?os atra¨ªda por el crecimiento econ¨®mico- y personal de las fuerzas de seguridad. Cuando la situaci¨®n qued¨® bajo control el balance oficial de v¨ªctimas era de 197 muertos y m¨¢s de 1.700 heridos.
Disturbios de aquellas dimensiones no se han vuelto a repetir desde entonces. Pero marcaron un antes y un despu¨¦s. ¡°El 5 de julio represent¨® el punto de inicio de una nueva etapa hist¨®rica, que se puede clasificar como ?nueva etapa de conflictos¡±, se?ala el periodista y experto en Xinjiang Ouyang Hongliang.
Los uigures denuncian factores como la desigualdad econ¨®mica o lo que consideran discriminaci¨®n han en el ¨¢mbito laboral, o contra su cultura, religi¨®n y su lengua. Mencionan, como ejemplo, la prohibici¨®n que cada a?o impone Pek¨ªn a los funcionarios, miembros del partido, estudiantes o profesores de ayunar durante el mes musulm¨¢n del Ramad¨¢n, que este a?o coincide con el aniversario de los disturbios. El Gobierno chino asegura que sus pol¨ªticas buscan beneficiar a los uigures y culpa de la violencia a lo que considera injerencias del extremismo extranjero.
Seg¨²n la organizaci¨®n Congreso Mundial Uigur, que agrupa a los representantes de esta etnia en el exilio, el aniversario ¡°revela c¨®mo las relaciones entre uigures y han se han deteriorado a ra¨ªz del gran influjo de colonos chinos en la regi¨®n en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas (...) Como el Estado sigue siendo el ¨¢rbitro principal de la situaci¨®n actual, tambi¨¦n tiene la capacidad de lograr una soluci¨®n pac¨ªfica al conflicto y reconocer el padecimiento del pueblo uigur. La paz s¨®lo se puede alcanzar mediante el di¨¢logo constructivo y colaborador entre las dos partes¡±.
Por su parte, la agencia oficial china Xinhua -el ¨²nico medio estatal que se ha hecho eco de la conmemoraci¨®n- asegura que ¡°son los terroristas y extremistas los que llevan a la ancestral cultura uigur al peligro de la extinci¨®n¡±. ¡°La batalla de China contra el terrorismo en Xinjiang es parte de la guerra mundial contra el terrorismo. Ganar esta batalla es proteger la cultura uigur¡±, agrega.
Pek¨ªn ha respondido a la violencia con una ¡°mano de hierro¡± en la regi¨®n. En los ¨²ltimos meses se han producido centenares de detenciones, numerosas ejecuciones y condenas y juicios masivos. Las autoridades ofrecen suculentas recompensas, que pueden llegar a los 5.000 euros en una provincia donde el salario m¨ªnimo mensual no supera los 200 euros, por informaciones que permitan la detenci¨®n de sospechosos.
Al mismo tiempo, ha aumentado su asignaci¨®n de recursos a la provincia, para tratar de combatir la pobreza -mucho mayor entre los uigur que entre los han- que considera cuna del terrorismo.
Las medidas econ¨®micas que ha puesto en marcha Pek¨ªn son variopintas. Abarcan desde subsidios a los uigur hasta la construcci¨®n de viviendas o infraestructuras como el tendido de tren de alta velocidad entre Urumqi y Lanzhou, en el oeste chino. Incluso la oficina de turismo de Xinjiang lleg¨® a ofrecer 500 yuanes, unos 70 euros, a quienes viajaran a la regi¨®n.
Pero por el momento, persiste la desconfianza mutua entre las dos comunidades. Y la presencia policial sigue siendo m¨¢s visible en las calles durante el aniversario.
EEUU y UE, preocupados por el preso m¨¢s c¨¦lebre
El acad¨¦mico Ilham Tohti es el preso uigur m¨¢s c¨¦lebre en la actualidad. El profesor de Econom¨ªa de la Universidad de las Minor¨ªas en Pek¨ªn, de 44 a?os, fue detenido en su vivienda el pasado enero, en plena campa?a de mano de hierro, y trasladado a Xinjiang. All¨ª ha sido acusado de incitar al odio ¨¦tnico, participar en actividades secesionistas y ¡°separatismo¡±, un cargo que puede acarrearle 10 a?os de prisi¨®n y la propia pena de muerte. Su caso ha pasado a las autoridades judiciales de Urumqi, aunque hasta el momento no se ha anunciado una fecha para su juicio.
Tohti se ha mostrado siempre muy cr¨ªtico con la pol¨ªtica china en Xinjiang y ha defendido ardientemente los derechos de los uigures (46% de la poblaci¨®n) frente al 40% han. El acad¨¦mico siempre se ha descrito como un ciudadano chino.
Su abogado, Li Fangping, no fue autorizado a reunirse con ¨¦l hasta finales de junio. Tras el encuentro, el letrado denunci¨® que despu¨¦s de ser detenido, Tohti fue encadenado durante m¨¢s de 20 d¨ªas y se declar¨® en huelga de hambre durante 10. Tras el ataque de Kunming en marzo se le priv¨® de agua y alimentos durante otros 10, seg¨²n denuncian Li y las organizaciones de derechos humanos. El acad¨¦mico, se?alan, padece una enfermedad cardiaca, infecci¨®n de la pr¨®stata y faringitis, y aunque se queja de dolor hep¨¢tico no se le han efectuado pruebas para determinar la causa. Seg¨²n la organizaci¨®n pro derechos humanos Chinese Human Rights Defenders (CHRD), Tohti cont¨® a sus abogados que ¡°recibe algunos medicamentos, pero el tratamiento es insuficiente¡±.
Tras el arresto, la UE y EE UU expresaron su preocupaci¨®n por la suerte del acad¨¦mico uigur. El Departamento de Estado indic¨® entonces que la detenci¨®n ¡°parece ser parte de una pauta alarmante de arrestos y detenciones de abogados que defienden el inter¨¦s p¨²blico, activistas en Internet, periodistas, l¨ªderes religiosos y otros que se enfrentan pac¨ªficamente a las pol¨ªticas y acciones oficiales chinas¡±.
Entonces, un editorial del diario estatal chino Global Times arremeti¨® contra el acad¨¦mico y asegur¨® que Tohti ¡°no es un ciudadano com¨²n y corriente. Mantiene estrechas relaciones con el Congreso Mundial Uigur y con los medios de comunicaci¨®n extranjeros¡±. Asimismo, ¡°a menudo ofrece discursos instigadores en las aulas¡±. ¡°No s¨®lo debemos atacar firmemente a los terroristas en primera l¨ªnea, sino que tambi¨¦n debemos limpiar el frente de la opini¨®n que apoya el terrorismo¡±, declaraba el medio.
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