La prueba de fuego para el Gobierno de unidad en Palestina
El asesinato cruzado de j¨®venes y la escalada en Gaza genera dos preguntas clave para la pol¨ªtica palestina
La crisis generada por los asesinatos de j¨®venes y la escalada b¨¦lica en Gaza generan dos preguntas esenciales para la pol¨ªtica palestina: ?Aguantar¨¢ el Gobierno de unidad tanta presi¨®n? ?Quedar¨¢ tocada la figura del presidente Mahmud Abbas? El acuerdo entre las facciones palestinas del 23 de abril, que el 2 de junio cuaj¨® en un Gabinete de tecn¨®cratas que trata de llevar las riendas de Cisjordania y Gaza, ya se encontraba en una situaci¨®n inestable antes del estallido de la violencia, arrastrando la complejidad de poner a trabajar juntos a quienes han estado mortalmente enfrentados en los siete ¨²ltimos a?os y que afrontan retos de enorme dificultad, como el fin de la divisi¨®n geogr¨¢fica de los palestinos y la integraci¨®n de las milicias armadas en las fuerzas de seguridad. En el entorno del primer ministro, Rami Hamdala, se reconoce, pese al optimismo obligado, que ya sin conflicto es una ¡°tarea tit¨¢nica¡± convocar las prometidas elecciones dentro de cinco meses e hilvanar dos realidades distintas tras las viejas enemistades.
Israel se?al¨® a Ham¨¢s como ejecutor del crimen de los tres muchachos. Por extensi¨®n, culp¨® al presidente Abbas, de Al Fatah, por aliarse con ¡°terroristas¡±. La triste coyuntura ha servido para que el primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, vea una oportunidad para dar el golpe de gracia a la unidad pol¨ªtica palestina. Pero salvo el titular de Exteriores, Riad Malki, quien dijo en p¨²blico que, si hubiese pruebas contra Ham¨¢s, ¡°el acuerdo estar¨ªa en peligro¡±, nadie ha querido abundar en esa l¨ªnea.
¡°Netanyahu est¨¢ muy equivocado si cree que va a triunfar su estrategia, porque nos hemos unido en torno a las necesidades y los intereses de los palestinos. La apuesta sigue en pie, pese a que intenta debilitar al Gobierno. Creemos en la soluci¨®n de dos Estados y contamos con el respaldo de la comunidad internacional¡±, advierte Xavier Abu Eid, portavoz de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP).
Pese a esa ¡°fortaleza¡± ¡ªtambi¨¦n avalada por Mustaf¨¢ Barguti, uno de los art¨ªfices del acercamiento entre las facciones, que cree que ¡°los ataques de Israel llevar¨¢n a los palestinos a unirse a¨²n m¨¢s¡±¡ª es intenso el debate sobre los equilibrios de poder. Abbas aparece debilitado ante la opini¨®n p¨²blica ¡ªs¨®lo un 10% de los palestinos lo apoya, seg¨²n el diario Haaretz¡ª por haber prestado su colaboraci¨®n policial a Israel para encontrar a los estudiantes, y s¨®lo puede hacer llamamientos a EE?UU o la UE para que pidan contenci¨®n a Israel.
El partido real se juega en otro campo, el de Ham¨¢s, que ha ido creciendo en popularidad, con m¨¢s de 500 detenidos con los que Israel trataba de encontrar pistas. Hasta ocho de sus parlamentarios fueron arrestados, algo que tambi¨¦n est¨¢ lastrando la regeneraci¨®n de la C¨¢mara palestina. Bassam Eid, fundador del Grupo de Seguimiento de Derechos Humanos en Palestina, explica que la poblaci¨®n no ten¨ªa ¡°simpat¨ªas¡± por el secuestro pero, al coincidir con una huelga de hambre de presos palestinos, las redadas generaron una especie de ¡°solidaridad¡± con Ham¨¢s.
En 2012, durante la operaci¨®n militar israel¨ª Pilar Defensivo, los islamistas lograron un importante apoyo popular al sostener el pulso a Israel durante ocho d¨ªas. Ahora a¨²n intentan hacerse fuertes, mientras Israel insiste en que poseen unos 10.000 cohetes.
La brecha de los islamistas con Abbas puede ampliarse, y repercutir en lo que cada facci¨®n reclame en el Gobierno. Tras la ca¨ªda de los Hermanos Musulmanes en Egipto, el cierre de los t¨²neles en el Sina¨ª y la falta de financiaci¨®n de Qatar o Turqu¨ªa, Ham¨¢s est¨¢ sumido en una profunda crisis.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.