La divisi¨®n en la coalici¨®n derechista marca la decisi¨®n del ataque

El ataque a Gaza en la madrugada del martes se vio precedido por un largo pulso del primer ministro, el conservador Benjam¨ªn Netanyahu, con los elementos m¨¢s derechistas de su Ejecutivo. El domingo se conoci¨® en Israel la disputa que jefe del Gobierno mantuvo con su ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, en plena reuni¨®n del Gabinete. El ministro, que vive en un asentamiento en la Cisjordania ocupada, es el segundo corifeo de la derecha israel¨ª en el Gobierno, tras su colega de Econom¨ªa, Naftal¨ª Bennet. El lunes escenific¨® Lieberman con m¨¢s ruido que nueces su desacuerdo con la pol¨ªtica de ¡°contenci¨®n¡± militar respecto a Gaza anunciada por Netanyahu el pasado jueves: su partido, Nuestra Casa Israel (Israel Beitenu), se separ¨® del Likud de Netanyahu sin llegar a romper la coalici¨®n de Gobierno. Argument¨® su decisi¨®n con las discrepancias sobre el trato a Ham¨¢s en Gaza, contra la que ¨¦l ped¨ªa m¨¢s mano dura. Horas despu¨¦s del divorcio, el Gabinete de seguridad israel¨ª decid¨ªa pasar de la ¡°contenci¨®n¡± a los ataques actuales.

El primer ministro defendi¨® la contenci¨®n hasta el jueves pasado

La polit¨®loga y antigua diputada izquierdista de la Knesset Naomi Chazan cree que los rifirrafes internos ¡°ejercieron considerable presi¨®n¡± sobre Netanyahu, pero juzga que ¡°si orden¨® el ataque por c¨¢lculo electoralista, ese fue un c¨¢lculo est¨²pido¡±. La experiencia dicta que un ataque as¨ª ¡°se sabe como empieza¡±, pero nunca c¨®mo termina. Los riesgos pol¨ªticos son considerables y, seg¨²n insiste Chazan, ¡°no van a revertir¡± el divorcio en la derecha. El equilibrio en la coalici¨®n de Gobierno es fr¨¢gil y Netanyahu es un maestro de la supervivencia pol¨ªtica, pero Chazan cree que, en este caso, mantuvo cuanto pudo la moderaci¨®n respecto a Gaza.

No quer¨ªa una escalada como la que parece en pleno desarrollo, porque una victoria definitiva contra la estructura de Ham¨¢s ¡°es imposible¡±.

Esta ofensiva en Gaza aparece, as¨ª, como otro paso en el baile perpetuo de Oriente Pr¨®ximo: tregua, calentamiento, escalada, destrucci¨®n y vuelta a empezar.

La guerra tiene su propio sistema de fuerzas, igual que la compleja pol¨ªtica interior israel¨ª tiene el suyo. Esta vez sorprende, por eso, que dos pol¨ªticos de envergadura exhiban sus diferencias mientras siguen compartiendo mesa en el Consejo de Ministros y se desata una escalada b¨¦lica con Ham¨¢s. Chazan considera, en este contexto, que en los pr¨®ximos meses habr¨¢ elecciones anticipadas o, al menos, una recomposici¨®n de la coalici¨®n de Gobierno con otros socios.

Para el polit¨®logo de la Universidad Hebrea de Jerusal¨¦n Abraham Diskin, en el actual conflicto, ¡°el que impuso una l¨ªnea dura fue Ham¨¢s¡±, no Lieberman. Desde Israel se percibe la debilidad de los islamistas, casi aislados desde el golpe de Estado que hace un a?o derroc¨® en Egipto a sus aliados los Hermanos Musulmanes. Pero Diskin, que se sit¨²a a s¨ª mismo en el centro del espectro pol¨ªtico, insiste en que su pa¨ªs est¨¢ ¡°rodeado de enemigos que se han propuesto su destrucci¨®n¡±.

Dice que ¡°Ham¨¢s est¨¢ perfectamente a tiempo de parar la espiral violenta, simplemente deteniendo los ataques con misiles¡±. Con un fatalismo muy extendido en Israel, Diskin explica que la zona ¡°es un volc¨¢n¡± que peri¨®dicamente se recalienta y estalla antes de dormitar en otra calma aparente. Desde esa ¨®ptica, las querellas internas entre Netanyahu y Lieberman ¡°no tienen nada que ver con el ataque a Gaza¡±.

Dice estar convencido de que ¡°ni siquiera el mayor sacrificio territorial o pol¨ªtico de Israel servir¨ªa para traer la paz¡±. El analista cree, a diferencia de la exdiputada Chazan, que las elecciones anticipadas ¡°no est¨¢n cerca¡±.

Diversos an¨¢lisis coinciden en que Lieberman hab¨ªa fracasado en su intento de arrebatarle a Netanyahu el liderazgo en la derecha a trav¨¦s de la alianza entre sus partidos, rota el lunes. Le benefici¨® menos de lo que calculaba. Tras el divorcio, ahora podr¨¢ intentar perfilarse como el halc¨®n que forz¨® el ataque a Gaza. Diskin cree, no obstante, que ¡°lo ¨²nico que se recordar¨¢¡± de esta nueva campa?a militar israel¨ª ¡°ser¨¢ el resultado que tenga, no las discusiones¡± previas entre Lieberman y Netanyahu. Un fracaso militar o una escalada desmedida, considera, ¡°perjudicar¨¢ a todos los que participan en esta coalici¨®n de Gobierno¡±.