Rabat exhibe sus logros econ¨®micos para obviar la lentitud de reformas legislativas
El jefe de Gobierno, el islamista moderado Benkiran, hace balance a mitad de mandato
Solemne en las formas, y muy pol¨ªtico en el fondo, ya en plena precampa?a de su candidatura para las futuras presidenciales, el jefe de Gobierno de Marruecos, el islamista moderado Abdelaziz Benkiran, hizo balance a mitad de su mandato, como exige la Constituci¨®n aprobada en 2011 tras las revueltas de la primavera ¨¢rabe. Como se esperaba, en su discurso se refugi¨® en la buena marcha de la macroeconom¨ªa ¡ªsobre todo en el control del d¨¦ficit p¨²blico¡ª para sortear la carencia y lentitud de las reformas pol¨ªticas prometidas. Y para justificarse presumi¨® de que su modelo, "la excepci¨®n marroqu¨ª", es el ¨²nico islamismo tranquilo y estable en el poder en el mundo ¨¢rabe.
Tras el estallido en cadena de los conflictos en varios pa¨ªses del mundo ¨¢rabe en 2011, las protestas y reivindicaciones callejeras de la primavera ¨¢rabe llegaron finalmente a Marruecos. El rey Mohamed VI y la corte (el Makhzen), el verdadero poder del pa¨ªs, tomaron buena nota. Hab¨ªa peligro de desbordamiento. Aquel verano, se promovi¨® una nueva Constituci¨®n llena de grandes promesas y buenas intenciones. En oto?o Benkiran fue nombrado presidente del Gobierno, y fue investido a finales de enero de 2012.
Entre otras novedades, la nueva Constituci¨®n marroqu¨ª establece, en su art¨ªculo 101, que el presidente del Gobierno debe comparecer a mitad de mandato para dar cuenta de lo que ha hecho y lo que le queda por hacer. El plazo se cumpli¨® hace meses, y en marzo envi¨® una primera evaluaci¨®n por escrito al Parlamento, pero ahora ha formalizado la prueba. Se reunieron las dos c¨¢maras y se fij¨® las 22.00 horas del martes, tras el iftar (la comida de ruptura del ayuno de Ramad¨¢n) y tras acabar el partido de f¨²tbol entre Brasil y Alemania. Habl¨® algo m¨¢s de dos horas.
Benkiran es un buen orador. Tiene 60 a?os, es populista y lidera el partido Justicia y Democracia, liberal e islamista suave, que no fue el ganador de las ¨²ltimas elecciones, pero s¨ª aglutin¨® a otras tres formaciones para formar un gobierno posibilista. ?l mismo lo admiti¨® en su discurso: "Este no es un Gobierno normal". Es un Ejecutivo que surgi¨® tras el dilema planteado por las primaveras ¨¢rabes. En ese contexto, como reconoci¨® Benkiran, el pa¨ªs ha regateado "la primavera democr¨¢tica" y "la autonom¨ªa ¨¢rabe" con "los m¨ªnimos da?os". Tambi¨¦n ensalz¨® los ¨¦xitos ante "la amenaza terrorista".
El pol¨ªtico Benkiran hab¨ªa hecho gala en su campa?a electoral de la lucha contra la corrupci¨®n y la prevaricaci¨®n, pero el ahora jefe de Gobierno, al dar cuenta de la mitad de su mandato, pas¨® de largo r¨¢pido sobre esos asuntos porque en esos ¨¢mbitos se ha hecho y conseguido muy poco. Prefiri¨® volcarse en el terreno econ¨®mico, en las grandes cifras. Entiende que son los m¨¦ritos que le han permitido crear "estabilidad" y "paz social" en Marruecos. El principal logro ha sido reducir el d¨¦ficit p¨²blico, que ha pasado del 7,2% del PIB en 2012 al 5,4% en 2013 con la meta de alcanzar el 4,9% en 2014.
El otro gran ¨¦xito ha sido bajar las aportaciones al llamado Fondo de Compensaci¨®n, que parec¨ªa intocable, y que permite al Gobierno subvencionar productos b¨¢sicos como la harina, el az¨²car y la gasolina, para pacificar y embridar el descontento social. Es una partida (35 millones de dirhams en 2014 frente a los 53 millones de 2013) muy cuestionada por los organismos internacionales. Ante estas mejoras, el Fondo Monetario Internacional (FMI) est¨¢ plante¨¢ndose retomar una l¨ªnea de cr¨¦dito especial para Marruecos.
La tasa oficial de paro est¨¢ en el 9,4%, aunque resulta poco cre¨ªble, y entre los j¨®venes llega al 30%. El jefe de Gobierno s¨ª resalt¨® que durante su ejercicio se han creado 68.000 nuevos puestos de empleo en el sector p¨²blico, muy sobredimensionado y que casi llega a un mill¨®n de funcionarios en un pa¨ªs de apenas 34 millones de habitantes.
En su balance Benkirane destac¨® otros dos aspectos curiosos. Su buena relaci¨®n con el rey Mohamed VI y que piensa supervisar personalmente todas las leyes y reformas que est¨¢ poniendo en marcha justo ahora el Ministerio del Interior para cambiar de arriba a abajo el sistema electoral. Sobre Mohamed VI valor¨® que "ha jugado un papel determinante para la preservaci¨®n del modelo democr¨¢tico marroqu¨ª y su proceso de reformas". La colaboraci¨®n y cooperaci¨®n entre ambos es buena aunque estos d¨ªas el propio Benkirane ha tenido que aclarar que no le consulta todo.
La precisi¨®n de Benkiran de que piensa trabajar en la reforma electoral conjuntamente con el ministro del Interior, Mohamed Hassad, ha suscitado muchos comentarios. Varios partidos de la oposici¨®n han mostrado su inquietud por que esos cambios nucleares los pilote un departamento como Interior, bajo sospecha desde la ¨¦poca de Driss Basri. Interior acaba de entregar a los dem¨¢s partidos un borrador para discutir si es mejor el modelo electoral proporcional o el mayoritario, el tipo de escrutinio, la renovaci¨®n de las listas, el documento de acreditaci¨®n y las circunscripciones. Y otro texto, a¨²n m¨¢s ambicioso y con 254 art¨ªculos, sobre otra divisi¨®n en 12 regiones en vez de 16 del pa¨ªs y con m¨¢s competencias auton¨®micas.
La gran asignatura pendiente del Gobierno marroqu¨ª son los cambios pol¨ªticos, judiciales y los relacionados con las libertades. Frente a las 26 nuevas leyes fundamentales que en este sentido preve¨ªa la Constituci¨®n de 2011, Benkiran inform¨® de que se han puesto en marcha seis leyes org¨¢nicas, otras cuatro en camino, se han aprobado otros 99 proyectos legislativos normales y firmado 97 convenios internacionales.
Todos los analistas en Marruecos coinciden en criticar el problema de tiempo, de la lentitud con que se ha manejado este Gobierno. "Llegaban de una posici¨®n muy radical tras estar mucho en la oposici¨®n y ahora han perdido estos dos a?os en asumir y gestionar la pol¨ªtica real", concluye un observador en Rabat.
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