Rusia y Cuba pactan la reapertura de una estaci¨®n de espionaje sovi¨¦tica

Rusia quiere volver a utilizar el centro de radar de la URSS en Lourdes, en Cuba, y ha llegado a un acuerdo con La Habana sobre la reapertura de aquellas instalaciones, clausuradas en oto?o de 2001, seg¨²n inform¨® el martes el diario Kommersant citando ¡°fuentes en las estructuras de poder de la Federaci¨®n Rusa¡±. En octubre de 2001, el presidente Vlad¨ªmir Putin anunci¨® la clausura del radar y la base de submarinos de Cam Ranh, en Vietnam, por motivos econ¨®micos. La decisi¨®n sobre la base de Lourdes fue unilateral y contra el deseo de las autoridades cubanas.

El radar de Lourdes, que se empez¨® a construir en 1962 y se inaugur¨® en 1967, est¨¢ situado a 250 kil¨®metros del litoral de EE UU y era usado por la URSS para controlar las comunicaciones telef¨®nicas y de radio en parte del territorio de EE UU. Hoy Rusia dispone de sat¨¦lites y otros medios de espionaje sobre EE UU y, seg¨²n manifestaron a esta corresponsal fuentes pr¨®ximas a la Administraci¨®n rusa, uno de los motivos de la reapertura del radar es demostrar de forma simb¨®lica a Washington que Rusia sigue siendo una potencia global con presencia en el Caribe y capaz de responder con medidas sim¨¦tricas a cualquier instalaci¨®n de espionaje que EE UU y sus aliados de la OTAN puedan mantener en su flanco sur, en la zona del mar Negro y sus pa¨ªses ribere?os.

Seg¨²n el diario Kommersant, Mosc¨² comenz¨® negociaciones con Cuba hace algunos a?os, pero las activ¨® a principios de este a?o cuando se celebraron algunas reuniones entre militares rusos y cubanos. El acuerdo qued¨® listo durante la visita del presidente ruso Vlad¨ªmir Putin a La Habana el pasado viernes. El radar de Lourdes dej¨® de funcionar a principios de 2002 por la falta de recursos para el mantenimiento del centro y por las exigencias de EE UU. La reapertura responde a una mejora de las posibilidades financieras y tambi¨¦n al enfriamiento de las relaciones con Washington, se?ala el peri¨®dico. Las relaciones ruso-norteamericanas hoy difieren de forma sustancial de las que exist¨ªan entre los dos pa¨ªses en el oto?o de 2001. En aquel entonces, bajo el impacto del atentado contra las Torres Gemelas en Nueva York, Putin apoy¨® la coalici¨®n antiterrorista liderada por EE UU para combatir a Osama bin Laden en Afganist¨¢n, lo que permiti¨® a Washington desplegar sus militares y equipo log¨ªstico en el territorio de Asia Central. Fue por aquella ¨¦poca cuando el presidente ruso tante¨® a los dirigentes de la OTAN sobre un eventual ingreso de Rusia en la Alianza Atl¨¢ntica. Pero aquel breve ¡°deshielo¡± fue reemplazado por una desconfianza que ha ido en aumento. La crisis de Ucrania y la anexi¨®n de Crimea por parte de Rusia han acelerado el deterioro de las relaciones entre Washington y Mosc¨², que siguen colaborando en algunos temas estrat¨¦gicos, pese a las sanciones impuestas por la Administraci¨®n norteamericana.

Seg¨²n Kommersant, el radar de Lourdes fue el centro de espionaje radioelectr¨®nico m¨¢s importantes de la URSS fuera de su territorio nacional y fue usado tambi¨¦n por la marina rusa para sus comunicaciones. El peri¨®dico afirma que Rusia no volver¨¢ a restablecer plenamente su plantilla en Lourdes, que lleg¨® a ser de 3.000 especialistas en ¨¦poca sovi¨¦tica y de 1.500 en la d¨¦cada de los noventa. Los costes de mantenimiento de las instalaciones est¨¢n siendo calculados en la actualidad, afirma el diario. Hasta noviembre de 1992 Mosc¨² utiliz¨® el radar de forma gratuita, para despu¨¦s pasar a pagar un alquiler, que en 1992 fue de 90 millones de d¨®lares; en 1993-1995, de 160 millones de d¨®lares, y en 1996-2000, de 200 millones.

Rusia entregaba el grueso de estas sumas en especies, mediante el suministro de combustibles, productos petroleros y forestales, as¨ª como equipo militar y piezas de repuesto. En julio de 2000 la C¨¢mara de Representantes del Congreso de EE UU aprob¨® un acta de ¡°confianza y colaboraci¨®n¡± con Rusia que prohib¨ªa a la Casa Blanca reestructurar la deuda de Rusia hasta que no se cerrara el radar, afirma Kommersant. Seg¨²n el peri¨®dico, los ¨²ltimos especialistas rusos abandonaron Lourdes en febrero de 2002.

En el oto?o de 2001, cuando se anunci¨® el cierre de Lourdes, el jefe del Estado mayor de Rusia, Anatoli Kvashnin, inform¨® de que el dinero ahorrado con el cierre de las instalaciones en Cuba y Vietnam pod¨ªa ser destinado a equipar las Fuerzas Armadas rusas. Seg¨²n Kvashnin, con los 200 millones de d¨®lares anuales que costaba el radar de Cuba se pod¨ªan comprar 20 sat¨¦lites de espionaje y 100 radares modernos. Kvashnin dijo tambi¨¦n que el cierre de las instalaciones no se iba a reflejar en la capacidad defensiva de Rusia.