Ortega, Wang Jing y el canal por Nicaragua
El secretismo sobre el esquema de financiamiento de esta obra de 50.000 millones de d¨®lares contradice la promesa de transparencia que inicialmente se hizo sobre esta iniciativa
La semana pasada asist¨ª a un evento abierto a la prensa organizado por el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), en el que la empresa china concesionaria del canal interoce¨¢nico y los representantes gubernamentales de la Autoridad Nacional del Gran Canal supuestamente brindar¨ªan a las c¨¢maras empresariales informaci¨®n m¨¢s espec¨ªfica sobre el estado en que se encuentran los estudios de factibilidad t¨¦cnica, econ¨®mica-comercial y de impacto ambiental, de este megaproyecto.
Lamentablemente, las presentaciones que brindaron los voceros de la empresa china Hong Kong Nicaragua Development (HKND) y la consultora ambiental Environmental Resource Management (ERM) otra vez fueron bastante generales, y aunque al final accedieron a responder algunas preguntas, sus respuestas fueron m¨¢s bien vagas y evasivas y no brindaron mayor claridad ante las interrogantes planteadas.
Por ejemplo, cuando le pregunt¨¦ al representante de HKND qui¨¦nes son los inversionistas internacionales del canal interoce¨¢nico y por qu¨¦, a pesar de que en octubre del a?o pasado Wang Jing, presidente de HKND, dijo que en diciembre presentar¨ªa al p¨²blico un consorcio internacional, nueve meses despu¨¦s no ha cumplido su promesa, me respondi¨® con un alegato inveros¨ªmil. Dijo el vocero de Wang Jing que no era posible revelar los aportes financieros, la identidad o el origen de los inversionistas por razones de ¡°confidencialidad¡¯, ¡°secreto comercial¡±, y por el tipo de obligaciones que establecen estas entidades privadas que cotizan en la Bolsa de Valores.
Dice el vocero de Wang Jing que no es posible revelar a¨²n los aportes financieros por razones de confidencialidad
Esta interpretaci¨®n secretista sobre el esquema de financiamiento de esta obra de 50.000 millones de d¨®lares contradice la promesa de transparencia que inicialmente se hizo sobre esta iniciativa, de manera que ahora resulta imposible conocer si se trata de un proyecto internacional, o si ¨²nicamente estar¨¢ soportado por capitales y empresas chinas. Al margen de que la forma en que se otorg¨® la concesi¨®n es en s¨ª misma negativa para el pa¨ªs, la diferencia entre un proyecto global, con participaci¨®n de capitales e intereses de distintos pa¨ªses, y un proyecto exclusivamente chino, ser¨ªa sustantiva. Nadie duda que China cuente con los recursos econ¨®micos y la capacidad para realizar gigantescas obras de infraestructura como el canal por Nicaragua, pero si ¨¦ste es un proyecto cuya viabilidad depende enteramente de la voluntad pol¨ªtica del estado de la Rep¨²blica Popular China, las implicaciones geopol¨ªticas, ambientales e institucionales, ser¨¢n completamente distintas para nuestro pa¨ªs. Si ese es el caso, como parece indicarlo la t¨®nica secretista, entonces estamos ante un proyecto que promover¨¢ los intereses de la potencia china a cualquier costo, y con mucho mayor raz¨®n se requerir¨ªa de una salvaguarda especial de los intereses del Estado y la naci¨®n nicarag¨¹ense.
La concesi¨®n otorgada de forma apresurada por decisi¨®n unilateral del presidente Ortega a la empresa HKND no solo fue lesiva de la soberan¨ªa y los intereses nacionales, sino que comprometi¨® el futuro de varias generaciones de nicarag¨¹enses. En un pa¨ªs cuya institucionalidad democr¨¢tica ha sido demolida por el autoritarismo, el poder sin l¨ªmites ni contrapesos ejercido por Ortega otorg¨® un enclave y una cadena de concesiones a granel a una empresa privada y/o potencia extranjera.
Las consecuencias de c¨®mo opera esta relaci¨®n sui generis Ortega-HKND, que no se rige por las normas b¨¢sicas de transparencia, ya las estamos padeciendo. La primera es el secretismo y la falta de respuesta a las preguntas que con sentido com¨²n han formulado a HKND distintos sectores nacionales:
?Cu¨¢les son las credenciales empresariales del se?or Wang Jing? ?Tiene un r¨¦cord p¨²blico que permita a los nicarag¨¹enses y a la comunidad internacional verificar c¨®mo logr¨® amasar su capital y qu¨¦ actividades econ¨®micas desarroll¨® antes de comprar Xinwei en el 2010?
?C¨®mo se explica que 19 meses despu¨¦s de que Telcor le otorgara a Xinwei una concesi¨®n para invertir en telecomunicaciones en Nicaragua, a¨²n no ha instalado una sola l¨ªnea de telefon¨ªa rural o celular?
En un pa¨ªs cuya institucionalidad democr¨¢tica ha sido demolida, Ortega otorga concesiones a una empresa privada y/o potencia extranjera
?Qu¨¦ garant¨ªas tiene el estado nacional de que un inversionista que ya est¨¢ incumpliendo con una concesi¨®n para invertir 2.100 millones de d¨®lares en telefon¨ªa en tres a?os, pueda acometer un proyecto de construcci¨®n de 50.000 millones de d¨®lares, como el canal, en el que no tiene ninguna experiencia previa?
?Cu¨¢l es el calendario de ejecuci¨®n y cu¨¢ndo concluir¨¢n los estudios de factibilidad t¨¦cnica, econ¨®mica y de impacto ambiental del canal?
?Se someter¨¢n estos estudios, que han sido pagados por HKND, al escrutinio y evaluaci¨®n de un comit¨¦ independiente de expertos nacionales e internacionales?
?Si estos estudios a¨²n no han concluido, y por lo tanto no se puede conocer con certeza la viabilidad del proyecto y sus impactos ambientales, c¨®mo se puede afirmar que la construcci¨®n del canal interoce¨¢nico empezar¨¢ en diciembre y concluir¨¢ en cinco a?os?
?Cu¨¢l ser¨¢ el impacto ambiental del dragado en el lago Cocibolca y las obras de excavaci¨®n y mantenimiento, y c¨®mo impactar¨¢ en la preservaci¨®n y la calidad del recurso h¨ªdrico estrat¨¦gico m¨¢s importante del pa¨ªs?
?Qui¨¦n vela por los intereses nacionales ante la inoperancia de la Autoridad del Gran Canal, que en su primer a?o de funciones ha demostrado precisamente que carece de autoridad y autonom¨ªa?
La segunda repercusi¨®n es el cambio en las reglas del juego de la concesi¨®n canalera, cuando ni siquiera ha empezado ninguna obra de construcci¨®n. Al amparo de la discrecionalidad absoluta otorgada por el Gobierno a la empresa HKND, han surgido nuevas iniciativas de negocios denominadas ¡°subproyectos del canal¡±, que originalmente no fueron contemplados y que no tienen nada que ver con la obra canalera.
En el nuevo proyecto ya no se incluyen el oleoducto de petr¨®leo o el canal seco contemplados en la ley original, pero desde hace un mes HKND revel¨® sorpresivamente que desarrollar¨ªa ¡°proyectos vacacionales¡¯. Ahora la empresa china ha anunciado el gigantesco proyecto tur¨ªstico ¡°San Lorenzo¡±, ubicado a m¨¢s de 10 kil¨®metros al sur de Brito, es decir, a considerable distancia de la ruta canalera. Se trata de un zona de siete kil¨®metros de playas -Ocotal, Majagual, Pitahaya y Maderas- situada a 12 kil¨®metros al norte de San Juan del Sur, donde existen centenares de propiedades privadas de ciudadanos nicarag¨¹enses y extranjeros y una decena de hoteles, entre ellos uno de renombre internacional como es el ecotur¨ªstico Morgan¡¯s Rock.
Al imponer este proyecto ordinario de negocios bajo la cobija extraordinaria de la ley canalera, est¨¢n atentando contra los derechos de propiedad en todo el territorio nacional. La voracidad enmascarada tras ley Ortega-Wang ya hab¨ªa sido advertida por los expertos jur¨ªdicos al aprobarse la concesi¨®n, pero nadie imaginaba que ocurrir¨ªa tan temprano y con tanta desfachatez.
Durante la conferencia de las c¨¢maras del Cosep con HKND y la autoridad gubernamental, le pregunt¨¦ a los voceros oficiales si la inconstitucional cl¨¢usula expropiatoria de los derechos de propiedad contemplada en la ruta canalera se aplicar¨ªa tambi¨¦n a los ¡°subproyectos tur¨ªsticos¡± y otros negocios concebidos al amparo del canal. Era una magn¨ªfica oportunidad para que la empresa china aclarara sus intenciones y su interpretaci¨®n de una ley redactada a su medida.
La respuesta del representante de Wang Jing fue un silencio elocuente, ante la atenta mirada del ¡°promotor de inversiones¡± Laureano Ortega Murillo, hijo del presidente Ortega y enlace oficial con el concesionario chino. Una se?al inequ¨ªvoca para que inversionistas nacionales y extranjeros tomen nota y saquen sus propias conclusiones.
Carlos F. Chamorro, periodista nicarag¨¹ense, es director de Confidencial.com.ni
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.