El brazo ejecutor de La Jefa
Rodrigo Pe?ailillo se ha convertido en el hombre de confianza y el ministro m¨¢s poderoso del nuevo Gobierno chileno de Michelle Bachelet
Durante cerca de dos horas, en la C¨¢mara chilena, el diputado de la oposici¨®n Jos¨¦ Manuel Edwards interpel¨® este jueves al ministro del Interior de la presidenta Michelle Bachelet, Rodrigo Pe?ailillo. En Chile la herramienta se utiliza para que los secretarios de Estado den cuenta ante el Parlamento sobre su actuaci¨®n en determinados asuntos que le competen a su cartera, aunque en el ¨²ltimo tiempo el mecanismo se ha desvirtuado y se ha convertido, sobre todo, en un ejercicio pol¨ªtico para incomodar al adversario. En este caso, la derecha apunt¨® contra el jefe de gabinete de Bachelet, el ministro m¨¢s influyente del actual Gobierno, por su responsabilidad en los actos violentos que siguen produci¨¦ndose en la regi¨®n de la Araucan¨ªa, como primer encargado pol¨ªtico de la seguridad en Chile. Para el oficialismo, poco y nada se le puede exigir al ministro del Interior cuando apenas han pasado cuatro meses del arranque del Gobierno en un conflicto ind¨ªgena que no se ha apagado en d¨¦cadas. Y la operaci¨®n termin¨® siendo un boomerang para la derecha, a juicio del Ejecutivo: Pe?ailillo se defendi¨® bien y sali¨® fortalecido.
Hasta marzo pasado, la fecha en que Bachelet inici¨® su segundo mandato, despu¨¦s de cuatro a?os de Gobierno de Sebasti¨¢n Pi?era, la ciudadan¨ªa ni siquiera conoc¨ªa el timbre de voz a Pe?ailillo (Concepci¨®n, 1973). El nombramiento de este ingeniero comercial como titular de Interior sorprendi¨® al mundo pol¨ªtico de la Nueva Mayor¨ªa, la coalici¨®n de Bachelet que integran desde democristianos hasta comunistas. Tal y como la socialista pretende sentar las bases de la inclusi¨®n en Chile ¡ªa trav¨¦s de reformas como la tributaria y educacional¡ª, tambi¨¦n tom¨® la decisi¨®n de instalar el recambio generacional de la dirigencia pol¨ªtica. Y el s¨ªmbolo de esa determinaci¨®n fue colocar a Pe?ailillo ¡ªsu hombre de confianza, de 40 a?os, su ex jefe de gabinete durante el primer per¨ªodo (2006-2010)¡ª en el ministerio pol¨ªtico m¨¢s importante del Palacio de La Moneda.
Los chilenos no conoc¨ªan ni siquiera el timbre de su voz porque, en los cuatro a?os en que acompa?¨® a la presidenta en su primera Administraci¨®n, actu¨® tal y como lo requiere la mandataria socialista a su c¨ªrculo: con una discreci¨®n y cautela que raya en el secretismo. Fue en esos a?os donde Pe?ailillo creci¨® pol¨ªticamente y, en forma paralela, se gan¨® la confianza extrema de Bachelet, una dirigente desconfiada que no le abre la puerta a cualquiera. Esos a?os tuvo mayor influencia que cualquier otro jefe de gabinete del presidente que haya pasado por La Moneda y, como Bachelet no ten¨ªa equipos de consejeros, como el exmandatario Ricardo Lagos, Pe?ailillo tambi¨¦n asumi¨® las labores de asesor de la mandataria. Muy pronto los dirigentes del centroizquierda comenzaron a comprender el ascendente de este joven ingeniero.
Los chilenos no conoc¨ªan el timbre de su voz porque actu¨®?con una discreci¨®n que raya ?el secretismo
Todo esto se volvi¨® mucho m¨¢s evidente entre 2010 y 2013, cuando la socialista dej¨® Chile para hacerse cargo de ONU Mujeres en Nueva York. En cuanto termin¨® el Gobierno, Pe?ailillo decidi¨® formarse y entre 2010 y 2011 viaj¨® a Europa para emprender una aventura acad¨¦mica. Primero intent¨® aprender ingl¨¦s en una breve etapa en Brighton (Inglaterra), y luego se march¨® a Madrid, donde obtuvo el grado de mag¨ªster en An¨¢lisis Pol¨ªtico en la Universidad Complutense de Madrid, con una beca de la cooperaci¨®n espa?ola. Cuando regres¨® a Chile y Bachelet segu¨ªa en Nueva York, guardando un mutismo sobre su decisi¨®n de postular a la reelecci¨®n, Pe?ailillo fue su embajador en Santiago. Mantuvo reuniones en su nombre, hablaba por Bachelet sin explicitarlo, y estuvo encima de los conflictos que involucraban a la presidenta, como el juicio por los muertos por la alerta fallida de maremoto en febrero de 2010. Luego comenz¨® a preparar la pista para el aterrizaje de La Jefa ¡ªcomo la llama¡ª y fue uno de los cerebros de su programa de Gobierno.
Pe?ailillo proviene de una familia modesta del sur de Chile. Hijo de una madre viuda y el menor de cuatro hermanos, estudi¨® en una sencilla escuela p¨²blica de la localidad Cabrero, donde su familia ten¨ªa la ¨²nica casa de concreto, y luego en el liceo de Coronel, donde comenz¨® con 15 a?os a militar en el PPD, el partido instrumental que fund¨® Lagos. Fue presidente de la Federaci¨®n de Estudiantes de la Universidad del Biob¨ªo y, con el objetivo de hacer carrera pol¨ªtica, se traslad¨® a Santiago. La estrategia tuvo ¨¦xito: luego de algunos cargos en el aparataje del Estado, en 2000 fue nombrado Gobernador en Arauco, su zona. Y comenz¨® a brillar para las elites de la Concertaci¨®n. Fue el trampol¨ªn que le permiti¨® ingresar al primer comando de campa?a de Bachelet en 2005 que le abri¨® las puertas a todo lo que vino despu¨¦s.
Pe?ailillo ha dejado claro que?es la voz ordenante que habla por la presidenta
Dicen que sigue viviendo en su piso discreto en ?u?oa, un barrio de clase media de la capital, junto a su pareja Carolina y sus dos ni?as. A pocas cuadras, hasta hace poco, Pe?ailillo segu¨ªa asistiendo a la academia de ingl¨¦s del barrio. En estos cuatro meses de Gobierno, ha tenido logros pol¨ªticos importantes, como llevar adelante con ¨¦xito las negociaciones con la oposici¨®n para cambiar el sistema electoral binominal. Tambi¨¦n se le ha visto bien en su despliegue durante el tremendo terremoto del norte a comienzos de abril y en el feroz incendio que atac¨® la ciudad portuaria de Valpara¨ªso, donde el ministro se esmer¨® en mostrarse excesivamente proactivo antes los medios de comunicaci¨®n, como se le critica en privado desde el propio oficialismo. Pero sobre todo ha quedado claro que es la voz ordenante que habla por la presidenta: el domingo pasado el ministro de Educaci¨®n, Nicol¨¢s Eyzaguirre, dijo en una entrevista que la gratuidad en la educaci¨®n universitaria ser¨ªa s¨®lo para los primeros cuatro a?os de carrera. No hab¨ªan pasado doce horas cuando Pe?ailillo lo corrigi¨® p¨²blicamente y se?al¨®, como apunta el programa, que se pretende garantizar la gratuidad universal. Fue una se?al de fuerza.
Es el ministro m¨¢s influyente del Gobierno y ha logrado, en poco tiempo, darse a conocer ante la ciudadan¨ªa. Tiene una valoraci¨®n del 61%, seg¨²n la ¨²ltima encuesta Adimark, y es el cuarto secretario de Estado con mayor nivel de conocimiento. Lo anteceden, justamente, tres ministros con afanes presidenciales: el propio Eyzaguirre; la titular de la Presidencia, Ximena Rinc¨®n, y el secretario de Justicia, Jos¨¦ Antonio G¨®mez. La carrera presidencial para 2017 est¨¢ comenzando a arrancar prematura y solapadamente en Chile y en el oficialismo se?alan que aunque Pe?ailillo no lo explicita, a estas alturas no es descartable que se anime a postular para suceder a Bachelet. Tendr¨ªa seguramente a una gran aliada: la propia presidenta.
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