Reinventando a Ch¨¢vez
Las invocaciones oficiales al obligado cumplimiento del legado de Hugo Ch¨¢vez han sido diarias desde el fallecimiento del caudillo
Las invocaciones oficiales al obligado cumplimiento del legado de Hugo Ch¨¢vez han sido diarias desde el fallecimiento del caudillo bolivariano, y ser¨¢n preceptivas durante el desarrollo del III Congreso del gubernamental Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que dirimir¨¢ sobre los rifirrafes internos y sobre un asunto m¨¢s importante: la rectificaci¨®n del rumbo de una econom¨ªa nacional aplastada por la inflaci¨®n, que supera el 60% anual, el desabastecimiento, la crisis financiera y cambiaria, el d¨¦ficit fiscal, el endeudamiento, la incompetencia, una corrupci¨®n rampante y problemas estructurales tan antiguos como el r¨ªo Orinoco.
Los delegados en el c¨®nclave partidista no lo tendr¨¢n f¨¢cil pues el cuaderno de bit¨¢cora del desaparecido fundador del movimiento no identific¨® el modelo econ¨®mico a seguir, m¨¢s all¨¢ de se?alar a los destinatarios de las regal¨ªas petroleras: la poblaci¨®n m¨¢s pobre, siempre con la mano extendida porque Venezuela es un pa¨ªs donde la equidad, la productividad, la disciplina y el esfuerzo son valores hist¨®ricamente extra?os. Cabe suponer, por tanto, un Congreso donde se registre una soterrada pugna entre la mayor¨ªa, a las ¨®rdenes de Maduro, y las facciones m¨¢s sectarias e izquierdistas contrarias a la ortodoxia capitalista, supuestamente en ciernes y propugnada por el presidente y Rafael Ram¨ªrez, su ministro de Econom¨ªa y consejero m¨¢s influyente.
Los albaceas de Ch¨¢vez deber¨¢n establecer si es posible sostener pol¨ªticamente el ajuste integral que exige a gritos la econom¨ªa de Venezuela, los masivos recortes en el gasto p¨²blico, la austeridad fiscal y monetaria, y una bater¨ªa de medidas tan complejas e impopulares como la devaluaci¨®n del bol¨ªvar y el aumento del precio de la gasolina, que sale de los surtidores casi regalada. El chavismo fundament¨® sus triunfos en las multimillonarias inversiones sociales, en la atenci¨®n a sectores relegados, mayor¨ªa en el padr¨®n electoral, con alimentos, viviendas, infraestructuras y servicios a precios subsidiados. Pero el justiciero paternalismo de Estado es caro y progresivamente inasumible. El 96% de las divisas que ingresa el pa¨ªs es aportado por la empresa estatal Petr¨®leos de Venezuela (PVDSA).
Los albaceas de Ch¨¢vez deber¨¢n establecer si es posible sostener pol¨ªticamente el ajuste integral que exige a gritos la econom¨ªa de Venezuela
El asistencialismo estatal es una pr¨¢ctica end¨¦mica en el pa¨ªs latinoamericano desde hace decenios, aunque m¨¢s acusada durante el chavismo, y ha sido posible gracias a las d¨¦cadas de bonanza petrolera: a las sostenidas alzas en la producci¨®n de crudo y del precio del barril en los mercados internacionales, que cotizan a la baja desde hace medio a?o. Probablemente, la reuni¨®n del partido oficial refrendar¨¢ las propuestas del Gobierno para intentar capear el temporal, con una miscel¨¢nea de medidas de urgencia y coyunturales, pero sin abordar el meollo de la cuesti¨®n, sin adentrarse en las causas estructurales de la postraci¨®n de una naci¨®n que vive del petr¨®leo desde el descubrimiento del primer pozo en 1914.
Probablemente, la revisi¨®n ideol¨®gica prometida por la direcci¨®n del partido gubernamental no ir¨¢ m¨¢s all¨¢ de escuchar a los disidentes, derrotarles, y afianzar la presencia de los hombres de Diosdado Cabello y Rafael Ram¨ªrez en los ¨®rganos de direcci¨®n del PSUV, y de Nicol¨¢s Maduro en su presidencia.
El congreso debatir¨¢ sobre la viabilidad de unas correcciones econ¨®micas que debieran ser profundas para impedir el cr¨®nico desplome de la moneda nacional, la fuga de divisas, la improductividad, la asfixia de la iniciativa privada, la dependencia del crudo y de las importaciones, y el descomunal tama?o del Estado: m¨¢s de tres millones de funcionarios para 30 millones de habitantes.
Esa enmienda a la totalidad ser¨ªa hist¨®rica, pero no ocurrir¨¢ porque las ambiciones del tercer congreso son m¨¢s modestas: ganar tiempo, salir del atolladero sin reducir los subsidios, y confiar de nuevo, como ha sucedido siempre en Venezuela, en las propiedades curativas del oro negro.
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