Risas de mujer en Turqu¨ªa contra el discurso pol¨ªtico ultraconservador

Miles de mujeres en Turqu¨ªa han respondido con indignaci¨®n pero tambi¨¦n con humor, publicando fotos de ellas mismas ri¨¦ndose, a las declaraciones de un miembro del Gobierno, que les aconsejaba ¡°no re¨ªr en p¨²blico¡±.

¡°La mujer debe saber lo que est¨¢ permitido y lo que no. No reir¨¢ en p¨²blico. No se comportar¨¢ de forma seductora y proteger¨¢ su castidad¡±, dijo este lunes el viceprimer ministro Bulent Arinc.

¡°?D¨®nde est¨¢n nuestras chicas, que se sonrojaban ligeramente, bajaban la cabeza y miraban hacia otro lado cuando (nosotros) las miramos a la cara, convirti¨¦ndose en un s¨ªmbolo de castidad?¡±, se pregunt¨® Arinc en un discurso durante la celebraci¨®n del Bayram, como se conoce en Turqu¨ªa el fin del mes isl¨¢mico del Ramad¨¢n.

El viceprimer ministro lament¨® la ¡°corrupci¨®n moral¡± en Turqu¨ªa, dijo que hab¨ªa que ¡°volver a descubrir el Cor¨¢n¡±, y se?al¨® algunas series televisivas como culpables y tambi¨¦n acus¨® a quienes excitan a la juventud en los medios de comunicaci¨®n o incluso en las universidades.

El discurso de Arinc, uno de los cofundadores del gobernante Partido para la Justicia y el Desarrollo (AKP, en turco, islamista y conservador), ha resonado con fuerza en las redes sociales, donde miles de mujeres turcas han expresado su indignaci¨®n y han aprovechado para compartir fotos de ellas mismas riendo.

¡°?Que todo el mundo se r¨ªa! Yo me estoy riendo aqu¨ª as¨ª :)¡±, respondi¨® por ejemplo en Twitter la escritora Ece Temelkuran, quien comparti¨® una fotograf¨ªa en la que aparece riendo en un bar junto al mar.

Muchas otras mujeres han criticado las palabras del viceprimer ministro y compartieron im¨¢genes en Twitter y otras plataformas, como Facebook e Instagram, usando para ello etiquetas como ¡®risa¡¯ (#kahkaha), ¡®resistencia de la risa¡¯ y ¡®resistencia de la mujer¡¯.

¡°Oh dios, que se trate de un chiste. Si las mujeres no pueden re¨ªr en p¨²blico, entonces los hombres tampoco deber¨ªan llorar en p¨²blico¡±, dijo tambi¨¦n en Twitter Fatih Portakal, un conocido presentador de informativos turco. Con su comentario, Portakal se refer¨ªa a la tendencia de Arinc a llorar durante los discursos de su compa?ero de partido y primer ministro, Recep Tayyip Erdogan.

La pol¨¦mica causada por Arinc encaja en las cr¨ªticas que el Gobierno de Erdogan ha recibido por su supuesto deseo de entrometerse en la vida privada de los ciudadanos, en particular de las mujeres, y dictarles c¨®mo deben comportarse.

Erdogan es conocido por su repetida recomendaci¨®n de que las mujeres deber¨ªan tener al menos tres hijos, y tambi¨¦n condena el aborto, que en una ocasi¨®n compar¨® con una matanza de civiles realizada por la aviaci¨®n turca durante un ataque contra militantes kurdos. Tras estas declaraciones, que provocaron manifestaciones contra el Gobierno, en junio de 2012 el AKP de Erdogan se ech¨® para atr¨¢s en su intento de restringir el aborto legal en Turqu¨ªa.

Turqu¨ªa cuenta con un gran n¨²mero de usuarios de redes sociales, es el quinto pa¨ªs con m¨¢s usuarios de Facebook del mundo y unos 10 millones de turcos usan Twitter, seg¨²n datos recopilados por la web del World Travel Market.

En marzo de este a?o, Turqu¨ªa bloque¨® el acceso a Twitter y a la web de v¨ªdeos YouTube despu¨¦s de que aparecieran compartidas en estas p¨¢ginas grabaciones que presuntamente implicaban a Erdogan y a otros miembros del Gobierno en un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n. El Tribunal Constitucional turco orden¨® levantar ambas prohibiciones semanas despu¨¦s.

La pol¨¦mica de estos d¨ªas tiene lugar a apenas dos semanas de las elecciones presidenciales, en las que previsiblemente el propio Erdogan se convertir¨¢ en el primer presidente elegido por voto popular en Turqu¨ªa.

En el poder desde 2002, el AKP y Erdogan han sido alabados por el crecimiento econ¨®mico turco y por la ampliaci¨®n de ciertas libertades. Sin embargo, en los ¨²ltimos meses el pa¨ªs se encuentra polarizado entre quienes apoyan al primer ministro y quienes lo acusan de ¡°autoritario¡± y de querer imponer su particular agenda conservadora a todo el conjunto del pa¨ªs.