¡°Para la reforma regional hemos superado las identidades locales¡±
El autor del nuevo mapa territorial galo asegura que en el hist¨®rico cambio ha pesado m¨¢s la econom¨ªa que la pol¨ªtica
Andr¨¦ Vallini (Tullins, R¨®dano-Alpes, 1956) ha pasado por todos los cargos posibles de la administraci¨®n francesa. Desde concejal y alcalde hasta presidente del Consejo Regional de su zona de nacimiento, pasando por diputado y senador. El presidente Fran?ois Hollande, de quien se considera ¡°viejo amigo¡±, le ha encargado desde el pasado abril que, como secretario de Estado para la Reforma Territorial, haga una revoluci¨®n hist¨®rica para acomodar la vieja administraci¨®n al siglo XXI de la globalizaci¨®n. Es autor del nuevo mapa que ha cambiado las fronteras interiores de Francia con el fin de ahorrar miles de millones de euros y lograr unas regiones m¨¢s competitivas y adecuadas al escenario europeo y mundial.
Pregunta. ?Cu¨¢les han sido los elementos fundamentales para hacer el nuevo mapa de Francia?
Respuesta. Formar regiones potentes en el terreno econ¨®mico, de amplio espacio geogr¨¢fico, m¨¢s visibles internacionalmente, con mayores competencias. Nos hemos inspirado en las grandes regiones espa?olas, alemanas, italianas¡, adecuadas para atraer inversiones internacionales.
P. ?Qu¨¦ nuevas competencias tendr¨¢n las nuevas regiones francesas?
R. Todo el desarrollo econ¨®mico, las ayudas a la innovaci¨®n y a la internacionalizaci¨®n de las empresas, la formaci¨®n profesional, el turismo, el transporte (ya tienen el ferroviario, pero a?adimos el interurbano), las carreteras¡ O sea, todo lo que contribuye al atractivo, al desarrollo y a la apertura del territorio.
P. O sea, es la econom¨ªa lo que pesa en esta reducci¨®n, y no tanto la pol¨ªtica.
R. Por supuesto. Es la econom¨ªa, el crecimiento y, por tanto, el empleo, lo que prima. Y la econom¨ªa tambi¨¦n es pol¨ªtica, claro, lo que prima.
P. Las ra¨ªces, la cultura, la lengua¡han contado poco.
R. Claro. Estamos formando regiones para el siglo XXI. La historia y la cultura cuentan, pero la vocaci¨®n de las regiones del ma?ana ser¨¢ contribuir al crecimiento y a la solidaridad de nuestro pa¨ªs.
P. Lo cierto es que en el terreno de las ra¨ªces o la cultura no hay mucho debate en Francia.
R. Es cierto. Los parlamentarios han demostrado sabidur¨ªa y responsabilidad. Yo tem¨ªa que el debate se centrara en el tema de las famosas identidades locales. Hemos logrado, sin ocultarlas, superarlas.
Son los partidos extremistas los que explotan las ra¨ªces identitarias con fines demag¨®gicos
P. En otros pa¨ªses europeos, como Espa?a, ese debate de identidades, de ra¨ªces, de historia¡de nacionalismo est¨¢ ahora muy vivo.
R. Ese debate es, muchas veces, demag¨®gico. Yo mismo tengo ra¨ªces de la regi¨®n de Dauphin¨¦ al 75%, y mi abuelo paterno era originario de Italia. No he perdido nunca esas ra¨ªces siendo de R¨®dano-Alpes.. No es contradictorio. Ninguno de nosotros puede ser reducido a una sola identidad, ni siquiera geogr¨¢fica. ?Tengo que recordar la historia de las invasiones y de las migraciones que jalonan la historia europea? Son los partidos extremistas los que a menudo explotan las ra¨ªces identitarias con fines demag¨®gicos.
P. ?Sigue usted el proceso que se vive, por ejemplo, en Catalu?a?
R. S¨¦ que Catalu?a tienen una identidad muy fuerte y que algunos buscan su independencia a veces con excesiva insistencia.
P. ?Qu¨¦ consecuencias tendr¨ªa para Francia esa independencia?
R. Prefiero abstenerme.
P. Ustedes esperan ahorrar entre 12.500 y 25.000 millones de euros. ?De d¨®nde van a salir?
R. Es una estimaci¨®n global para para un proceso completo de reformas, y no una evaluaci¨®n precisa. Esa estimaci¨®n, avanzada por la Direcci¨®n General de Colectividades Locales, representa entre el 5% y el 10% del presupuesto global de las administraciones locales. Y tenga en cuenta que no solo vamos a reformar las regiones, sino tambi¨¦n las comunas (ayuntamientos) y las mancomunidades. Y que vamos a suprimir los departamentos (provincias). De hecho, la estimaci¨®n de esa direcci¨®n es para un plazo de cinco a diez a?os.
P. ?Hay ahora duplicidades en esas administraciones?
R. S¨ª, s¨ª, seguro. Tambi¨¦n por ah¨ª vendr¨¢n ahorros.
P. Y por la supresi¨®n de los consejos generales (asambleas de departamentos).
R. S¨ª. El presidente de la Rep¨²blica y el primer ministro han anunciado su supresi¨®n en 2020.
P. Y, de paso, la de los consejeros generales, que ahora son 4.058, con sus respectivos sueldos p¨²blicos.
R. As¨ª es. Pero sus salarios no representan m¨¢s que el 0,2% del presupuesto de los departamentos. No cedamos al populismo contra los cargos electos.
P. Apenas hay debate sobre ello.
R. S¨ª, s¨ª hay debate, pero muchos presidentes de consejos generales admiten que estos deben evolucionar para adaptarse mejor a los desaf¨ªos de la sociedad francesa.
P. ?Cu¨¢les son las mayores resistencias que est¨¢ afrontando?
R. Las m¨¢s fuertes, en los consejos generales y en el Senado.
P. ?Esta es el mapa definitivo?
R. Hay tres debates que contin¨²an sobre el futuro de Alsacia, Picard¨ªa y Centro.
P. Finalmente, entonces, es esperable que el n¨²mero de regiones sea a¨²n menor de trece.
R. El debate no ha terminado y el mapa a¨²n puede moverse.
P. Tras la reducci¨®n de las regiones vendr¨¢ tambi¨¦n la reforma local.
R. ?Sab¨ªa usted que Francia concentra el 40% de las colectividades locales de Europa?
P. Y que es el pa¨ªs con m¨¢s ayuntamientos del mundo [36.700].
R. Es una particularidad francesa a ra¨ªz de la Revoluci¨®n. Pero no corren peligro porque son parte de nuestro patrimonio republicano. Quedar¨¢n en el escal¨®n b¨¢sico de la democracia local, necesariamente con el refuerzo de las mancomunidades. Es la prueba de que nuestra reforma se inscribe en el sentido de la historia, respetando la historia de Francia.
P. Resulta curioso que ahora refuercen las regiones cuando De Gaulle intent¨® crearlas en 1969, perdi¨® un refer¨¦ndum al respecto y tuvo que dimitir.
R. En 1969, los franceses no se pronunciaron a favor o contra las regiones, sino a favor o contra De Gaulle.
P. ?Es esa una de las razones de fondo por las que ustedes se niegan ahora a hacer un refer¨¦ndum, como reclama la oposici¨®n?
R. En Francia, desde Bonaparte, la gente responde sobre todo a quien hace la pregunta m¨¢s que a la pregunta en s¨ª misma. Es lo que se llama la deriva plebiscitaria del refer¨¦ndum. Adem¨¢s, hay muchas preguntas cruzadas a plantear: el mapa, las nuevas competencias, la desaparici¨®n de los consejos generales. Y cada uno tendr¨¢ su mapa ideal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.