Lo de Gaza y Am¨¦rica Latina
Latinoam¨¦rica debe hacer o¨ªr su voz con m¨¢s fuerza en favor de una soluci¨®n negociada al conflicto
El periodista israel¨ª Ami Kaufman levantaba su voz de alarma en la revista virtual +972 sobre los muertos en Gaza y la coheter¨ªa de Hamas describiendo crudamente el ¡°retrato de ocupaci¨®n, de negaci¨®n de derechos b¨¢sicos a millones de personas, de robo de tierras y de apartheid por casi 50 a?os¡±. Las ¨²ltimas operaciones militares israel¨ªes en Gaza han causado m¨¢s de 1.400 muertes de palestinos (civiles en un 80%, 300 de ellos ni?os) y m¨¢s de 200.000 desplazados internos. Con un lacerante tel¨®n de fondo: una poblaci¨®n bloqueada por aire, mar y tierra en uno de los territorios con mayor densidad demogr¨¢fica del planeta. Dilma Rousseff ha calificado directamente de ¡°masacre¡± lo que se viene haciendo en Gaza.
Pese a que eso est¨¢ muy lejos de Am¨¦rica Latina, la regi¨®n tuvo y tiene que ver con el tema. Empezando por la creaci¨®n del Estado de Israel y por la voz que ha tenido sobre el conflicto del medio oriente, pero especialmente porque tiene toda la legitimidad del mundo que Am¨¦rica Latina ¡ªregi¨®n mayoritariamente democr¨¢tica y garantista de los derechos humanos¡ª se haga sentir frente al horror de lo que viene ocurriendo. El nexo latinoamericano ha sido especialmente visible en tres momentos cruciales en los ¨²ltimos 67 a?os. Primero en la partici¨®n de Palestina en 1947 y la consecuente creaci¨®n del Estado de Israel al a?o siguiente. La resoluci¨®n 181 de la Asamblea General de la ONU sobre la partici¨®n de Palestina en dos estados (uno jud¨ªo y otro ¨¢rabe) no hubiera sido posible sin el voto y activo papel de la diplomacia latinoamericana: el 40% de los 33 votos por los que se aprob¨®. Pero no dando un cheque en blanco pues, marcando la tendencia latinoamericana a la equidistancia, cuando en 1949 toc¨® pronunciarse a favor del retorno de los refugiados palestinos expulsados de su territorio, la mayor¨ªa de pa¨ªses latinoamericanos vot¨® a favor de la resoluci¨®n 194.
Am¨¦rica Latina tiene todo el derecho a hacerse sentir frente al horror de lo que viene ocurriendo en Gaza
Posteriormente, ya en el contexto del proceso de descolonizaci¨®n de los 60 en ?frica y Asia, el ingreso de nuevos y soberanos pa¨ªses en Naciones Unidas y el movimiento de los no alineados, las posiciones latinoamericanas fueron dando progresivamente m¨¢s espacio a la causa palestina. Manteniendo su respaldo a la existencia de Israel, Latinoam¨¦rica tuvo una voz clara luego de la Guerra de los seis d¨ªas y la ocupaci¨®n israel¨ª de territorios ¨¢rabes en 1967. El proyecto latinoamericano de resoluci¨®n disponiendo la retirada ¡°de todos los territorios ocupados¡± sirvi¨® de base para la resoluci¨®n 242 de noviembre del 67, aprobada por unanimidad en el Consejo de Seguridad y cuya ejecuci¨®n se reclama todos los a?os desde ese entonces.
Despu¨¦s del fin de la guerra fr¨ªa y de la creaci¨®n de la Autoridad Nacional Palestina, se abri¨® un tercer momento marcado por el establecimiento de relaciones formales y directas con la representaci¨®n diplom¨¢tica palestina, sin excluir a Israel. Se incorpor¨®, pues, un actor pol¨ªtico y diplom¨¢tico en el concierto internacional y las relaciones internacionales latinoamericanas. Al punto que hoy la mayor¨ªa de pa¨ªses latinoamericanos reconoce al Estado palestino proclamado en 1988.
Esta Am¨¦rica Latina de hoy, con m¨¢s de 500 millones de habitantes, econom¨ªas emergentes y comprometida con la paz y los derechos humanos, puede tener algo que decir ahora. En lo inmediato, fortaleciendo el empe?o de un cese de fuego que abarque tanto las operaciones y ocupaci¨®n militar israel¨ª de Gaza como el lanzamiento coheteril de Hamas. En perspectiva, apuntando a lo fundamental: reanudar las negociaciones de paz hacia la soluci¨®n de fondo. La voz que se oye de Am¨¦rica Latina, con sus matices, viene siendo esencialmente coherente y convergente para condenar su rechazo a lo que viene ocurriendo en Gaza.
Pero podr¨ªa y deber¨ªa hacerse o¨ªr con m¨¢s vigor, tanto en el terreno bilateral como en el esencial y complejo de las Naciones Unidas. En lo bilateral algunos pa¨ªses ya adoptan decisiones simb¨®licas llamando en consulta a sus embajadores (lo han hecho estos d¨ªas Brasil, Chile, Ecuador, El Salvador y Per¨²) y estudiando acciones en el plano comercial. Pero es en lo multilateral en donde, como en otras ocasiones, la regi¨®n deber¨ªa ¡ªy podr¨ªa¡ª articular una voz com¨²n.?
Una Am¨¦rica Latina que ha optado claramente por resolver sus diferencias lim¨ªtrofes a trav¨¦s del derecho internacional y la Corte Internacional de Justicia ¡ªy no de las armas¡ª puede tener algo que decir y hacer. Porque en el Medio Oriente no hay soluci¨®n militar al conflicto, sino pol¨ªtica y diplom¨¢tica, ya que los pueblos jud¨ªo y palestino est¨¢n condenados a coexistir y compartir fronteras.?
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