Dos mujeres dem¨®cratas luchan por el basti¨®n republicano de Texas
Los sondeos favorecen al candidato conservador, pero Davis y Van de Putte recorren el Estado tratando de reducir distancias
Se presentaron como la f¨®rmula que te?ir¨ªa Texas de azul, tras 20 a?os de liderazgo republicano, pero hasta ahora el equipo de las senadoras estatales Wendy Davis y Leticia Van de Putte no ha logrado remontar en las encuestas. La lucha sigue. Los resultados de la elecci¨®n de noviembre podr¨ªan cambiar la manera en que los partidos pol¨ªticos perciben el Estado.
Davis y Van de Putte son estrellas locales. Ambas han trabajado varios a?os en el Congreso estatal y son reconocidas en sus comunidades. En especial Davis, que alcanz¨® notoriedad nacional despu¨¦s de usar en 2013 durante 11 horas la t¨¢ctica parlamentaria del filibusterismo para bloquear una ley estatal que restring¨ªa regulaciones del aborto.
La historia personal de Davis tambi¨¦n ha llamado la atenci¨®n. Una madre soltera viviendo en una casa rodante que logr¨® graduarse en la facultad de Derecho en Harvard. ¡°S¨¦ que la m¨ªa es una historia que fue posible gracias a l¨ªderes estatales que creyeron y la hicieron posible para m¨ª¡±, dijo en un reciente discurso en la Asociaci¨®n de Padres y Profesores de Texas.
Desde octubre del a?o pasado Davis y Van de Putte llevan a cabo una intensa campa?a, en la que han recorrido casi todo Texas. Pero hasta ahora los n¨²meros no las han favorecido. Seg¨²n una encuesta de junio de la Universidad de Texas, el candidato republicano y actual procurador general, Greg Abbott, superaba a Davis en 12 puntos porcentuales. Mientras el rival de Van de Putte para vicegobernador, Dan Patrick, la aventajaba por 15 puntos. El sondeo fue realizado entre mayo y junio e incluy¨® a 1.200 votantes registrados en Texas.
La recaudaci¨®n de dinero tampoco ha sido suficiente. Davis ha acumulado cerca de 13 millones de d¨®lares, mientras su rival bordea los 36 millones, pese a los m¨¢s de 140.000 donantes que su campa?a ha ensalzado como prueba de entusiasmo popular.
A tan solo tres meses de las elecciones, analistas como Mark Jones, acad¨¦mico y experto en pol¨ªtica de la Universidad Rice en Houston, pronostican que ¡°a menos que Abbott cometa varios errores graves, ganar¨¢ la elecci¨®n. Lo que est¨¢ en juego ahora es si Davis logra disminuir la ventaja hist¨®rica de cerca de 12 puntos que tienen los republicanos sobre los dem¨®cratas en el Estado. Hasta el momento no lo ha logrado¡±, comenta.
Jones explica que si Davis perdiera por una diferencia de seis puntos porcentuales o menos, eso tendr¨ªa un enorme efecto en c¨®mo republicanos y dem¨®cratas perciben el Estado, que lograr¨ªa adentrarse en la preciada categor¨ªa de ¡°Estado batalla¡±. Esto repercutir¨ªa en el enfoque y la financiaci¨®n para pr¨®ximas elecciones.
La campa?a dem¨®crata no ha levantado la bandera blanca y Davis insiste en que puede salir victoriosa. Para eso est¨¢ contando con el voto de las minor¨ªas y de aquellos que pueden estar limitados para ir a las urnas.
Esta semana el Partido Dem¨®crata se enfoc¨® en un nuevo esfuerzo titulado ¡°Protecci¨®n de Votantes¡±, para educar a los electores respecto a los pasos y documentos necesarios para sufragar. Texas aprob¨® el a?o pasado una ley que requiere de una identificaci¨®n gubernamental con fotograf¨ªa para poder votar. El programa despach¨® a 8.000 voluntarios para ayudar en el registro y educaci¨®n de electores.
Hispanos con un sello distinto
Analistas pol¨ªticos han calificado al voto latino como una de las claves para cambiar la balanza de poder en Texas. Un camino cuesta arriba, considerando la baja participaci¨®n de este grupo en los comicios. De acuerdo a Latino Decisions, un 61% de los electores hispanos no lleg¨® a las urnas en 2012.
Algunas organizaciones, como NALEO y la Liga para Votantes Mujeres, est¨¢n utilizando diferentes estrategias para llegar a ellos. A los m¨¢s j¨®venes a trav¨¦s de las redes sociales y mensajes de texto y a los nuevos ciudadanos, posicionando puestos de registro a la salida de ceremonias de naturalizaci¨®n en Texas. As¨ª lo hicieron tras el juramento a 1.212 personas que se realiz¨® el mi¨¦rcoles en Houston.
Claudia Ortega, directora de compromiso c¨ªvico para NALEO en Texas, asegura que ¡°cerca de un 80% de los nuevos estadounidenses opt¨® por registrarse para votar¡±. Esos n¨²meros suenan como m¨²sica para los o¨ªdos de dem¨®cratas a nivel nacional, pero el caso de Texas es particular, ya que a diferencia de lo que ocurre en el resto del pa¨ªs, los latinos en el Estado se comportan de manera diferente.
Seg¨²n un estudio realizado por Gallup este a?o, mientras en Estados Unidos los hispanos prefieren a los dem¨®cratas por una diferencia de 30 puntos, en Texas la ventaja se reduce a 19. Los candidatos dem¨®cratas y republicanos tienen anuncios en espa?ol. Por ejemplo, Van de Putte es de origen latino y la campa?a ha redoblado su presencia tanto en urbes como suburbios.
El destino pol¨ªtico de uno de los estados m¨¢s grandes y poderosos del pa¨ªs radica hoy y en el futuro en un n¨²mero clave: los cerca de seis millones de electores que optaron por quedarse en sus casas en 2012. Son ellos los que te?ir¨¢n de azul o rojo el liderazgo estatal.
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