Donde los ni?os dicen ¡®default¡¯

Hasta la m¨¢s tierna infancia argentina sabe lo que es un default. Tras largos meses de discutirlo, negarlo y, finalmente, asegurar que no era exactamente eso, el pa¨ªs ha entrado por segunda vez desde 2001 en lo que en Espa?a se llama suspensi¨®n de pagos.

La situaci¨®n se produce por negarse Argentina a pagar unos 1.660 millones de d¨®lares (1.196 millones de euros) a unos fondos buitre, especuladores que compraron deuda a tenedores de bonos que no hab¨ªan aceptado las reestructuraciones ¡ªcon una gran quita¡ª de 2006 y 2010. Y Buenos Aires no ha pagado porque los acreedores no reestructurados podr¨ªan reclamar id¨¦ntico trato, con lo que lo adeudado rondar¨ªa los 20.000 millones (unos 14.960 millones de euros). Para hacer el laberinto a¨²n m¨¢s intrincado, Argentina tampoco puede, por decisi¨®n de un juez de Nueva York, seguir pagando la deuda reestructurada hasta que se liquide esa situaci¨®n.

Hoy se enfrentan dos relatos diametralmente opuestos. Para la presidenta Cristina Fern¨¢ndez, viuda de Kirchner, se trata de una ¨¦pica defensa de la naci¨®n contra el capitalismo usurario. Y la oposici¨®n, formada por radicales, socialistas y antiperonistas en general, acusa al poder de improvisaci¨®n y mal manejo de fondos p¨²blicos. Para la presidenta estas son unas nuevas Malvinas que trata de conjurar con invocaciones a Evita, al general Per¨®n fundador de la saga, e incluso al difunto presidente de Venezuela Hugo Ch¨¢vez, del que dijo que ¡°nunca se fue¡±; solo faltaba el pajarito. Sus cr¨ªticos subrayan, en cambio, la falta de previsi¨®n de un Gobierno que hab¨ªa pagado en 2009 los casi 10.000 millones (7.480 millones de euros) que deb¨ªa al Fondo Monetario Internacional (FMI), pese a que entonces no amenazaba ning¨²n default.

Entre 2003 y 2013 el PIB creci¨® un 83% y Fern¨¢ndez arrasaba en las presidenciales

El antiguo ministro de Econom¨ªa, Roberto Lavagna, marcaba posiciones conciliadoras cuando, apuntando errores del poder e injusticias exteriores, calificaba a los fondos de contrarios al verdadero esp¨ªritu del capitalismo, ante lo que uno tiene que disentir porque si es cierto que dan una imagen deplorable del sistema, est¨¢n instalados de hoz y coz en su centro neur¨¢lgico: maximizar el beneficio tanto como la legalidad permita. En un a?o en el que se acumulan desgracias para la presidenta, como una disidencia peronista que encabeza uno de sus antiguos colaboradores, Sergio Massa; falta de candidato evidente para las elecciones, puesto que Fern¨¢ndez no puede presentarse por imperativo constitucional, y su vicepresidente, Amado Boudou, est¨¢ imputado en un caso de cohecho y abuso de poder, sus detractores anuncian un rosario de desgracias si el default no se levanta pronto: inflaci¨®n, hoy del 35%; reducci¨®n del financiamiento exterior; aumento del riesgo pa¨ªs; falta de inversi¨®n interna; desempleo; y hasta una ca¨ªda del PIB del 3%.

Entre 2003 ¡ªcon Kirchner de presidente¡ª y 2012 el PIB creci¨® un 83%; la soja pasaba de 230 d¨®lares (172 euros) la tonelada a 500 d¨®lares (373 euros) y el gasto social, en consonancia, crec¨ªa del 19% al 32%; y en 2011 Fern¨¢ndez arrasaba en las presidenciales. Pero en octubre pasado solo salvaba apuradamente la mayor¨ªa en las C¨¢maras y comenzaba un declive potenciado por la crisis econ¨®mica mundial y unas cuentas que, con los gruesos subsidios a los menos favorecidos, ya no cuadran. El kirchnero-cristinismo vive por ello un aparente final de reinado.